«Un cuento desgarrador sobre una familia que vive en un mundo ficticio y grotesco en el que se esconde de su cruel realidad». Así define Manu Medina la obra Tullidos (Sala Russafa, del 29 de noviembre al 1 de diciembre) que ha escrito y dirigido. Una trama argumental que arranca con «una familia con un hijo adolescente, ciego y en silla de ruedas, y con una capacidad de manipular a los demás sobresaliente, que reciben la entrega de una niña por parte de una familia que no puede mantenerla».

Hablamos con Medina (creador y fundador de Teatro Brut, metodología de creación escénica para personas con y sin discapacidad, y que se implementa en centros teatrales tanto nacionales como internacionales) de la obra. Le preguntamos sobre varios temas que pueden resultar genéricos, pero que guardan una relación directa con Tullidos y su teatro.

Samuel Becket

En este caso tomo como estructura dramática y línea conductora de la obra, la pieza de Samuel Becket Final de partida, pero dejando de lado y por completo tanto la línea argumental como el perfil de los personajes y el vinculo que les une.

Tullidos no es una obra al uso, esta nos ofrece un mapa humano donde las pasiones se entrecruzan, los deseos y perturbaciones de cuatro personajes y donde al final es el propio espectador el que saque sus propias conclusiones.

Teatro Brut

El teatro Brut es el acto de acompañar al actor con y sin ¿discapacidad?, en la búsqueda de su expresión artística, dándole plena libertad, y ofreciéndole medios para que se exprese lo más ampliamente posible y con sus propios registros.

Es una técnica donde la meta es desarrollar y despertar las capacidades creativas del intérprete para vivir plena y auténticamente el proceso de trabajo del actor.

En el teatro Brut partimos de uno mismo, realizando la labor creativa sin formas artísticas establecidas, respondiendo a una motivación personal y haciendo uso de materiales y técnicas inéditos. El Art Brut, fue concebido por Jean Dubuffet para describir el arte creado fuera de los límites de la cultura oficial, en nuestro caso y partiendo de esto, el teatro Brut, son procedimientos para atrapar la inspiración artística y convertirla en metodología teatral.

La familia

Saliendo de la creencia de que la igualdad es referida a derechos y obligaciones, pero no a las capacidades que tenemos los seres humanos. Hemos de entender el punto holístico de los grupos sociales como motivador o reforzador de las conductas. En eso se basa Tullidos en entender que la familia es en este caso el motivador de vida pero también la castración mas evidente que existe en el ser humano.

La realidad

No todo es oro lo que reluce, una sociedad embriagada por los insatisfacción de los recursos, el empoderado entrenamiento de las artes, convirtiendo así el teatro en comprar y tirar, con el calculo premeditado de solo los beneficios económicos, según lo que nos dice Daniel Innerarity -Paradójicamente, lo que nos diferencia de las máquinas no es la memoria, sino el olvido-. La creencia de cambiar lo verdadero por lo transitorio, la distorsión de la realidad, la ficción como lema, el olvido del significado de la palabra amor entendiéndolo como una moneda de cambio o simplemente estar enamorado del amor.

El teatro no juega un papel diferente. La oferta teatral de nuestro país no es mas que un reflejo de la sociedad en la que vivimos, en la que cambiamos sistemáticamente la palabra entretener por motivar, provocar, razonar, ver las distintas realidades de un pueblo, para convertir a un pueblo en lo que a mi juicio ya es, un pueblo hipnotizado, y por ende una teatro ciego.

Los nombres de los personajes

Una realidad tan cruda y tan cotidiana como la de esta familia nos lleva a resolver en la tragicomedia la puesta en escena. Los vínculos y dependencias establecidas entre ellos nos llevan a la repetición sistemática de comportamientos aparentemente inocuos, que lo que esconde no es más que enormes montañas de dolor.

Babieca es madre y esposa, que en el día de su boda bombardean su hogar y decide seguir vestida de novia pero esta vez con un casco y botas de guerra.

Napoleón fuera de si mismo confunde quien es, con lo que hace, vestido con medias y tacones de prostituta, ama a su esposa y defiende a su hijo.

Felicia, hija adoptada y necesitada del amor de todos ellos, vende su voluntad a los caprichos de las fantasías de otros.

Sólo y ciego y sentado en una silla de ruedas. Solo –es el ultimo personaje que nos preocupa- busca no adaptarse a su propia condición y prefiere manosear la vida de los demás a su antojo.

El público

En medio de la escena mostramos a los actores tal cual son, jugamos con el meta teatro, para explicar que la ficción es un juego que lanzamos desde la realidad. Imaginemos por un momento que observamos por una mirilla la vida de una familia y durante mucho tiempo, y también imaginemos que esta familia no se da cuenta de que les están observando. En esta acción descubriremos las luces y sombras de una estructura familiar, donde no todo es lo que parece, y es aqui lo que el publico puede ver en Tullidos.

Tullidos

Una familia, un lugar y un tiempo indeterminado. La llegada de una persona a esa familia hace que el hijo, ciego y en silla de ruedas, le vea como los ojos y los pies que necesita. Poco a poco se van creando unas dependencias enfermizas dentro del seno familiar. Día tras día todo gira dentro de la monotonía y la permisibilidad, hasta que un día y después de repetir siempre las mismas escenas, los mismos chistes, las mismas conversaciones, hacen que Felicia tome una determinación que cambiará la vida de todos.