raw paw barcelona 2015

Waku, Paloma y Alba son Raw Paw. Antes fueron Rabbies. Pero siempre han sido punks. Muchas veces se argumenta que serlo es un actitud. En Toledo es mucho más. Hace un año que subieron a su bandcamp la que es, hasta ahora, su única demo. Nueve canciones entre la new wave más melódica, la rabia riot grrrl de los 90 y los estribillos y coros adherentes. Suyas son las 3 P: Pescado, patatas fritas y punk. Cuando así lo especifica, la respuesta es conjunta.

¿Por qué montar un grupo punk en Toledo?

Raw Paw.- Fue la necesidad de hacer algo que no fuese ir a misa, ir al centro comercial o hacer botellón como borregas.

En vuestra maqueta subida a bandcamp hay un tema titulado «Rabbies», que es como os llamabais antes de cambiaros a Raw Paw. ¿Es un tema recuperado de entonces, un guiño, …?

Raw Paw.- Esa canción al principio se llamaba «Raw Paw» (que es lo que corea Alba al final de la canción), y luego pensamos que ese nombre molaba más para la banda… y como esa canción habla de los síntomas de algún ataque nervioso cuadraba ponerle «rabia» en inglés, que era nuestro nombre entonces. Así que hicimos el cambiazo.

Vuestras canciones por un lado tienen la melodía del punk o la new wave de los 70-80 (The Runaways, New York Dolls, Ramones, Blondie, The Clash,…) y por otro la actitud de las riot grrrl de los 90 (Bikini Kill, L7). ¿Os sentís cómodas entre ambas referencias?

Raw Paw.- Nos gustan tus comparaciones. La gente suele limitarse a compararnos con bandas como Las Vulpess o Bikini Kill. Pero creemos que tu fórmula matemática no está mal encaminada para definir lo que hacemos y no nos molestan esas referencias que dices.

¿Vivisteis aquella eclosión riot grrrl o erais muy jóvenes? ¿Qué recuerdos tenéis de los 90 musicalmente hablando?

Waku.- A mí me pilló demasiado bebé. Mis recuerdos son Oasis y Spice Girls.

Paloma.- Mi recuerdo de los 90 es un casete quemado primero por Bom Bom Chip y luego por las Spice Girl. Supongo que me gustaba eso de una banda multitudinaria en un escenario dando saltos locos… (risas). La eclosión riot grrrl creo que nos pilló demasiado jóvenes, pero a mí me salpicó parte de la metralla de estas chicas en plena adolescencia, ya en la era 2000.

Waku.- ¡Siempre acabamos mencionando a Spice Girls! Van a convertirse en una referencia al final (risas).

Alba.- Como para no. ¡Vivan las Spice Girls! Mis recuerdos musicales de los 90 van de los 0 a los 10 años, así que te puedes imaginar… Las riot grrrl llegaron a mi vida mucho después.

Aunque hay mayoría de canciones en inglés, en la demo aparecen un par con títulos en castellano, aunque luego solo la letra de una de ellas lo es. ¿Seguiréis componiendo indistintamente en ambos idiomas?

Raw Paw.- Sí, hay canciones que son en inglés con nombre en castellano (o viceversa), y esto suele pasar porque a veces en los ensayos nos referimos a ellas con alguna palabra y ya se quedan con ese nombre… Pero sí, seguiremos componiendo indistintamente en ambos idiomas.

La maqueta en cuestión va camino de cumplir un año. ¿Habrá material nuevo en breve? ¿En formato físico?

Raw Paw.- Sí que nos gustaría ya que tenemos algunos temas nuevos. Justo ahora estamos sacando la maqueta en cassette. Hemos sido muy lentas.

En algunas canciones se reconocen préstamos (o guiños, homenajes,…) de otros grupos, pero versiones como tal incluís dos: «Funtime» y «Twist & Shout», ¿por qué las elegisteis?

Waku.- ¡Te diste cuenta de los cachitos que robamos! «Funtime’» es de un disco de Iggy Pop producido por David Bowie, «The Idiot». La original suena muy distinta, es lenta, mecánica y onírica. La escuché en una peli (‘The Hunger’, sale David Bowie también, haciendo de vampiro, peliculón) y me flipó. En la grabación le quitamos una estrofa sin querer, una pena, decía: ‘’No necesito ningún colocón, sólo hago lo que quiero hacer’’ en inglés. La de «Twist & shout» fue un arrebato de volver punk una canción del grupo más famoso y coñazo del mundo (risas).

¿Cómo es vuestro proceso compositivo?

Raw Paw.- Generalmente, Waku llega con una canción en proceso y según vamos ensayando va tomando forma. De hecho, el proceso es lento que te cagas (como todo lo que hacemos). Por ejemplo, ha habido canciones que hemos tocado un montón de veces en directo de una manera y en el momento de la grabación cambiamos algo o añadimos unos coros que se le ocurren a Waku y decimos “hostia, pues así la canción mejora”.

¿Qué es para vosotras el punk en pleno siglo XXI?

Paloma.- Para mí es una forma de vida. No sé como será en otros siglos, pero en este momento creo que el punk es lo único que puede responder mis inquietudes. No es solo una moda o un estilo de música, el punk es una filosofía, una forma de relacionarse, una manera de entender el mundo y de vivir en él.

Waku.- Estoy de acuerdo con Paloma. El punk no está muerto. Con el punk se hacen posibles muchas cosas, cosas que para el mundo occidental sólo se pueden conseguir con mucho dinero y encima despojado de toda autenticidad. Creo que el punk es un chollo (risas). Y además ahora con internet y la facilidad de viajar parece que se ha creado una red internacional bastante potente que me flipa.

