Jennifer Tapias Derch. Foto: Diego Obiol.

Nombre: Jennifer Tapias Derch. Edad: 30 años. Lugar de nacimiento: Bogotá, Colombia. Lugar de residencia: Valencia, España. ¿Cómo definirías en una frase tu actividad creativa? 
Formas mínimas con mucho contenido.

Las coloristas y cotidianas ilustraciones de Jennifer Tapias Derch hipnotizan, seducen, resultan mágicas, por esos juegos imposibles que propone a partir de la realidad. Su cuidado y gusto por las formas redondea unos trabajos ante los que cuesta quitar la mirada.

¿Recuerdas cuándo se despierta en ti el interés por dibujar?

Siempre me ha interesado el dibujo como un medio de registro de ideas y pensamientos, sin pretensión alguna de verlo como una técnica virtuosa. Me ayuda a guardar historias que quiero contar o cosas que me gustaría ilustrar. Por decirlo de alguna manera es el primer contacto más primitivo con mis pensamientos.

¿En qué momento decides que quieres dedicarte a la ilustración?

Mi contacto con la ilustración en un principio estaba más vinculado al ámbito personal que al profesional directamente. La ilustración me ha permitido construir un lenguaje con mis pensamientos, interpretando los libros que leo, conceptos de mi cotidianidad, recuerdos, emociones de películas o impresiones que me dejan personas que conozco.

Nunca llegué a ver la ilustración como medio de dedicación hasta hace un par de años cuando por casualidades de la vida, un amigo periodista vio mi trabajo y me preguntó si le ilustraba un artículo, lo hice, y creo que aquí empezó todo (risas). Empezaron a venir más artículos y más encargos profesionales donde mi papel ya no era alguien que ilustraba sus pensamientos, sino que habían clientes reales detrás donde tenía que conectar con los suyos.

Estudiaste Bellas Artes, ¿qué te enseñó tu paso por la facultad?

De Bellas Artes la mejor experiencia que tengo son las diferentes formas de ver, pensar y comunicar de amigos y compañeros que conocí en la carrera. Era como estar nadando en un mar de ideas constante donde siempre algo me sorprendía. La mezcla de medios de creación en una misma facultad también era muy enriquecedor y estimulante. Por contra, algo que me molestaba era la falta de flexibilidad de algunas especializaciones en los primeros cursos, ya que, mi interés por la carrera iba más allá de alcanzar un virtuosismo en una técnica artística concreta.

¿Ilustración manual o digital? ¿Pros y contras de ambas?

Creo que empezar con apuntes manuales para ordenar las ideas es importante, ya sea con recortes, dibujos o palabras sin obsesionarse con el “virtuosismo” técnico de este resultado. Luego, cada uno llevará al terreno en el que se sienta más cómodo la ilustración final. En mi caso, mi interés por el resultado de la ilustración lo condenso en el valor conceptual de las imágenes, y las composiciones las llevo al digital sin interesarme por ornamentos de texturas, o gestualidad.

Ya sea por la vía manual o la digital, se puede caer en el error de obsesionarse por el virtuosismo técnico de la imagen perdiendo de vista el concepto esencial de la misma .

¿Qué importancia tienen los colores y su siempre acertada combinación en tus trabajos?

Siento un interés por trasmitir emociones a través de los colores, de conectar con cierta lúdica a través de la imagen. Al principio siempre trabajo las imágenes en blanco y negro, jugando el espacio negativo y positivo. Cuando paso a la fase del color, tengo preferencia por una paleta de colores primarios vibrantes, de la cual se derivan los contrastes cromáticos principales.

En tu web reconoces que estás influenciada por el simbolismo de la vida cotidiana . ¿Te descubres tomando ideas cuándo vas por la calle en tu día a día?

Creo que la cotidianidad es mi mayor fuente de inspiración. Cosas que veo, sensaciones que tengo, cosas que pasan, cosas que leo… Cuando paso mucho tiempo “en la cueva”, el trabajo deja de ser divertido y hay un bloqueo creativo importante. Las mejores ideas a veces te encuentran en una estación de autobús, tomando una cerveza con amigos o viendo una peli en el cine.

Jennifer Tapias Derch. Foto: Diego Obiol.

También dices que disfrutas con las composiciones mínimas que enfatizan el valor conceptual de las imágenes. ¿Menos es más? ¿Directamente buscas esa sencillez final o vas eliminando elementos de tu ilustración hasta que lo consigues?

Yo creo que este disfrute se debe a que mi cabeza tiene un caos de información, muchas cosas que decir, conceptos que contar y, realmente, en mi proceso creativo al ilustrar tengo la necesidad de filtrar y sintetizar información para encontrar simbólicamente la esencia conceptual de lo que quiero comunicar.

