La música es la absoluta protagonista de este Vis a Vis. Hablamos de música con músicos. Manolo Bertrán, de Doctor Divago, y Pajarita son nuestros invitados. E, incluso, para cerrar el círculo los citamos en un bar regentado por otros dos músicos, el Let’s Go.

Foto: Miguel Ángel Puerta

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Manolo Bertrán es el líder de Doctor Divago. 10 discos le contemplan y la misma frescura de sus inicios. «Imperio» es su álbum más reciente, con el que además ha empezado aventura discográfica con el sello Bonavena Música. Sigue comprando discos. Sigue yendo a conciertos. Sigue siendo un apasionado por la música.

Norah Alexandra es Pajarita. Una actriz armada con un ukelele y canciones directas, que no simples, que se ha ido haciendo un hueco por la geografía de toda España. Le gusta que su trabajo no se termine en la composición musical y por eso es capaz de confeccionar, artesanalmente, cada una de las portadas de su disco.

INICIOS MUSICALES

Manolo Bertrán- Yo formé el grupo porque me gustaba mucho la música. Yo era fan de grupos y era público de conciertos. Iba a salas como Planta Baja, Gasolinera,… y veía grupos como La Resistencia, Interterror, más tarde Carmina Burana, Los Cuervos, Morcillo, Los Scooters,… gente así que me gustaba mucho. Empecé a ensayar allá por el año 85 y me costó muchísimo montar Doctor Divago porque no acababa de encontrar a la gente, ni de encontrar el sitio, ni nada. Pero bueno, yo iba haciendo canciones hasta que en el año 89 fue definitivo encontrar un batería, porque por aquel entonces no había muchos con los que tocar.

Pajarita- ¿Cuántos años te costó, entonces, montar el grupo?

Manolo- Yo llevaba haciendo canciones desde los 13 años. Y hasta que doy el paso de subir a un escenario perfectamente pasaron 6 años. Igual también fue por un problema de que el escenario no es mi medio natural, no soy un animal de escenario como otros y eso hace que te cueste más llegar.

Pajarita- 6 años. Poca broma.

Manolo- Sí, me costó mucho tiempo. Si ahora tuviera que pasar por eso, no iba a tardar tanto, porque al final acabas rompiendo todas esas barreras y te haces con las riendas de la historia.

Foto: Miguel Ángel Puerta

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Pajarita- Yo soy actriz. Estudié Arte Dramático. Y, siempre, mi asignatura pendiente como actriz era la voz. Por otro lado me gustan mucho los Beatles.

Manolo- ¿Los Beatles? Son mi grupo favorito.

Pajarita- El mío también. Lo llevo tatuado (enseña el tatuaje).

Manolo- Ah, ¿sí? (risas)

Pajarita- Por mi afición por los Beatles siempre he intentado cantar. Mi primer novio tenía un grupo, Beat Jam, que hacían canciones de ellos y con él empecé a cantar un poquito, aunque no, decidí que no era lo mío y lo dejé. Tiempo después estando en Barcelona, hará menos de dos años, de repente apareció, por mi casa, otro chico con su guitarra y tocaba canciones de los Beatles. Yo me puse a cantar y mis compañeros de piso se quedaron flipados. «Pero, ¿tú cantas?». Si yo no lo sabía tampoco (risas). Quedé al día siguiente con este chico, estuvimos tocando y grabamos unos temas. Se los enseñé a un amigo de Palma que tiene un grupo y le dije, «Mira, canto» (risas). Y lo siguiente que hizo él fue regalarme un ukelele. Decidí volverme a Valencia porque en Barcelona no me salía trabajo de actriz, me puse a tocar y fue una locura. Sin saber cantar y tocar a la vez, yo ya estaba sonando en Radio 3.

Manolo- Que bien.

Pajarita- Fue todo muy directo. Enseguida con el Garage Band empecé a grabarme, a investigar un poco,… La verdad es que tengo muy buen recuerdo de todo esto que es de ayer casi (risas). Lo recuerdo como muy emocionante.

