Foto: Luz Soria.

El bar que se tragó a todos los españoles (Teatre Principal, del 23 al 25 de abril) cuenta la historia de Jorge Arizmendi, un cura navarro que, con 33 años, en 1963, decide cambiar de vida, dejar el sacerdocio y viajar a Estados Unidos para aprender inglés y marketing. En Texas, una congregación de escolapios le ayudará a encontrar trabajo como vendedor de aspiradoras.

Escrita y dirigida por el actual director del CDN Alfredo Sanzol, está interpretada por Francesco Carril, Elena González, Natalia Huarte, David Lorente, Nuria Mencía, Jesús Noguero, Albert Ribalta, Jimmy Roca y Camila Viyuela. Basada libremente en la vida del padre del propio Sanzol, el texto es un homenaje a todos los hombres y mujeres que en aquellos años decidieron cambiar de vida y se arriesgaron a hacerlo.

A principios de los 60, promovido por Juan XXIII y Pablo VI, la Iglesia católica promovió una pequeña revolución al facilitar los procedimientos que concedían la dispensa a aquellos sacerdotes que querían dejar de serlo. Miles de sacerdotes se acogieron a ello por una u otra causa, y esta es la historia de uno de ellos. No hay que olvidar que salirse de cura en la España de 1963 suponía un seísmo personal, familiar y político.

Esta producción es el primer proyecto de Alfredo Sanzol al frente del Centro Dramático Nacional, siendo su objetivo número uno al frente de esta institución el de promover la dramaturgia contemporánea española, para poder dar voz a aquellos que no la tienen, y también a aquellos que no la tuvieron. La historia de Jorge Arizmendi es una historia de crecimiento y transformación personal, y lo es también de toda una sociedad.