Alba.- Para mí el punk es una forma de desahogar rabia, frustraciones, contradicciones… Tanto escuchándolo como tocando.

Punk y feminismo. Feminismo y rock

¿Creéis que el punk sí ha sabido integrar a la mujer o que aún queda camino por recorrer como en muchos otros ámbitos de la sociedad?

Paloma.- Yo creo que el punk siempre ha sabido integrar a todo lo que estaba excluido de la sociedad. Lo que pensaba diferente al orden establecido, tanto en género como en lo social. Desde mujeres, como trans o gays y lesbianas, como discapacitados, inmigrantes, etc . Yo me siento parte de esas mujeres que gracias al punk, se ha atrevido a coger un instrumento, romper unas medias o depilarme o no si me da la gana. Veo que en este escenario la mujer no es la simple corista o la fan que aplaude desde el público. Aún así, siempre queda camino por correr, eso desde luego.

Alba.- Desde luego la mujer se sentirá más integrada en un ambiente punk que en un ambiente católico, pero aún queda camino por recorrer. Más que camino por recorrer, yo diría que habría que borrar el camino y dibujar uno nuevo.

Tocáis en Valencia en una fiesta organizada por el colectivo Furor Uterí, «un colectivo feminista que trata de visibilizar a las mujeres en el punk a través de conciertos y fanzines» (como ellas mismas apuntan en su facebook). Aunque es generalizar (y por ello, os invito a que maticéis todo lo que creáis conveniente), ¿qué opinión tenéis de eventos como este o de otros en los que se prima la presencia femenina en las bandas?

Paloma.- Nuestra experiencia como banda ha sido siempre muy buena y enriquecedora. Participar en este tipo de proyectos siempre ha fortalecidos nuestros lazos con otras chicas haciendo cosas y eso anima. También es verdad que nos gusta ser críticas y nos gusta discutir y reflexionar el feminismo. Hay muchas formas de hacerlo y de luchar.

Waku.- Una vez me preguntaron esto en una entrevista y contesté que «no necesitábamos ayuda como si fuéramos bebés», «eso es una mierda» o algo así… He de decir que estaba borracha y que igual lo dije con la boca muy grande y sin matizar. En ningún momento pretendería atacar estos actos ni faltarle al respeto a las personas que los llevan a cabo. Y voy a aprovechar la pregunta para explicarme mejor ayudándome de lo que he aprendido en este tiempo.

Como bien dice Paloma siempre que nos han invitado a un festi de estos nos han tratado de lujo, hemos conocido a personas interesantes y yo he aprendido bastante. Por lo tanto me encanta que existan y creo que es importante que todo el mundo asista a este tipo de eventos.

Lo que me llevó a decir eso en aquel entonces fue la sensación de «infantilización» de la mujer al crear iniciativas expresamente para darle visibilidad, es decir, no montar un evento con el fin conocer lo que producen las «artistas» (música, arte, fanzines…), sino por el hecho de producir esas cosas bajo su condición sexual, por el hecho de hacer eso no siendo hombres cisexuales. Como que lo importante no era el «producto» (con todo el mundo cultural que genera), sino el sexo del «creador». Esta sensación que me daba a mí todo esto fue lo que me llevó a responder así. Supongo que me parecía una discriminación positiva. Ahora comprendo que darle un espacio a las artistas mujeres por el hecho de serlo no está reñido con el protagonismo de la obra. Pero supongo que lo interpreté como el trato que se le da al niño prodigio, en plan: ¡mira qué bien lo hace para ser un niño! Ahora entiendo que la historia es más bien: Vamos a montar un festival de niños artistas porque la sociedad de forma natural no les va a prestar atención porque se supone que los niños no están educados para hacer esas cosas.

Otra cosa que no me gustaba era a veces notar hostilidad explícita hacia los hombres en estos entornos. Las personas se merecen respeto lleven algo colgando entre las piernas o no, siendo los «beneficiados» del heteropatriarcado o no.

Puede que otro factor que influyese en mi punto de vista fuese mi contexto, a lo que yo estoy acostumbrada. Creo que en el punk siempre han habido mujeres y sobre todo ahora, cada vez hay más (otra cosa es que las bandas que hayan quedado en la «memoria histórica» sean todas de hombres, pero creo que eso ya es fruto de un factor que se sale del mundo del punk y entra en el mundo más general). Esto está relacionado con aquello que comentaba de «el mundo aparte» que supone el punk donde muchas cosas se hacen posible supongo… Por lo tanto, en ese entorno, me cuadraba menos una «necesidad de visibilidad». Pero observando el mundo general y la cultura hegemónica, desde luego que hacen falta estas iniciativas, tienen que ser numerosas, grandes y visibles. Que no se quede en el «underground». Deben de verlo los niños, los viejos, las pijas… Aunque en su momento puede que sólo vean «un grupo de lesbianas haciendo el paripé», algo quedará en su cabeza, una semillita de libertad en su cerebro tan lavado por la religión, instituciones, publicidad…

El feminismo, como toda corriente libertaria lleva un aprendizaje que cada individuo lleva a su ritmo. Ahora que me vuelves a preguntar qué opino de estas iniciativas, diría que me parecen geniales, porque lo son pero creo que es interesante generar discurso sobre estas cosas que planteo para ir más allá todas juntas. Creo que sería bueno reflexionar sobre esto, ya que en realidad nada está escrito, nosotras mismas construimos el feminismo con un discurso vivo y abierto.