Foto: Carmen Valero.

El Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC) presenta la exposición De Reüll: 1990-2020 dedicada al el Grup de Reüll, colectivo artístico de La Marina (Alicante), con más de 30 años de trayectoria. Enmarcada dentro de la convocatoria ‘Trajectòries’ del Consoci de Museus, la muestra del Grup de Reüll permite analizar el desarrollo de la cultura en la Comunitat Valenciana desde la Transición hasta la actualidad; reconocer una transformación en la figura del artista y su evolución hacia prácticas colaborativas o la acción social así como poner el foco en la labor de este colectivo por impulsar el arte contemporáneo con influencia en todo el territorio valenciano.

De las expectativas generadas con la Transición a finales de los 70 y los 80, a una institucionalización creciente de la cultura. Del presente de mercantilización, a la esperpéntica celebración de la especulación económica y simbólica de los 90 y 2000. La exposición va más allá de una rememoración ordenada. Se busca profundizar en el contexto específico en el que se desarrolla el Grup de Reüll: el espacio periférico, el turismo, la instrumentalización de la cultura. La falta de políticas para las artes visuales, que motivó la creación del colectivo en los años 90, la espectacularización, el disparate especulativo, la rebeldelia frente a la administración, las batallas ganadas y perdidas, el 15M y el arte.

Para el comisario de la exposición, Rafael Tormo, “el itinerario expositivo se plantea como una re-construcción creativa y una metodología curatorial/afectiva a través de aproximaciones a los hechos acontecidos y su vinculación a experiencias reales, yo mismo participé en sus convocatorias, y también formé parte un tiempo del colectivo; y ahora hago este comisariado. Evocamos su recuerdo y hacemos relato”. Tormo reconoce que hay una intención de señalar la necesidad de descentralizar la cultura de las capitales de provincia, mostrando a este colectivo de La Marina como caso de estudio y ha reconocido que se trabaja para mostrar esta exposición también en Alicante, de la mano también del Consorci de Museus.

Tres grandes invernaderos, esculturas en hierro de dimensiones enormes, estructuran la exposición donde se cultiva la cultura. La muestra comienza como un flashback mostrando la escenografía de una obra que no ha podido realizarse. La pieza ‘Danzad, danzad, malditos’ del colectivo Gloria&Robert (Rafael Tormo i Cuenca, Miguel Ángel Martínez, Sandra Gómez y Vicente Arlandis) es una performance fallida consistente en un maratón de baile de 100 parejas.

Las piezas de Rafael Armengol y Josep Renau, entre otros, contextualizan los primeros años de la democracia. Destacan asimismo las obras de Santiago Sierra, Joan Verdú o Ana Navarrete. La exposición exhibe algunos de los documentos que este grupo ha ido generando a lo largo del tiempo; prácticas diversas donde tiene cabida la instalación o el arte de acción, presencial o virtual, como las creaciones del colectivo Kalebarraka en Instagram, ‘Ruinas del futuro’ de Bárbara Sebastián y Jota Izquierdo, o la obra colaborativa realizada dentro del proyecto CraftCabanyal, coordinado por Bia Santos, dentro de la plataforma Salvem el Cabanyal.

Foto: Carmen Valero.

Según Rafael Tormo “se muestran muchas obras que están en los límites de lo que tradicionalmente entendemos por arte o de lo que debería entrar o no en un museo, como la pancarta de ‘Salvem el Cabanyal’ que para mí debería ser una pieza museística”. La exposición incluye un ciclo de cine y algunas entrevistas, desde donde se muestra la imposibilidad de dibujar un relato único de los acontecimientos y cómo la creación artística contemporánea se ha ido relacionando con diferentes intereses y motivaciones alrededor de su desarrollo.

La exposición se podrá ver en el CCCC hasta el 21 de febrero de 2021.

Desde la periferia

Entre 1982 y 1989, tan solo algunos colectivos en las comarcas de Alicante Museu d’Art Extemporani (MAE) y Joves Artistes Plàstics Alicantins (JAPA) hacían de contrapunto a la presencia del arte en tierras del sur. Josep Ginestar, Toni Simó y Tomás Ruiz se conocieron y comenzaron a plantearse cómo promocionar el arte, apoyando a los jóvenes y generando comunidad. En los 90 llegaron las primeras exposiciones y convocatorias públicas con jurados independientes. De Reüll fue el nombre que se eligió para designar el grupo que casualmente coincidió con el nombre de una revista que dirigía Román de la Calle en aquellos momentos.

Se gestionó el Espai Lambert desde 1993 hasta 2005, y diversas propuestas en la calle (Espai Trobat, Llocs Liures, Art i Natura, Temps, Memòria, Formes i Llocs, del 92 hasta 2008) y una publicación: ECO, 97 y 98.

En el 2000 algunas de estas propuestas desaparecieron pero se incorporaron nuevas intervenciones en la Universitat Politècnica de València, en Altea con ‘Mar Clàssica Mar d’Art’, Pedreguer con ‘Petjades a la Dreçera’, El Palau Ducal de Gandia, Oliva con ‘Espais Creuats’… además de otras acciones que han estado vinculadas o han apoyado el colectivo en diferentes puntos de la comarca o fuera de ella como el reciente Festival de fotografía Ojos Rojos, entre otros muchos.