Foto: Miguel Ángel Puerta

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GRUPO vs CARRERA INDIVIDUAL

Manolo- Los grupos no pueden perderse mucho en referéndums y debates internos muy largos. Tiene que haber alguien que tome, un poco, las decisiones, pero por supuesto todo lo que afecte a la vida de las personas hay que consensuarlo. No es lo mismo irse a tocar en coche a 500 kilómetros que a 50. O si hay que gastar dinero. O aceptar determinado caché o no. Todo eso se habla. Pero yo, por ejemplo, no le he dicho que hoy me he venido a una entrevista con Verlanga, no hace falta. O se lo digo, pero no lo hago para que se someta a votación. Como digo, no soy partidario que el grupo se pierda en debates eternos para decidir el sexo de los ángeles. Imagino que yo-me-lo-guiso-yo-me-lo-como es más sencillo, pero se correrá el peligro de sentirse a veces solo, ¿no?

Pajarita- Yo me he recorrido, prácticamente, toda España yo sola, de noche, jodida, con frío, constipada, llegando a bolos cuyas condiciones no eran las pactadas, y no tienes a nadie que te apoye, que simplemente te diga «Oye, que le follen, vamos a tomarnos una cerveza» y eso lo echo de menos. Que luego me han pasado cosas muy chulas y conciertos geniales, y ahí también he estado sola.

Manolo- Compartir ese tipo de cosas está muy bien.

Pajarita- Sí, mola, pero más que compartir los buenos momentos, yo he echado de menos tener a alguien cuando he tenido que renegociar determinadas condiciones en un concierto, las 12 horas de viaje a Cádiz,…

Manolo- Claro, claro.

Pajarita- He llegado a tener acompañantes que a veces han venido conmigo. Desde el principio intenté que Pajarita fuera un grupo…

Manolo- Yo te vi tocando en La Caverna una vez e ibas con otra chica.

Pajarita- Tú has visto mi primer concierto. Aquello fue una mierda (risas). Lié a mi mejor amiga, que odia cantar y actuar delante de gente; y también a un chico que había venido conmigo a clase y tocaba el cajón flamenco y en el último momento desapareció. Y se vino otro amigo desde Barcelona que también tocaba el cajón, porque yo estaba acojonada. Y así fue el concierto (risas) Yo no había actuado nunca. Mi amiga no era cantante ni nada. Y el amigo de Barcelona sólo tuvo un día para conocer las canciones. Después he intentado que me acompañara siempre alguien, pero hay veces que no hay feeling con las personas y es mejor dejarlo. Pero yo sí echo de menos un grupo, anhelo tener uno. Y estoy buscando a alguien que me ayude y camine de la mano junto a mí. Porque un año ir sola está muy bien, pero…

Manolo- Además es que el concepto de grupo es muy chulo.

Pajarita- Te llena más que ir sola.

Manolo- Lo que pasa es que hoy en día mucha gente va sola por el problema que supone mover a un grupo.

Pajarita- Sí, pero de verdad, lo ideal es ir un mínimo de dos. Y eso que yo tengo claro que Pajarita soy yo, es mi proyecto. De hecho, acabo de grabar un disco que nunca verá la luz porque dejé a mucha gente hacer cosas y cuando escuché el resultado final eso no era Pajarita. Se había perdido la esencia.

Manolo- Igual más adelante, pasados unos años, lo escuchas y sí lo ves. Pero claro, para un trabajo de presentación que te vaya a definir tiene que ser algo que tengas total seguridad.

Pajarita- Totalmente de acuerdo. Ahora estoy con otro productor y estoy en plan nazi en el estudio.

Manolo- Yo llevo las canciones al local de ensayo y no tengo ningún problema. Nadie me tumba ninguna canción. Ya son bastantes años (risas). Lo que sí hacemos es un trabajo más participativo a la hora de arreglar. No cada uno por su cuenta, sino todos a la vez. Ahí sí trabajamos todos juntos con bastante detalle. A veces, incluso, para decir que algo no entra (risas). Y ese trabajo conjunto me gusta mucho.

