Sevilla, 1904. El Marqués consorte de la tercera Marquesa de Pickman, Rafael de León y Primo de Rivera, y el capitán de la Guardia Civil Vicente Paredes se retan en un duelo a muerte por un asunto de celos, por rumores, coplillas y comentarios. Este es el germen argumental de la obra Duelo a muerte del Marqués de Pickman y lo que aconteció después con su cadáver, que se podrá ver del 23 al 25 de noviembre en la Sala Russafa.

Duelo a muerte del Marqués de Pickman y lo que aconteció después con su cadáver es un montaje de la compañía andaluza La Fundición Producciones (que ya visitó hace dos años la misma sala con La otra mano de Cervantes), interpretada por Cristina Almazán, Javier Centeno, Paz de Alarcón e Íñigo Núñez, y dirigida por Pedro Álvarez-Ossorio. Este último hace un alto en los ensayos y  nos cuenta lo que es y lo que no es la obra.

Duelo a muerte del Marqués de Pickman es:

Una comedia musical con aires del sur.

La historia no tiene porqué ser aburrida. Y por eso, aunque Duelo a muerte… es un reportaje histórico sacado del libro de un historiador y si para Valle-Inclán el Esperpento es una deformación de la historia europea, para nosotros “Duelo a muerte…” es un divertido esperpento en clave de murga.

Un divertimento que muestra las luchas de algunos poderes de nuestra sociedad: “La Iglesia”, “El Ejército” y “La Burguesía”. ¿Quién manda más?

La historia de la sinrazón de los enfrentamientos absurdos de algunos “hombres” y el papel que le ha tocado ejercer a algunas mujeres.

Una exhibición de dos actores y dos actrices interpretando y cantando cerca de veinte personajes.

Un drama contado en clave de comedia.

Un homenaje al teatro y a algunos de sus subgéneros como la zarzuela, el sainete o los entremeses.

Una ocasión para divertirse en el teatro y llevarse un buen sabor de boca.

Una obra de la que sales comentando.

Un espectáculo que demuestra cómo algunos barros producen lodos muy cercanos.

Duelo a muerte del Marqués de Pickman no es:

Un espectáculo al uso.

Un espectáculo antiguo sino que tiene una gran actualidad, a pesar de que su historia sucede en 1905.

Una obra aburrida o al menos no pretende serlo.

No enseña ninguna moral sino que se burla de algunas dominantes.

Una obra oscura a pesar de que habla de muerte.