Así que, para mí, menos es mucho más sin duda. En mis composiciones intento llevar visualmente conceptos a su mínima esencia con las formas que utilizo. No tengo un proceso sistemático para llegar a esta búsqueda, siempre surge de asociaciones espontaneas de ideas con objetos, situaciones o palabras clave que rodean cada objetivo visual con el cual estoy trabajando. En muchas ocasiones, empiezo trabajando una idea concreta y es de allí que sale el proceso conceptual del que hablo.

A la hora de ilustrar un artículo para un medio de comunicación, ¿qué dinámica de trabajo sigues (hablas con el autor, lees su texto, prefieres dar tu propia interpretación del tema que se trate, buscas complementar el texto, resumirlo,…)?

En mi experiencia me he encontrado con varias formas de trabajo según el medio. Desde no tener aún el texto y solo un título y dos líneas de ideas de un periodista, a tener una página maquetada con su texto y orientación concreta donde debería ir la ilustración. Esto sería el caso ideal pero no siempre sucede. En cualquier caso, nunca concibo un encargo como una interpretación personal del texto con el que tenga que trabajar, ya que la ilustración debe funcionar como complemento del artículo, y no de forma independiente sin tener en cuenta la esencia del texto. Los clientes siempre suelen tener palabras clave, o conceptos para empezar a desarrollar y brindarle la dirección al encargo para que mi imaginación no vuele demasiado. Aunque cuando pasa no esta mal. En pocas palabras, soy consciente de que el cliente quiere que haga “mi trabajo” pero sin perder de vista el encargo.

¿Qué secuencia sigue tu proceso creativo?

Cada vez intento que sea diferente. Cada encargo o pieza personal me lo pide por decirlo de alguna manera. Siempre intento hacerme un tablero visual de referencias con cada proyecto que puede tener fotografías, recortes, objetos, palabras, colores. En cualquier caso, siempre trabajo con listas de conceptos de donde salen las palabras clave de las que parto para empezar con los primeros bocetos. De aquí, paso a la fase de pruebas y la digitalización de la idea.

¿Reconoces influencias en tus obras que no son expresamente del mundo de la ilustración (música, cine, libros, series, arquitectura,…)?

Sí, son fuentes de ideas en mi cotidianidad. Tanto la música, el cine, libros, series,… me proporcionan referencias constantes para mi trabajo. Yo lo veo como una forma de amueblar la cabeza de ideas que luego toman forma de alguna manera. Lo veo como un método para mantener activos mis pensamientos añadiéndoles estímulos.

¿Tienes alguna manía o ritual a la hora de ponerte a ilustrar?

Organizar mi espacio de forma diferente, escuchar música electrónica, jazz, o instrumental me gusta mucho para trabajar. Con respecto a los horarios, sí que es verdad que las mañanas suelen ser mas eficaces, pero no para convertirse en manía todavía.

¿Qué redes sociales utilizas? ¿Qué importancia crees que tienen desde el punto de vista profesional?

La verdad soy un poco desastre con esto de las redes sociales. Nunca he estado muy a favor de compartir e idealizar mi vida personal. Con el tiempo estoy viendo la importancia que tienen en el ámbito profesional. Hace un año me abrí una cuenta en Instagram y allí encontré una respuesta muy positiva de personas afines con mi trabajo. El Instagram me ha funcionado como un medio para tener una galería de mis trabajos actualizada. Es una exposición pública constante, que me permite conectar con gente a la que le gustan mis ilustraciones que no conocería sin medios como esta red.

¿Cuáles son tus proyectos más cercanos?

Primordialmente seguir aprendiendo en el terreno de la ilustración y continuar plasmando mis pensamientos a través de este medio. Siempre abierta a nuevos retos y procesos que me pueda encontrar en el camino. Este año tengo la ilusión de autoeditar una publicación que estoy cocinando desde hace un tiempo. ¡Estaré trabajando en ello!

Series ilustradas 2017. Jennifer Tapias Derch.

Ilustración de portada para Vancouver Mag, Noviembre 2017. Jennifer Tapias Derch.

Series ilustradas 2017. Jennifer Tapias Derch.

Ilustración para Foreign Policy Mag, Enero 2018. Jennifer Tapias Derch.

Series ilustradas 2017. Jennifer Tapias Derch.

Portadas para The Lily Washington Post, Julio 2017. Jennifer Tapias Derch.

Edición ilustrada experimental del libro «Crímenes ejemplares» de Max Aub, 2017. Jennifer Tapias Derch.