Foto: Miguel Ángel Puerta

Foto: Miguel Ángel Puerta

A LA FELICIDAD POR LA TECNOLOGÍA

Manolo- Han cambiado muchísimo las cosas. Cuando empezamos, salíamos reseñados en Ruta 66 o el Rockdelux y como esas revistas se venden en Sudamérica, nos llegaban peticiones de maquetas o discos desde, por ejemplo, Perú. Y mola, claro, pero mandarlo costaba una pasta. Si recibías cinco peticiones de esas era un problema. Y, ahora, es de puta madre. Mandas el bandcamp, o por mail, o por facebook y ya está. Que parece que esto que estoy contando sea del siglo XIX y es de hace muy poco (risas). Pero por otra parte, internet te hace más invisible porque hay muchísima gente haciendo música a la vez y beneficiándose del mismo medio.

Pajarita- Es una herramienta muy potente.

Manolo- Y no se puede renunciar a ella.

Pajarita- Internet es como una guerra. Hay tanta gente haciendo cosas, que lo suben a su facebook, que es como todos luchando por algo. Y al final son las opiniones las que acaban moviendo las cosas. Te vas fiando de gente con la que coincides.

Manolo- La democratización esa de que cualquiera tiene un blog, cualquiera escribe, está muy bien, pero a la vez representa un problema.

Pajarita- Yo recuerdo una crítica que me hicieron en un blog que fue… Era algo así como «Pajarita, hay más de cuatro notas en el mundo. Cállate«. Oye, pues cuatro notas y he hecho un disco. No es tan fácil. Y esas opiniones así, que van a faltar el respeto a mí me molestan. Y en internet hay muchas.

Manolo- Lo que pasa es que, antes, ese tipo de opiniones te las encontrabas, después del concierto, en la barra y ahora quedan por escrito para que el que te busque en google, como el sitio esté bien posicionado, le salga enseguida.

Pajarita- También hay sitios y sitios. Yo me presenté a un concurso para tocar en el Día de la Música. Llegué a estar la primera y mucha gente empezó a dejar comentarios, sin ningún tipo de firma, totalmente anónimos, del estilo de «tienes las rodillas peladas«, «¿a quién se la has chupado?«,… Unas cosas terribles. Y no los borraban. Mi madre entraba y veía como a su hija la estaban poniendo de puta para arriba. Y estoy segura que si hubiera sido un chico no hubiera ocurrido.

Manolo- También hay que intentar pasar bastante de este tipo de historias.

Pajarita- Sí, pero hay veces que cuesta. Y lo que más me dolió es que lo denuncié a los organizadores del concurso y no los retiraron. ¿A ti no te ha pasado nunca?

Manolo- Alguna vez he leído que decían que el grupo era una mierda, pero bueno, pues vale, no tengo nada que decir.

Divarita 04

Foto: Miguel Ángel Puerta

EL PROCESO DE COMPOSICIÓN

Manolo- Yo siempre estoy en guardia, en estado de alerta, por si pasa algo que me sugiere. Soy muy malo para apuntar, así que lo memorizo y cuando llego a casa lo escribo. Y si necesito canciones pues me pongo y hasta que sale. También es cierto que al llevar muchos años, al principio tenía un stock de canciones sobre el que ir trabajando y ahora ya no es tanto. Antes estaba siempre componiendo, ahora no. Me sabe mal, pero es así. Imagino que la vida creativa de cada uno tiene unos topes. Yo, ahora, he terminado el disco y me estoy dedicando a la promo, pues lo normal es que durante los meses que dure no me ponga a componer. Bueno, salvo que me venga una revelación (risas).

Pajarita- Es que también hay que disfrutar lo compuesto, ¿no? Tienes esas canciones nuevas, pues habrá que tocarlas y luego ya habrá tiempo para otras nuevas.

Manolo- Y también que conforme vivimos tampoco da tiempo para mucho más. Porque si estas tocando en directo, haciendo promo, dedicándote a todo, no queda tiempo para componer. Encima somos especialistas en meternos en líos y no decimos que no a nada.

Pajarita- Es que es eso que dices, nos complicamos la vida sin que nadie nos lo pida. Yo, de mi primer disco, dibujé uno a uno la portada de los 300 ejemplares.

Manolo- ¿Personalizado cada uno?

Pajarita- Sí, hecho a mano. Cada uno con un animal diferente y escrito, también, el tracklist. Como para pensar en componer algo. Al principio, e imagino que es normal, era muy prolífica. Cuando empiezas a descubrir las notas es como que todo suena.

Manolo- Las cuatro notas (risas).

