Foto: Tania Castro.

Foto: Tania Castro.

Mi nombre es Ramon Marrades Sempere y soy economista. Lo que me gustan son las ciudades: el invento más interesante, eficiente y complejo de las personas. Por eso, porque busco mezclarme con gente con otros enfoques, y por los buenos maestros que he tenido (el número uno: Josep Sorribes), me dedico a la economía urbana: a utilizar las herramientas de la economía para entender, explicar y gestionar las ciudades ya construidas. El hormigón no me interesa tanto. Tengo la suerte de viajar por trabajo gracias a Urbego (la plataforma internacional de urbanistas de la que soy fundador) y así descubrir, en otras calles, el gran potencial de Valencia. Aquí reparto mi tiempo entre Econcult (la Unidad de Investigación en Economía de la Cultura de la Universitat de València), el estudio a pie del Carme L’Ambaixada (dónde desarrollamos el marco de trabajo «La Ciutat Construïda») y las dosis de optimismo crítico de València Vibrant. Durante casi una década toqué el bajo en la banda 121dB.


Un disco:
Sigo siendo fan de las guitarras noventeras y las buenas melodías. A bote pronto elijo «Very Emergency» de The Promise Ring.

Una película: «Sospechosos Habituales«. No será la mejor de la historia, pero siempre la recuerdo encantado. Además empecé una gran amistad hablando de ella (¡un saludo a Carlos Sánchez si os lee desde Berlín!).

Un libro: Sobre ciudades, Jane Jacobs es imprescindible. En novela, «El Mapa y el Territorio» reúne todo lo bueno de Houellebecq y me encanta la autobiografía que explica el S.XX europeo de Arthur Koestler; pero si tengo que elegir solo un libro me quedo con «Fundación«. Es una divertida coincidencia que alguna gente que conozco se haya dedicado a las ciencias sociales después de leer la crónica ficticia de la humanidad futura de Isaac Asimov. A veces da la sensación de que la economía es solo una versión cutre de la psicohistoria.

Una serie de TV: «Boss». Inmensa la alianza de Kesley Grammer y Gus Van Sant para mostrarnos los entresijos de la política local y la vida del alcalde autoritario y corrupto de Chicago.

Una serie de dibujos: «Los Caballeros del Zodíaco». Intenté volverla a ver y me resultó insufrible, pero es lo que más horas me ha tenido pegado a un televisor.

Una revista: Aunque no sea nada original, es un ritual comprar Monocle y The Economist en los aeropuertos. Soy fiel a Monocle desde que mi primo me trajo un ejemplar en 2008 y simplemente me quedé flipado (¡una revista totalmente global sobre lo que pasa en las ciudades!) y, aunque tiende peligrosamente al advertorialism, me sigue abriendo los ojos. A veces me compro alguna revista bonita, pero me acaban aburriendo.

Un icono sexual: Christina Ricci. Des de que la vi de adolescente en «La Tormenta de Hielo» me tiene fascinado.

Una comida: L’Arròs al Forn, ¡Indiscutiblemente! Después de la Taronja, la Paella y el Allioli debería protagonizar la siguiente gran internacionalización.

Un bar de Valencia: El Bar Ricardo. El mejor bar de tapas de Valencia. Siempre hasta la bandera y con una clientela encantadoramente casposa.

Una calle de Valencia: El Carrer de Baix. Allí está nuestro estudio, un poco más adelante del Jimmy Glass y la tienda vintage del saxofonista Javier Vercher y su pareja.