La instalación de Reyes Pe prepara al espectador para la pieza de Christine Cloux, atravesando la piel con el baile de las manos y despertando los sentidos en el vestíbulo antes de abrir los ojos.

El próximo jueves 11 a las 19 h, la Sala Carme Teatre (Carrer Gregorio Gea 6, València, 46009) acoge la inauguración de El gesto de tocar, una propuesta de Reyes Pe que transforma el vestíbulo del teatro en un espacio sensorial e inmersivo. La instalación invita al público a cruzar un umbral físico y simbólico donde el arte se descubre desde el contacto, la textura y el movimiento. Concebida como preludio, la pieza introduce a los espectadores en la programación de la sala y en especial en la obra Opus de Christine Cloux, que se representa estos día en  esta sala.

El recorrido comienza con una cortina con orificios que los visitantes deben atravesar para acceder a un conjunto de superficies evocativas. Según explica la artista, «la experiencia del espectador es central en la obra: su gesto y su interacción sensorial son cruciales para activar y dar sentido a la instalación». La propuesta apela a la percepción corporal y al tacto, lo que la autora define como atravesar una “cuarta piel”.

El cuerpo se convierte en eje de la propuesta. «Los cuerpos son muchas cosas. El cuerpo como tal es el objeto», afirma Reyes Pe, que rechaza las etiquetas disciplinares: «No me encasillo en ninguna disciplina porque no creo en eso como concepto». En El gesto de tocar confluyen escultura, performance y arte interactivo, en una apuesta interdisciplinar.

La comisaria Teresa Juan destaca la dimensión sensorial de la obra: «Se permite tocar, palpar, acariciar, pulsar; ceder al tanteo de las manos, guiarse por la gramática del tacto». Subraya además la importancia de entrar sin los ojos y dejarse guiar por la proximidad y el gesto. En sus palabras, la instalación genera «una reunión, un aquí común, un espacio compartido desde la caricia y el roce» en el que «piel y piel hacen piel».

El público está invitado a tocar, oler, escuchar y activar la pieza desde la experiencia corporal. «Un gesto es necesario para que esa pieza exista», recuerda Reyes Pe, que reivindica la necesidad de entrenar los sentidos y propone «entender el mundo desde las manos o desde lo sensorial, directamente».

Opus es una propuesta escénica de la coreógrafa suiza Christine Cloux, reconocida con el Premio Max 2024, en colaboración con la compañía La Taimada. La pieza explora la relación efímera entre el cuerpo y la mirada, utilizando escenas tipo zapping para crear una atmósfera densa y sugerente que se diluye poco a poco, generando una sensación de extrañeza.