El Museo de Bellas Artes de València presenta la primera exposición monográfica de Pedro Orrente, figura esencial del Siglo de Oro español.

El Museo de Bellas Artes de València acoge hasta el 12 de octubre la primera exposición monográfica dedicada a Pedro Orrente (Murcia, 1580 – València, 1645), uno de los grandes maestros del Siglo de Oro español. La muestra, titulada Pedro Orrente. Un artista itinerante en la España del Siglo de Oro, reúne 56 piezas, de las cuales 46 son del propio artista, y pone en valor su contribución al desarrollo del Barroco en València.

Contemporáneo de El Greco, Velázquez, Ribera y Zurbarán, Orrente tuvo una influencia decisiva en figuras como Francisco Ribalta o Jerónimo Jacinto de Espinosa. Su estilo, profundamente marcado por el naturalismo y la tradición italiana —en particular por Caravaggio y los Bassano—, se refleja en obras que combinan escenas bíblicas populares, retratos de animales hiperrealistas y composiciones monumentales.

La exposición se estructura en siete ámbitos temáticos que recorren su evolución artística, desde sus influencias hasta su dominio del dibujo. Entre las obras más destacadas se encuentra el Martirio de San Sebastián, procedente de la Catedral de València y recientemente restaurado, y el Milagro de Santa Leocadia de la catedral de Toledo, expuesto por primera vez en más de cincuenta años. Ambas piezas datan del periodo de madurez del pintor, en torno a 1614–1616, y han sido consideradas por el comisario José Redondo como «dos de las obras maestras de la pintura española del Siglo de Oro».

La muestra también incluye obras de Francesco Bassano, Paolo de Veronese y El Greco, así como piezas de los valencianos Juan y Francisco Ribalta y Espinosa, que dialogan con la producción de Orrente. Además de las piezas del propio MuBAV, han colaborado 17 instituciones españolas, entre ellas el Museo Nacional del Prado, la Biblioteca Nacional, Patrimonio Nacional, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el de Murcia, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el Museu Nacional d’Art de Catalunya y el Museo de Santa Cruz de Toledo. También han cedido obra diversas instituciones religiosas, como la iglesia de San Juan del Hospital de València y el Colegio del Patriarca.

La dimensión artística de Orrente se revela también en su obra gráfica. La última sección de la exposición reúne 15 dibujos, la mayoría procedentes de la Biblioteca Nacional, como el destacado David con la cabeza de Goliat. Algunos de ellos se presentan junto a las pinturas finales, lo que permite apreciar el proceso creativo del pintor.

Redondo destaca la capacidad de Orrente para explorar registros insólitos dentro del Barroco español. Más allá de su faceta como pintor de escenas religiosas, fue pionero en el desarrollo del paisaje con influencia veneciana y en el género nocturno. Su tratamiento del cuerpo humano, de gran sensualidad, y el monumentalismo heredado de la tradición romana, dotan a su obra de una intensidad emocional que no siempre fue comprendida por sus mecenas en plena Contrarreforma.