Foto: Vanessa Rabade.

Guionistas frustrados, directores alcoholizados y productores al borde de un ataque de nervios son los protagonistas de El Tratamiento (La Mutant, 18 y 19 de octubre). Sobre el escenario, Aura Garrido, Ana Alonso, Francesco Carril, , Francisco Reyes y Emilio Tomé, interpretando a una veintena de personajes, pasando por multitud de espacios y tiempos.

La obra, escrita y dirigida por Pablo Remón, es una comedia que funciona también como una reflexión sobre el paso del tiempo y la voluntad de conjurarlo mediante la ficción. Construida en tres partes o capítulos (“El futuro del cine español”, “El hundimiento del Titanic” y “Cartas desde el mar Egeo”), El tratamiento cuenta la historia de un cineasta frustrado que trabaja dando clases de guion y hace mucho que solo escribe telepromociones para vender electrodomésticos. Pero también es el retrato de varios personajes que comparten el deseo de escribir. A modo de álbum de fotos, vemos lo que fueron, lo que querrían haber sido, lo que son. Lo que escriben y lo que no escribirán nunca.

En la industria cinematográfica, se utiliza el término “tratamiento” para referirse al resumen secuenciado de una futura película. Es un paso previo al guion, que se usa muchas veces como documento de venta. Es habitual que un guionista escriba uno o varios tratamientos y que los mueva por productoras con la esperanza de que se conviertan en películas. La mayor parte de estos tratamientos nunca se producen.