Juan Tamariz. Foto: Javier de Agustín.

Juan Tamariz siempre ha llegado antes que nadie a los sitios. Entró con 18 años en la Sociedad Española de Ilusionismo cuando había que tener 20 para poder hacerlo. Vistió vaqueros y melena desaliñada cuando el imaginario de los magos era el traje impoluto y la corbata. Introdujo el humor y su desacharrante violín invisible con el que celebraba el éxito de sus trucos mientras sus colegas de profesión exhibían gesto adusto. La televisión lo introdujo en nuestras casas, pero el talento ya venía de fábrica.

El mago madrileño es una autoridad mundial en cartomagia, un teórico reconocido con una gran bibliografía a sus espaldas y que siempre ha luchado por la dignidad de esta disciplina artística, un profesional que defiende que la magia no se termina cuando acaba una función y por eso pone todo su empeño en su difusión y en el componente pedagógico de la misma. Hace diez años le preguntaron en El País si era el mejor mago del mundo. Respondió que no, que era el más elegante.

Magia Potagia es el espectáculo que le trae de nuevo a València (30 de abril y 1 de mayo en el Teatro Olympia). Una especie de Grandes Éxitos en el que recupera sus mejores números, mezclando como solo él sabe hacerlo el ilusionismo, la comedia, el misterio, al improvisación y la alegría. Tamariz estará acompañado en esta doble cita de la maga colombiana Consuelo Lorgia.