Rito. Foto: Germán Antón.

El Festival 10 Sentidos vuelve a reivindicar el Monasterio de San Miguel de los Reyes como espacio idóneo para la danza, el teatro y la música eligiéndolo para iniciar en él su programación escénica, plagada de propuestas multidisciplinares que se podrán disfrutar de septiembre a diciembre. La compañía OtraDanza presenta hoy jueves, a las 20 horas, Rito, un espectáculo que se desarrollará con una escenografía espectacular en la iglesia del edificio.

Rito, de Otra Danza es una idea de Asun Noales y Susana Guerrero, directoras del proyecto. «Es la celebración de un mito, de una historia fabulosa que nos explica, sin palabras, aspectos de la condición humana y de las fuerzas de la naturaleza. El carácter simbólico de esta producción artística compleja cobra forma a través del cuerpo, la escultura, la luz, y el sonido, usando como aglutinante y médium la coreografía y la instalación», explican desde la compañía.

El Monasterio de San Miguel de los Reyes se convierte en uno de los enclaves imprescindibles de la IX edición, la dedicada a los Soñadores, y demuestra de nuevo las capacidades que tiene como centro cultural, un empeño en el que se ha esforzado el Festival 10 Sentidos en los últimos años llevando hasta él piezas únicas e inéditas en València como Giulio Cesare. Pezzi Staccati, de Romeo Castellucci; AquaSonic de Between Music; o Go Figure Out Yourself de Última Vez / Wim Vandekeybus.

«Parte del éxito del festival se debe a que permite a los ciudadanos conocer nuevas caras de algunos de los espacios emblemáticos de la ciudad gracias a las propuestas que programamos. Esa comunión ha dado frutos extraordinarios en todas las ediciones en que hemos podido contar con este imponente edificio», ha explicado Meritxell Barberá, una de las directoras de 10 Sentidos.

En la sede de la Biblioteca Valenciana se podrá ver en noviembre además la obra Halab, de Sol Picó. La coreógrafa y bailarina regresa a la ciudad con este montaje que interpretan 24 bailarines estudiantes de danza. Halab, el nombre que recibía antiguamente la ciudad de Alepo en Siria, pretende sensibilizar y dar visibilidad al drama humanitario de los refugiados que cada día arriesgan sus vidas en el mar Mediterráneo para huir del terror de sus países de origen.