
Precedentes como por ejemplo La familia Addams, los Minions o la saga de Gru, Mi Villano Favorito confirman que los niños y niñas también disfrutan de la comedia negra, con un punto irónico y personajes que limitan entre aquello siniestro y tierno. Además, las películas de Pixar han demostrado que las historias infantiles también pueden enamorar los adultos. En esa línea se plantea Abocador, la nueva producción de Bramant Teatre, que se estrena del 9 al 11 de enero en el teatro Escalante y que se toma muy seriamente al público más pequeño para reír con él.
Haciendo gala de cierto sarcasmo y de mucha imaginación, llega a la cartelera valenciana una comedia para espectadores y espectadoras de 7 a 100 años, que transcurre en el lugar menos atractivo: el vertedero de una ciudad. Los humanos abandonan allí lo que consideran que ya han amortizado, sin ser conscientes de que elegir el contenedor adecuado puede significar un buen tratamiento de los residuos en una planta de reciclaje. Y, en consecuencia, una segunda, tercera o ¡cuarta vida!
En una sociedad consumista y opulenta, el escenario de esta aventura teatral es un lugar caótico donde todo es posible, donde elementos como una botella de vidrio, una de plástico, un bote de espray, una pila, un diario viejo, una fregona y una fresa que ha pasado demasiados días fuera de la nevera pueden cobrar vida y transformarse en divertidos personajes interpretados por Marta Santandreu, Ana Burguet, Saoro Ferre y Tomás Verdú.

Un vertedero que podría ser el patio de una escuela, un barrio, una oficina…
La frase hecha ‘reciclarse o morir’, en el siglo XXI se ha transformado en ‘reciclarse y sobrevivir’. Es precisamente el que busca Cristall, una botella de cava que llega al vertedero dentro de una bolsa de basura mal clasificada, junto a unas latas de cerveza y los restos de pescado de una cena. Glamurosa, aspirante a artista de cabaré, hará todo el posible para encontrar el camino hacia un contenedor verde que la lleve a una planta de reciclaje de donde salir transformada, reluciente y lista para empezar de nuevo.
Parecido es el objetivo de Gran Titular, un diario con noticias caducadas que ya fue árbol en otra vida y que ahora desea convertirse en un vistoso papel de regalo. Pero para eso necesita llegar al contenedor azul.
Abandonados en medio de una de las montañas de desechos, se encuentran con Pal de Fregar, acostumbrado a esconderse para escapar de las incineradoras que queman la basura hasta transformarla en ceniza. Y con Maduixa Podrida, una tierna fruta que, de haber llegado al compost, hubiera servido de abono para plantas y cultivos.
Cómo en todos los lugares, en el vertedero también hay ‘elementos tóxicos’. Los villanos de esta historia son Plàstic, una botella de PVC que se siente indestructible; Sprai, un bote lleno de gases y ganas de contaminar; y Voltia, una pila con ínfulas dictatoriales que sueña con que su mercurio traspase el suelo para extenderse e intoxicarlo todo a su paso, hasta llegar a la playa y el mar.
Completa la galería de personajes Violeta, una niña inteligente y valiente, que llega al cementerio de desechos buscando una cazadora que su hermano ha tirado a la basura sin pedirle permiso ni clasificarla correctamente. Allí conocerá a estos alucinantes personajes y se dará cuenta de que hay que evitar la contaminación – en todos los sentidos – y de que los grandes cambios empiezan con gestos pequeños, como elegir el contenedor adecuado.
Un espectáculo reciclado
En 1998, Pavana Produccions estrenó un montaje de este texto escrito por Paco Zarzoso, Rafael Calatayud y José Manuel Rambla. Una obra que, casi 30 años después, vuelve a los escenarios ‘reacondicionada’ por las aportaciones de Jerónimo Cornelles y con el espíritu del reciclaje desde la misma concepción del espectáculo, tanto en el vestuario como en la escenografía. También en las versiones – a veces muy particulares – de éxitos de Disney como Pocahontas o La Bella y la Bestia, junto a hits de Karol G, de los divertidos números musicales.
Todo es susceptible de transformarse y tener una nueva vida en el Abocador de Bramant Teatre. Incluso el público, después de ver la función.












