Glamour

Extracto de un flyer de la primera actuación de Glamour, el 24 de julio de 1981 en Barraca.

Fue el disco (o la canción homónima incluida en el mismo) que puso a Valencia en el mapa musical de los ochenta a nivel nacional. Y más allá de la repercusión que tuviera el álbum, «Imágenes» contenía temas como «Ella quiere más», «Ríes y callas» o «Ya no vas a regresar», que al margen de las indudables deudas sonoras, se siguen defendiendo hoy en día por sí solos. Remi Carreres, hoy en proyectos tan sugerentes como Coleccionistas, Mist o Jean Montag, fue el bajista de Glamour y nuestra firma invitada para rememorar aquellos años.

«Imágenes», Glamour (1981, Polygram)

«Imágenes», el primer disco de Glamour, fue publicado en noviembre de 1981. Para entonces, los flequillos asimétricos, los pantalones bombacho y los pañuelos triangulares al cuello ya empezaban a verse en todos los barrios de la periferia, un año antes todo era distinto. En Valencia, el fenómeno de la «nova cançó» que llenaba la plaza de toros en conciertos/mitin empezaba a dar muestras de agotamiento, la música eléctrica estaba representada por grupos que practicaban el llamado «rock urbano», pero una buena parte de la gente más joven que poblaba los barrios populares no acababa de identificarse con ninguna de estas músicas.

La Banda de Gaal éramos un grupo que mezclaba muchas influencias, pero por encima de todo la new wave, Roxy Music y nuestro ídolo: David Bowie. Un concierto en el que compartimos escenario con los primeros Radio Futura nos abrió los ojos. Teníamos las mismas influencias, cantábamos en castellano, pero nuestra imagen y actitud estaban demasiado ancladas en los 70 mientras que ellos brillaban con una luz cegadora debido a lo extravagante y rompedor de su imagen. Y tenían una canción que sintetizaba perfectamente todo aquello, «Enamorado de la vida juvenil».

Nos dimos cuenta que debíamos ir un paso más allá, dejar de preocuparnos por el «que dirán»  de la vanguardia establecida en la ciudad que no entendía la ganas de diversión y el ansia de tener una voz propia de la gente más joven. La grabación de una demo con nuevas canciones coincidió con el golpe de estado del 23F. Una vez recuperados del susto, la determinación de romper con todo aquello era muy clara, éramos jóvenes, queríamos divertirnos hasta límites insospechados, crear nuestro propio universo, explorar y sacarle el máximo partido a la vida nocturna.

A través de un jovencísimo Rafa Cervera contactamos con Esteban Leivas, periodista y productor uruguayo, que huyendo de la dictadura establecida en su país se había afincado en España. Todo empezó a encajar, él descubrió la gema oculta que teníamos en cartera, la canción «Imágenes». Propuso cambiar de nombre al grupo para que la ruptura con nuestro breve pasado fuese absoluta, un póster de promoción del disco «Scary Monsters» me dio la idea: «Glamour», una palabra totalmente desconocida entonces en este país fue la elegida para resumir nuestras intenciones.

En las radios más escuchadas de la ciudad, jóvenes locutores que conducían programas nocturnos empezaron a pinchar la canción todavía en su versión demo, los pinchadiscos que los escuchaban empezaron a incluirla en sus sesiones en las discotecas más concurridas, y así fue como «Imágenes» fue haciéndose popular. Discográficamente no fuimos más que un grupo «One Hit Wonder» pero estuvimos en el sitio adecuado en el momento justo con una canción que resumía el sentir de las clases más ignoradas por las élites de uno y otro lado. Paseando un día por mi barrio (El Carmen) vi un cartel que anunciaba nuestra primera actuación bajo el nuevo nombre. Dos pintadas escritas a rotulador por manos diferentes me hizo ver que estábamos desconcertando e irritando a los representantes de todo aquello que queríamos dejar atrás, una decía «fachas», la otra «maricones».

Este artículo fue originalmente publicado en el numero cuatro de nuestra newsletter Bis que, todos los jueves, llega al correo de sus suscriptores. Para apuntarse gratuitamente ir aquí.