Pajarita- Lo que dan de sí cuatro notas, oye.

Manolo- Hacen más muchos con cuatro notas que otros con todas.

Pajarita- Y tanto.

Manolo- También, para componer, hay que aplicarse un poco de disciplina.

Pajarita- Exacto. Saber que una tarde en lugar de quedar para tomar una cerveza, tienes que quedarte en casa a componer.

Manolo- Eso es. Decir hoy me siento, cojo la guitarra y termino esta letra.

Pajarita- A mí ha habido veces que la canción me ha venido de corrido. Y en media hora la he compuesto. Que queda mal decirlo, pero ha sido así.

Manolo- Cuando ocurre eso es genial. Que tienes toda la melodía en la cabeza y te sale directa.

Foto: Miguel Ángel Puerta

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LA NECESIDAD DE COMPRAR DISCOS

Manolo- Sí sigo comprando discos. Pero últimamente, sobre todo, cosas que he escuchado y no tenía, y principalmente discos de ahora y de mi entorno. Y como tengo amigos que son coleccionistas, si quedo con ellos pues acabo comprándome algún single de Los Bravos que me guste. Pero no soy coleccionista.

Pajarita- También compro. Y, además, cuando descargo por internet intento colaborar económicamente. En bandcamp muchas cosas están gratis, pero existe la posibilidad de pagar una cantidad. Me gusta pagar por la música. En los conciertos suelo llevarme el disco si el grupo me ha gustado claro. O poner algo si pasan la gorra.

Manolo- Lo de la gorra es una pasada, se lleva muchísimo ahora.

Pajarita- Yo no lo aguanto.

Manolo- A mí tampoco me gusta, pero empieza a ser prácticamente imposible dar un concierto y no pasar la gorra.

Pajarita- Es vergonzoso. Si estás tocando en un sitio, que te paguen un mínimo para que no tengas que pasar la gorra.

Manolo- Incluso hay sitios que te dicen «un fijo y luego pasamos la gorra».

Pajarita- Prefiero vender discos. Es que me parece un poco humillante. Es como los crowdfunding.

Manolo- Sí, Mendicidad 2.0.

Foto: Miguel Ángel Puerta

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LA VALENCIA MUSICAL

Manolo- La gente, en Valencia, no va a conciertos.

Pajarita- En Valencia no hay educación de ir a conciertos. Tú das un concierto gratuito y en Madrid y Barcelona se llena. Siempre. Y la gente es muy agradecida. Si lo haces aquí casi tienes que pagar a la gente para que vaya y darles las gracias por haber ido, porque no tienen ningún interés.

Manolo- Hay cierto complejo de inferioridad. Siempre lo ha habido. Y lo ha tenido la crítica también.

Pajarita- Y tenemos una educación muy envidiosa. Yo me he dado cuenta cuando he colaborado con músicos de aquí y luego por la espalda me han puesto a  parir. Entre los grupos de aquí no se dan la mano. Hay cuatro que están muy unidos…

Manolo- Camarillas. Pero todos las tenemos. Lo que no sé es si fuera de Valencia, en otras ciudades, existen escenas muy cohesionadas.

Pajarita- Yo he estado muchos años en Barcelona y allí he visto mucha más familiaridad entre la gente, amiguismo, ayudarse entre ellos, se mezclan, se pasan contactos,… Aquí, cada vez que he pasado un contacto a algún músico, no me han dado ni las gracias. Yo con Valencia estoy bastante decepcionada.

Manolo- Luego no hay que olvidar que, por ejemplo, salas cada vez hay menos y con más problemas. Ahora mismo una sala de capacidad media para tocar está el Wah Wah, El Loco y Matisse. Y poco más.

Pajarita- Y con poder de convocatoria Wah Wah y El Loco. Y de aquella manera.

Manolo- Pero es que las salas tampoco son las que tienen poder de convocatoria. Las salas no funcionan como clubes de música. Viven de las gentes que llevan a los grupos. Las salas mucha veces no tienen ni público.

Pajarita- Recuerdo que hace tiempo veníamos al Wah Wah a ver un concierto sin importar quién tocara.

Manolo- Eso está muy bien. En la época de Gasolinera ocurría eso.

Pajarita- Pero eso se ha perdido mucho.

