La depresión, la neurosis, la soledad o los trastornos conviven en los márgenes de la sociedad, personas que padecen enfermedades mentales y que han sido apartadas por ser diferentes o no interesar. La obra Vesània (Teatre Rialto, del 9 al 12 de junio) recoge el testimonio de todas estas personas en una puesta en escena distópica. La compañía Contrahecho Producciones, conocida por sus espectáculos de carácter social, es la encargada de este proyecto, que cierra la temporada de la sala valenciana

Rosanna Espinós, Alberto Baño, Pilu Fontán y Vicent Pastor se suben al escenario para dar voz a diferentes personajes que son reflejo de la propia realidad, personas vulnerables que la sociedad ha apartado o encerrado, y en las que los espectadores pueden verse en muchas ocasiones reflejados.

Una pieza en la que se combinan momentos dramáticos, con otros de humor para abordar temáticas como la religión, la política, el estado de bienestar, la violencia, la guerra, el mercado o la globalización. Una propuesta comprometida, en la que el público podrá sumergirse gracias a una puesta en escena ágil y sorprendente, mediante la creación de imágenes y el movimiento actoral.

Eva Zapico firma la dirección de Vesània, que pretende mostrar una realidad. “Es una manera de reflexionar sobre la marginación social, para darles voz y visibilidad. De alguna manera, podríamos decir que estamos hablando de la salud mental de la sociedad. Y jugamos en un espacio escénico minimalista, un limbo que nos permite ir más allá para poner voz y cuerpo a las víctimas marginales, y mostrar a las y los espectadores otras realidades sobre las que, al menos, cuestionarse”, explicaPilu Fontán, intérprete y productora de este espectáculo.