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Ritmos sincopados, una voz de chica desgañitándose, versiónes de «Surfin Bird» y «Fever», la portada de «Buen ser-vicio», una iconografía siniestra con unas gotas de morbosa sexualidad, The Cramps vs Iggy Pop o el malditismo con muerte trágica incluida. Abrazar la fe del grupo Desechables no debía ser una opción, sino casi una obligación si estabas vivo en los primeros años ochenta. Hoy en día, sus canciones (que al fin y al cabo, eran las protagonistas de toda la historia, porque sin ellas nada hubiera existido) mantienen la rabia y la energía con que fueron paridas. Mucho se ha hablado de Alaska y su precocidad, pero Tere González sólo tenía 14 años cuando se puso al frente de la banda. Hace tres años se cumplió un cuarto de siglo de su último concierto (que acabaría siendo la defunción de Desechables) y se cerraba el ciclo con el documental «El Peor Dios», dirigido a seis manos por Alejandro Montes, Daniel Arasanz y Nicolás Tarela.

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¿Cómo nace la idea de hacer un documental sobre Desechables?

Alejandro Montes- La idea surge de Jordi Pera, compañero del equipo que se encargó junto conmigo de iniciar el documental en el año 2008 grabando las primeras entrevistas, entre ellas a Marcel Solà «Enano» (miembro del grupo), ya fallecido en diciembre de 2010. Jordi se puso en contacto conmigo al saber que mantenía relación con los miembros vivos de la banda y me planteó la idea de hacer un documental. Nos unía nuestra gran pasión por Desechables, una banda que tanto por su música como por su historia pensamos que merecía reivindicar.

Y ese contacto que tenías con el grupo, ¿cómo surgió?

Alejandro- Cuando conocí a los miembros de la banda ni siquiera sabía que existía Desechables. Un amigo que tocaba conmigo me presentó a los hermanos Solà: Enano y Dei Pei (guitarrista y batería). Yo por aquel entonces tenía 17 años y rápidamente me di cuenta que era gente muy peculiar. Me puse a buscar el nombre de Desechables por internet y empecé a alucinar con su música y visceralidad, sobretodo escuchando los aullidos de una chica al frente. Luego leí un poco la historia de la banda de la mano de Jaime Gonzalo y me impactó todo mucho, parecía una película de terror. Entonces ya con el documental en marcha conocí a Tere, con la que ya me había escrito con anterioridad.

El documental cuenta con tres directores. ¿Por alguna razón en especial? ¿Cómo os repartíais el trabajo?

Alejandro- Yo empecé sin saber para nada dónde me estaba metiendo. No vengo del mundo audiovisual, pero fui aprendiendo a marchas forzadas para tirar el proyecto adelante. Mi labor fue fundamentalmente reconstruir paso a paso la historia de Desechables, restableciendo el contacto entre miembros de la banda y personas que estuvieron dentro de su círculo cercano. Una labor técnicamente de dirección y producción, manteniendo un contacto muy cercano con ellos, desde el principio, que siempre ha ayudado mucho. Además, también he sido quién se ha encargado del trabajo de búsqueda de material de archivo, hurgando por todos lados y localizando todo lo que tuviera relación con Desechables.

Poco a poco la pelota se estaba haciendo muy gorda y Jordi Pera se fue desvinculando del proyecto, siendo necesario el apoyo de alguien que estuviera dentro del sector audiovisual, de manera firme, para poder continuar adelante. Entonces fue cuando contacté con Daniel Arasanz que por aquel momento acababa de estrenar el documental «Venid a las Cloacas» sobre La Banda Trapera del Río. Quedé con él para hablar del proyecto y hubo muy buen feeling. Curiosamente, él tenía en mente hacer un documental sobre Desechables y rápidamente nos organizamos. Él se encargó de ayudarme en tareas de dirección, organizando la estructura y el guión del documental, encargándose además del montaje.

Por último necesitábamos un cámara profesional para grabar de nuevo a Tere y Pei una vez ya teníamos claro el guión, además de las entrevistas concertadas en Madrid y Zaragoza con personas cercanas a Desechables. Y el encargado de hacerlo fue Nicolás Tarela, que lo conoció Dani casualmente trabajando ambos en el Sónar por llevar una camiseta del grupo Familia Real, banda que a los tres nos gustaba mucho. Nico además de cámara y sonido también se ha encargado de la dirección de fotografía y muchos otros aspectos técnicos, subiéndose al carro del documental y aportando toda su experiencia. Aunque los tres hayamos realizado una parte más específica de trabajo durante todo el proceso del documental, la dirección y todas las decisiones se han tomado entre los tres. Siempre hemos aportado cada uno su visión y nos hemos complementado los unos a los otros, llegando a materializar un trabajo del que siempre nos vamos a acordar.