Manolo- También pasa que hoy en día han proliferado los sitios para hacer acústicos porque el formato es más económico para todos. En ese sentido sí que hay muchos sitios en Valencia para tocar en estos momentos. Otra cosa es cobrar.

Pajarita- Y otra cosa es que se te escuche también (risas).

Manolo- Antes la música en directo era una cosa que se valoraba. Digo antes refiriéndome incluso a antes de mí (risas). Y con el tiempo ha ido muy a la baja. A la gente casi le molesta muchas veces. No sé, si va a un sitio donde sabe que hay un concierto, la gente sabe a lo que va. Pero hay veces que hay alguien tocando la guitarra en un bar y, de repente, parece que está molestando. Joder, te gustará más o menos, pero yo prefiero que haya alguien tocando. Aquí se vive muy de espaldas a la música y a la cultura en general.

Verlanga- Sin embargo hay una, llamémosla «escena», en torno a La Residencia que sí funciona. La gente va se programe lo que se programe.

Pajarita- A mí me parece una maravilla lo que hacen. Es lo que más me gusta, ahora mismo, de Valencia. Han sabido mantener un público que es muy fiel. Que saben que van a ver un tipo de música, un género, muy potente. Y funciona. A esa gente le gusta la música, le gusta de verdad y van. Se crea un lugar común. Yo echo de menos cuando iba al Wah Wah o la Velvet porque sabía que allí iba a escuchar mi música. Y eso ya no pasa.

Manolo- También habría que comprobar si esa gente que va a La Residencia es permeable a otros estilos o son un gueto cerrado. Yo no lo sé. Y si otras escenas supuestamente más tradicionales de la ciudad son permeables a aquellas personas que no son tan ortodoxas musicalmente hablando. ¿Se abren a ellos o se cierran y piensan que son unos apestosos?

Pajarita- A mí me dicen que no vienen a un concierto mío porque se duermen (risas).

Manolo- Es que eso es cerrarse. Antes hemos hablado de los Beatles y los Beatles no son sólo un estilo, hacen un montón de cosas, desde «Revolution 9» a «Love me do». Si uno es inquieto y es curioso, culturalmente hablando, se supone que te guste sólo una cosa es un poco raro, ¿no?

Pajarita- Mucha gente, además, funciona con un estilo concreto de música. Este es el mío, no me saques de aquí.

Manolo- Pero si te gusta la música, como digo, hay que ser inquieto. Javi Gafotas, de El Club de Amigos del Crimen, comentó una vez que las generaciones más jóvenes del rock viven muy de espaldas a las antiguas. Por ejemplo, no le hables a la gente más joven de Julio Galcerá porque no lo van a conocer, cuando debería ser considerado un clásico. Y no te vayas ya a Los Huracanes porque … Y si se va perdiendo eso, no construyes nunca. Ningún grupo surge por generación espontánea. Toda la mierda que hemos construído en Valencia a lo largo de todos estos años será una mierda, pero …

Pajarita- …es nuestra mierda (risas).

Manolo- Y si cada vez edificáramos un poquito más pues iríamos construyendo algo. Pero es simplemente hacer lo que hace cualquiera que le gusta la música. Yo cuando empecé a escuchar música me gustaban, por ejemplo, Echo & the Bunnymen o Parálisis Permanente en España. Pero luego, una vez los descubres, te vas hacia atrás. Y descubres a los Doors, a la Velvet Underground, a los Beatles,…Te sigues yendo más atrás, a los pioneros del rock, y descubres a Chuck Berry, Eddie Cochran, Gene Vincent,…Y sigues el viaje hacia atrás. Está claro que ahora ha cambiado la manera de acceder a la música. Antes te podías tirar 3 meses con el «Buena disposición» de Nacha Pop porque no podías conseguir otro. Ahora te bajas 12.000 canciones que, seguramente, no vas a escuchar en tu vida. ¿Qué es mejor? No lo sé. Igual tener a tu disposición toda la música te acaba dando, potencialmente, más posibilidades. Pero escuchar algo repetidamente, durante mucho tiempo, hace que se te queden las canciones en el corazón.

Foto: Miguel Ángel Puerta

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Agradecimientos: Let’s Go Bar Music.