Lanuca_pomulo

El orden de los temas determina de manera importantísima la manera en que el oyente percibe y asimila un disco. Y el músico, por regla general, eso lo sabe. Lanuca (Ángela Bonet) ha optado por una canción rasgadora, «Bebe sangre», una especie de nana alambrada, para abrir su debut, un miniálbum de 6 temas autoeditado. Esa primera escucha condiciona de sobremanera el resto. Como si quisiera apartarse de tanta muchacha con guitarra colgada al cuello y reivindicara un sonido agridulce (así le gusta definir su propuesta) en el que voluntariamente se esquivaran las melodías perfectas.

lanuca portadaPero no hay que llevarse a engaño porque en «Pómulo», que así se llama el disco, también hay lugar para esas canciones. La ensoñadora «Pacífico» (con una letra que puede ser una loa al hedonismo, pero que al mismo tiempo transpira cierta inquietud por todos sus poros) o «ABC» (como la anterior con una cadencia marítima muy adictiva realzada por la forma en que canta el último tramo) podrían representar ese otro lado complementario de Lanuca. Entre ambos, actuando como puente de conexión (y cohesión) la instrumental «Pendular» y «Como el humo se va», una oda hipnótica (con aires de copla desgarradora y guitarras afiladas) candidata a hit del álbum.

Pero como decía el ratón aquel con superpoderes, no se vayan todavía que aún hay más. Lanuca coge el «Tú me añorarás» de Bruno Lomas y lo convierte en una mágica y preciosa canción que linda con una suerte de slow core espacial que no desmerece en nada al temazo que es el original. La guinda de un disco, que cuenta con las colaboraciónes de Manolo Bertrán (Doctor Divago) y Dani Cardona (Desguace Café), y que se puede degustar con la misma intensidad siguiendo el orden del tracklist o no.