Eef Barzelay

Toda fiesta de inauguración tiene a su estrella invitada. En Verlanga no íbamos a ser menos y os hemos traído a Micalet Landete (Senior i el Cor Brutal) . Él es fan declarado de Eef Barzelay y, por extensión, de Clem Snide. ¿Quién mejor, pues, para recomendarnos que no nos perdamos su concierto del día 17 en la sala Wah Wah?


CINCO RAZONES PARA NO PERDERSE A CLEM SNIDE
(o a Eef Barzelay, que viene a ser casi lo mismo)

por Micalet Landete (Senior)

Senior-_-Noemí-Elias-Bascuñana

1. El tipo.
Es judío, eso lo primero. Nacido en Haifa, hace ya unos años (aunque es más joven que yo) con un nombre extrañísimo, se fue de pequeño a Boston, luego a NYC y de ahí a Nashville, donde vive ahora. Pero es un judío muy poco estándar. En sus canciones toca su condición religiosa con mucho humor y escepticismo, como si no le quedara otro remedio. Además, la noche que le conocí, cenando, mientras el resto de la banda se declaraba vegetariana y comía ensaladicas, él se hinchaba a morcillas y chorizos al infierno. ¿Dónde te lo metes? le pregunté. El tipo está delgado, enjuto. Es larguirucho, bien plantao. Con mucho sex appeal, aseguran las mujeres. Y verlo cantar es muy gracioso porque pone la cara así de mediolao y hace gestos como que siente mucho cada sílaba que entona, mientras que da saltitos (que incluyen pequeños zapateados) cuando se emociona. Ah, y es zurdo. Eso no se ve todo la días.

2. La voz del tipo.
Casi nada. Qué manera de utilizar las vocales. Cómo canta. El tipo es un grandísimo intérprete. Nunca entona una canción dos veces de la misma manera. Una simple sílaba le permite jugar con la melodía, modelar las notas, transmitir muchas emociones a la vez. Puede ser suave y afilado a la vez. En ocasiones la voz le tiembla que parece que se vaya a romper; en otras, podría atravesar un muro de hormigón. Cada vez canta mejor. Si en sus primeros discos ya lo hacía bien, en su último disco hace unos falsetes y notas agudas que vaya tela. Tienes todo el country en esa garganta. Y eso no se oye todos los días.

3. Las canciones del tipo.

Esa es su mejor arma. Escribe muy bien. Es capaz de reflejar en un par de versos las hazañas y las miserias de la condición humana. En su obra tienes de todo: discos llenos de rabia y mala leche (The Gost Of Fashion) y otros que rezuman amor y ternura (The Soft Spot). De hecho, ha escrito una de las pocas canciones que han conseguido hablar de una manera efectiva de Todo. De La Vida. Se llama La Balada De La Miel Amarga (The Ballad Of Bitter Honey, búscala). Algo al alcance de muy pocos. Y deja estribillos, frases, que llegan y ya no se van. Por ejemplo: nadie sobrevivirà al final del amor. Eso no se escribe todos los días.

4. El repertorio del tipo.
Sí, sé que las últimas veces que ha tocado aquí no han sido demasiado espectaculares. Aquella vez en el Greenspace (qué bien que ya no existe, por cierto) su ego junto con el alcohol pudieron con él. Y luego ha venido revisitando canciones antiguas propias (The Ghost of Fashion) o ajenas (Zuma), decisiones más comerciales que artísticas. Pero es que el próximo 17 vendrá presentando temas nuevos. Songs For Mary está lleno llenito de canciones buenas buenas. Emocionantes, verdaderas, directas. Aunque creo que nunca se le ha ido el pulso a la hora de escribir, este último trabajo supera a los inmediatamente anteriores y tiene canciones que ya no abandonan. Y eso no pasa todos los días.

5. El tipo es mi amigo.