Carles Alberola no necesita presentación. Sus trabajos para teatro, televisión y, en menor medida, cine, le convierten en una de las figuras actuales más importantes si hablamos de comedia, tanto a nivel local como nacional. Y de eso, precisamente, de hacer reír, hablamos con él.

¿Cuál es tu primer recuerdo de algo que te hizo reír?

Recuerdo las noches de verano, sentado en la puerta de casa, escuchando a las mujeres de mi familia y a las vecinas contando historias de su día a día. Yo tendría 5 o 6 años y creo que era invisible entre tanta gente adulta. Pero recuerdo reír muchísimo.

Y ahora, ¿qué cosas te hacen gracia?

Aquellas historias que me sorprenden y que encierran una cierta ironia sobre la realidad que cuentan.

¿Cuándo te diste cuenta que tenías una relación especial con la comedia desde el punto de vista creativo?

Estudiando en la ESAD empecé a ver qué tenía una cierta capacidad para hacer reír a los demás.

Si hablamos de comedia en España, ¿de quién te encuentras más cercano?

Gonzalo Suárez.

¿Y a nivel internacional?

Neil Simon, Woody Allen, Billy Wilder,…

¿Crees que la comedia está, en todos los sentidos, infravalorada?

No lo creo. Para el público la comedia probablemente sea el género que les permite una mayor sintonía con lo que son y sienten, ya que encierra humor y dolor. Como la vida misma.
Tal vez algunos profesionales y algunos críticos sean los que no opinen esto.

¿Qué recursos tienes y utilizas (la repetición, la pausa dramática-cómica, la palabra escatológica en el momento inesperado,…) que sabes que siempre acaban arrancando risas o carcajadas?

Sinceramente no tengo un dominio de mis recursos y por lo tanto no escribo al dictado de los mismos.

¿En qué formato te encuentras más a gusto (teatro, serie de televisión, sketch para televisión, …)?

En cualquiera que me permita contar una historia pues cada una de ellas tiene la necesidad de ser contada de manera diferente.

¿En qué condiciona que, además, de escribir comedia la interpretes en ocasiones?

Al ser actor y director, ya desde la escritura existe una idea de la puesta en escena. No le veo ningún inconveniente, al contrario.

¿Crees que se podría hablar de humor valenciano?

Nunca he sabido que significa humor valenciano.

En Mandíbula afilada se nos cuenta el reencuentro en la treintena de unos amigos del instituto en el que fluyen los recuerdos. ¿Qué tienen las relaciones amorosas que tanto juego dan en la comedia?

Creo que están en la médula del ser humano. Pero no solo de lo que sucede en la realidad sino, y sobre todo, de lo que se desea.

¿Qué te interesa de reflexionar sobre el paso del tiempo, sobre los sueños no cumplidos,…?

En la vida todo sucede muy rápido y creo que vale la pena aprovechar el tiempo para hacer realidad aquello que soñamos.

¿Cómo definirías Mandíbula afilada desde el punto de vista de la comedia?

Creo que es una comedia romántica sobre cómo aquello que soñamos, a veces, es más real que lo que vivimos.