Daniel Arasanz- Álex fue quien empezó el proyecto, Nico y yo nos sumamos más adelante a medida que el documental iba cogiendo cada vez más envergadura. Es perfectamente comprensible que no sea nada habitual el hecho de firmar tres directores, pero creo que era la manera más honesta de plasmar la realidad del proceso. Hemos funcionado de manera horizontal y a pesar de que cada uno tenía su parte o área de responsabilidad, al trabajar con un equipo tan reducido nos ha tocado arrimar el hombro en lo que fuera necesario. También tiene sus contras, a veces la toma de decisiones se podía eternizar hasta lograr el consenso… por eso suelo decir en coña que en lugar de reuniones hacíamos asambleas.

Nicolás Tarela- Como bien dice Dani, lo peor de ser 3 directores son los eternos debates para tomar cualquier decisión, que solía ser la mayoría de las veces exasperante. Pero aún y así, pienso que lo llevamos muy bien ya que aún siendo los tres tan diferentes nunca hubo malos rollos, y aún seguimos siendo amigos. De verdad pienso que no con cualquier persona la cosa hubiera acabado bien. Yo cuándo me incorporé, ya tenían un montón de material de archivo recopilado pero faltaban muchas entrevistas por grabar y regrabar, así que cuando entré nos pusimos manos a la obra para grabar todo lo que faltaba y finalizar esa odisea de 5 años que había vivido Alex, que por otro lado gracias a esos años de relación y confianza ganada con Tere y Pei, nos facilitó poder sacarles más jugo a las entrevistas.

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Desechables es un grupo al que sus asuntos extramusicales han acabado sepultando, en algunas ocasiones, sus méritos musicales. ¿Teníais cierto temor a que eso pudiera ocurrir con el documental?

Daniel- Sí que es cierto que la historia de Desechables está más plagada de baches que la de otros grupos de su generación. A pesar de todo teníamos claro que no queríamos optar ni por una mirada mitómana ni tampoco amarillista. Solo mirando a los personajes a la cara podíamos entender verdaderamente lo que ha supuesto para los protagonistas formar parte de una banda así, para lo bueno y para lo malo. Tanto Pei como Tere se toman con absoluta indiferencia la etiqueta de «malditos», tan manida cuando se cita a Desechables. Por supuesto que la vida les dio duro, pero también les permitió a tres chavales de Vallirana vivir la aventura de una banda de rock’n’roll: viajar, girar incluso en el extranjero, conocer a mucha gente (incluyendo a algunos de sus referentes por los cuales decidieron montar una banda), y esto es algo que no puede quedar eclipsado por todos los palos que se llevaron.

En el documental participan Tere y Pei. ¿Cómo reaccionaron cuándo les propusisteis la idea del documental?

Alejandro La reacción de ambos fue bastante similar. Les sorprendió que un chaval tan joven tuviera tanto ímpetu en realizar un documental sobre la banda que habían tenido hacía 30 años. No eran partidarios de remover toda su historia cargada de turbulencias, pero se dejaron llevar desde el primer momento y confiaron plenamente en mí. Ellos siempre nos han ayudado y apoyado, cada uno en su medida. Pei dijo una vez que para él cada entrevista era como una terapia, ir a hablar con su psicólogo. Necesitaba vitalmente cerrar el círculo de Desechables que tanto le pesaba. Hasta me pidió que no le llamara Pei, que le llamara Jordi. Aun le sigo la coña cuando lo llamo: ¿Qué tal Jorge? ¿Cómo va?

Alejandro Montes

Alejandro Montes.

¿Creéis que Desechables fue un grupo de su tiempo?

Daniel- Por supuesto Desechables son un grupo de su tiempo, no podía ser de otra manera. Es una banda en la que se evidencia algo en lo que muchos testimonios de la época coinciden, y es la necesidad de hacer cosas a pesar de no disponer ni de los medios ni de ser eruditos en la materia. También influyen otros elementos como la pírrica infraestructura musical que había en Barcelona en comparación con Madrid. Esto convirtió a la capital en un punto inevitable si una banda quería darse a conocer, más allá de que Desechables encajó con relativa facilidad en el Madrid de la «Movida» como demuestran el apoyo que recibieron por parte del sello Tres Cipreses, de Jesús Ordovás y de la sala Rock-Ola. Las drogas, fundamentalmente la heroína, también tuvieron un papel muy importante para la banda a pesar de no haber sido tan letal como puede parecer desde fuera… hubo bandas que aún salieron peor paradas.

