Foto: Laura Amado.

Foto: Laura Amado.

Me llamo Diana y yo soy Mi dulce gateau. Esta locura nace de mi pasión por la repostería y mi incansable búsqueda de la receta perfecta para hacer disfrutar a los míos. Gracias a sus ánimos estoy convirtiendo este hobby en mi profesión y después de muchas horas y un gran esfuerzo puedo decir que soy Cake Designer.

El nombre de Mi dulce gateau es un juego de palabras entre gato y pastel en francés, las dos cosas que más me gustan en este mundo. Saco todo el tiempo que puedo para hacer cursos, leer blogs y libros de repostería, de los que descubro muchas cosas nuevas que no paran de sorprenderme y me inspiran para crear nuevas recetas, diseños de tartas y decoraciones para las mesas dulces. Pero de lo que más aprendo es de la gente que confía en mí para endulzar sus celebraciones más importantes, al ver sus sonrisas cuando reciben la tarta, saber que les ha gustado el sabor y que valoran el trabajo que realizo.

Espero establecerme pronto como tienda física, pero aunque a los políticos se les llena la boca con la palabra «emprendedores», en realidad el Ayuntamiento no lo pone nada fácil. Así que por ahora me podéis encontrar en mi página de Facebook.

Un disco: Ahora el que no paro de escuchar es «Algo Salvaje», un disco recopilatorio de Munster que da en el clavo para hacerte bailar.

Una película: «El viaje de Chihiro» es una película que me hace sentir de principio a fin.

Un libro: «Soy un gato» de Natsume Soseki, una novela de otra Era (la Meiji) y que te transporta a otra cultura a través de la vida de un gato sin nombre.

Un serie de tv: Me quedo con «Breaking Bad» sin lugar a dudas.

Una serie dibujos de tv: Soy de la generación de «Bola de Drac» y todavía tarareo la canción de cabecera.

Una revista: Colecciono la Vogue desde el 98.

Un icono sexual: Marlon Brando, no creo que haga falta decir más.

Una comida: Aparte de los dulces (que es obvio), la pasta en todas sus formas, colores y dimensiones.

Un bar de Valencia: El Tulsa Café, entre en él a los 16 años y he pasado allí media vida (o más).

Una calle de Valencia:
La Plaza Lope de Vega, el centro del universo.