La Sala Parpalló del MuVIM presenta, hasta el 1 de diciembre la exposición Manolo Millares. Circa los cincuenta (Buscando la dimensión perdida). La muestra incluye 26 pinturas inéditas del artista canario Manolo Millares y una selección de sus obras tempranas de los cincuenta. Entre estas encontramos muros, pictografías, pinturas y sus primeras arpilleras. Desde su mítico autorretrato Fou Mad (1950) hasta piezas fílmicas y musicales vinculadas a Millares.
La exposición está comisariada por Alfonso De la Torre, que ha apuntado que el título de la exposición «habla del viaje de Millares desde sus primeros encuentros con las pinturas de Van Gogh, impresionistas, hacia la modernidad». En sus inicios, Manolo Millares pintó paisajes, cuadros de figuras y retratos, pero a partir del 1949 su arte da un giro y comenzó a dedicarse a la pintura abstracta.
El artista estuvo vinculado a Valencia, donde promovió iniciativas clave para el desarrollo del arte abstracto. En 1956 organizó en el Ateneo Mercantil-Instituto Iberoamericano de Valencia la exposición Arte Abstracto Español. I Salón Nacional de Arte no Figurativo. Esta exposición marcó un hito en la difusión del arte no figurativo en España. En 1957 se convirtió en uno de los fundadores del grupo El Paso, un colectivo que defendía el arte abstracto frente a la tradición figurativa.
Manolo Millares es considerado un renovador del lenguaje plástico en España. Su obra es una exploración de materiales como madera, tejidos y restos cerámicos. Millares utilizaba el hilo como una forma de escritura. Muchas de sus obras están realizadas con sacos agujereados, tela, cuerdas y objetos sacados de la basura. A estos materiales, luego les aplicaba una gran capa de pintura chorreante. Además mantuvo una actitud de constante búsqueda e investigación más allá de la pintura convencional. Indagar más era lo propio de la época y Millares lo llamó la búsqueda de la dimensión perdida.