Foto: Eva M. Rosúa.

Foto: Eva M. Rosúa.

Celebrar los veinticinco años en activo, en Valencia, de un grupo de música que, cada vez, entrega mejores discos, y que no ha vivido ningún período de congelación en su trayectoria, no es muy común. Y, por eso, alguien tenía que contarlo. Mariano López Torregrosa tuvo la idea, Carena Editors se sumó al proyecto y Doctor Divago no pudo negarse. El resultado: «En tierra de nadie», un magnífico libro que (junto al documental «Los tontos buenos tiempos») permite diseccionar la longeva carrera de la banda valenciana.

Diez capítulos, uno por cada disco editado, que nos permite ir avanzando al unísono que el grupo a lo largo de los años. Que el mundo de la música tiene sus adversidades y dificultades está a la orden del día, pero es que en el caso de Doctor Divago podría acuñarse aquella tópica frase de que la realidad supera a la ficción. Si alguien cogiera este libro como punto de partida para realizar una película, costaría convencer a sus espectadores de que nada en el guión había sido inventado.

Mariano López ha escrito un volumen exhaustivo, tremendamente documentado y muy bien redactado. Acierta de pleno con el planteamiento inicial de cada capitulo, protagonizado por cada miembro del grupo (extensible a otros músicos, o no, que formaron parte activa de Doctor Divago en otros tiempos), salpicando el perfil de datos personales que acaban confluyendo con el devenir del grupo. El libro se convierte, también, en una panorámica musical de la Valencia de los últimos años, otorgando un reconocimiento merecido a personas (tal vez, anónimas para el fan menos cultivado) que han hecho mucho por las canciones en esta ciudad.

Como delicioso bonus track, «En tierra de nadie» recoge algunas letras de Doctor Divago comentadas por su cantante (y autor de las mismas), Manolo Bertrán. Un lujo que permite acercarse en otra dimensión distinta a la banda y que acaba trazando el perfil completo de un grupo al que el calificativo indestructible se le queda corto.