Nicolás- Fue un grupo de su tiempo porque en aquella época nadie había hecho eso antes en España, y fue una época con unas características político-sociales irrepetibles. Además las compañías discográficas, las radios y las televisiones tenían espacios para este tipo de música. Pero hoy en día hay un montón de bandas con su mismo espíritu, ganas de tocar, pasárselo bien y conocer gente que se autoeditan sus propios discos y usan internet para colgar su música, sus videoclips, promocionar los conciertos y conocer a otras bandas. Y aunque no dejen de ser un revival de grupos antiguos, ¿que eran si no los Cramps y los Desechables? Y algunas, dentro de 30 años serán reivindicadas por los jóvenes de la época.

¿Fue fácil localizar el abundante material de archivo disponible sobre el grupo? Que existiera ese material ¿fue decisivo para que os decidierais a hacer el documental?

Alejandro Lo más complicado ha sido sin dudas lograr encontrar material audiovisual de la primera formación de Desechables con Miguel a la guitarra. Lamentablemente la formación original duró poco, y eso complicaba mucho las cosas. Han sido 5 años de investigar, buscar y hurgar por todos los rincones inimaginables para poder encontrar algo; y cuando encontré un pequeño rastro en Francia de la pequeña gira que hizo la banda a finales de 1983, me puse a tirar del hilo y encontré oro. Sin dudas fue decisivo encontrar actuaciones del trío Tere-Miguel-Pei, la época más potente y auténtica del grupo. Miguel fue el fundador de Desechables y el sonido de la banda desde su desaparición nunca fue el mismo. Sin esas imágenes no creo que el documental hubiera tirado adelante. Por lo demás, gran parte de fotografías, vídeos, carteles, grabaciones inéditas, etc. ha sido gracias a Tere, ya que conservaba todo en cajas y álbumes. Tenía en su casa todo el material de Desechables que te puedas imaginar, y eso nos ha ayudado mucho para contextualizar todas las partes que conforman el documental.

Nicolás Tarela.

Nicolás Tarela.

¿Que fue lo más y lo menos gratificante de la realización del documental?

Daniel- Entre las cosas positivas, me quedaría con aquellas personas que nos han ayudado desinteresadamente a tirar adelante este documental, las personas que hemos conocido (especialmente Pei y Tere) y sobre todo algo de lo que podemos disfrutar desde hace poco, que es el interés de la gente por el documental. Recibimos mensajes de gente pidiéndonos que lo proyectemos por todas partes (muchos de ellos en Sudamérica, lo cual nos ha dejado muy sorprendidos), algo que a nosotros ya nos gustaría pero requerimos de unos mínimos que no siempre son posibles. También hay que decir que no ha sido nada fácil sacar adelante este proyecto, con un equipo y un presupuesto mínimo. Todos los problemas han venido por culpa de esto.

Nicolás- Cuándo me dieron la oportunidad de meterme en el proyecto ni me lo pensé, ya que Desechables era una de mis bandas preferidas de siempre. Realizar el documental, los momentos vividos en los rodajes y la gente que he conocido fue lo más gratificante. Lo menos gratificante son las miles de horas de trabajo gratis y invertidas.

Alejandro Lo más gratificante en mi caso ha sido vivir momentos muy emotivos durante las grabaciones, uniendo a una banda que estaba muy desecha. La gente que les rodeó, aparte de los propios protagonistas, han sufrido muchas pérdidas humanas y para entrar en esos terrenos y hacerles remover la memoria…has de ir con mucho tacto y delicadeza. Pienso que hemos logrado plasmar toda su historia de una manera muy cercana y eso el espectador lo percibe. Y estoy muy de acuerdo con Dani, el interés de la gente y de todas las personas que nos han ayudado desinteresadamente en el proyecto, ha sido esencial para tirar adelante. Lo menos gratificante ha sido el tiempo invertido, algo que los tres coincidimos. En mi caso he vivido momentos muy complicados donde cualquier otro hubiera tirado la toalla. Pasaban los años y los pequeños pasos que daba el proyecto eran ínfimos. Pei siempre comenta irónicamente que Desechables duraron 7 años y yo casi me pego el mismo tiempo para acabarlo; pero afortunadamente logramos unirnos tres personas con un mismo objetivo y ahora poco a poco estamos empezando a disfrutar de toda esta aventura.

Daniel Arasanz.

Daniel Arasanz.