Foto: Juanfran González.

Foto: Juanfran González.

Soy Nacho López Murria. Autor y director (de vez en cuando actor) teatral. Formo parte de la compañía CanallaCo Teatre, con la que cumplimos 10 años y que actualmente estamos preparando nueva producción para después del verano. He escrito y dirigido varias obras teatrales como «No estamos together», «Azul #15», «Manual de plantas de interior». También he hecho mis pinitos como director de cortometrajes («¡Laura, Laura!» y el corto muy corto y muy friki, «El Afilador»).

1.- La Flamenca (C/ Salamanca, 34)

Siempre voy con mi amigo Carlos, que fue quien me lo descubrió. Un buen lugar para tomarte una botella (o las que hagan falta) de vino blanco, acompañado de unos montaditos de tamaños considerables que te quitan las penas… Recomiendo las croquetas. Rafa, el dueño, acoge con mucho gusto y cariño a los clientes…

2.- Wena Po (C/ Roteros, 20)

«El Wena Po es como viajar al mismísimo México», eso dijo mi hermano y allá que fuimos a probar los «¡NACHOS MACHOS!»… Es el sitio ideal para cenar mucho y gastar poco. Es muy pequeño, pero merece la pena probar los burritos mientras te atiende la dueña que es muy maja y saber que lo que estas comiendo es auténtico. Todo muy de andar por casa (mexicana).

3.- Salaet i bo (C/ Carlos Cervera, 22)

Es el lugar de reunión. De xarretas, etc. Si quieres hablar con Héctor Fuster o conmigo… ¿Dónde tienes que ir? Al «Salaet…» Y algo mágico que ocurre es, que aunque no tengas hambre, la inercia y la atracción del montadito de ensaladilla rusa (posiblemente de las mejores del mundo mundial) te atrapa y ya no hay vuelta atrás… Te comerás uno y luego otro y otro…

 

Este artículo fue originalmente publicado en el numero veintiocho de la newsletter Paladar que, todos los jueves, llega al correo de sus suscriptores. Para apuntarse gratuitamente ir aquí.