Dos hermanas. Un desahucio. Las páginas de un periódico. Son algunas de las pistas sobre las que se articula «Y si hablaran de nosotr@s«, obra escrita por Anna Albaladejo. Un montaje (del 25 de septiembre al 5 de octubre en Espacio Inestable) que «surge de un proceso anterior en el que quería hablar de cómo la llamada gran CRISIS actual genera muchas crisis con minúsculas en las personas concretas. Y sobre todo, me preguntaba si los medios de comunicación, que recogen y magnifican esa CRISIS con mayúsculas, están dando cobertura y respuesta a las pequeñas crisis de la gente. Entonces me planteé un juego. A partir de un periódico concreto, El País del 6 de junio de 2013, intenté construir unas escenas que recogieran noticias de las diferentes secciones (Economía, Sociedad, Pasatiempos, Nuevas Tecnologías etc.) y desde ellas hablar de las vidas de dos personajes, dos hermanas, en mitad de una crisis concreta que es el desahucio de su casa. De esta forma trataba de construir la microeconomía, la microsociedad, los micropasatiempos… de estas 2 hermanas. Así construí una dramaturgia que se desarrolla por secciones de un periódico, escenas en las que los personajes tratan de entender su situación y escribir su propia noticia, el testimonio de sus vidas», explica la autora.
Maribel Bayona y la propia Albaladejo dan vida a esas dos mujeres que tienen que hacer frente al problema de la vivienda. Victoria Salvador se ha encargado de las labores de dirección de actrices, un trabajo que, como reconoce la segunda «ha sido precioso y muy provechoso. Por un lado, ella me ha ido ayudando a reescribir el texto para ajustar los juegos dramatúrgicos, e incluso las frases, para darle más fuerza y carnalidad a los personajes. Personalmente me ha ayudado a relacionarme actoralmente con mi personaje y superar la distancia conceptual de la escritora. Me ha ido obligando a bajar a tierra a los personajes y el conflicto, para buscar ese lugar desde el que sentir y desde el que podemos comunicarnos con el público. Por otra parte, creo que ella ha ido integrando muy bien ese código complejo que yo le planteaba insertando visuales que no solo organizan la estructura dramática sino que también cuentan o forman parte del espacio interior de los personajes. Así que creo que el trabajo se ha enriquecido en la conjunción de las propuestas que cada una sabe hacer».
El hecho de que la historia esté tan vinculada a la realidad podría haber contaminado el proceso creativo, tentando a incorporar noticias que fueran surgiendo en los medios de comunicación. Anna Albaladejo reconoce que encontró alguna que otra que se podría haber añadido al texto definitivo, pero que «finalmente no lo he hecho porque me daba cuenta de que en esencia seguía sugiriendome las mismas emociones y reflexiones que ya estaban en la obra. Lo que sí hacíamos era comentar muchas noticias en los ensayos, eso vino como necesidad y creo que ese mismo interes por la actualidad ha ido construyendo a estos personajes interesados por el mundo y su lugar en él».
Esa actualidad, esos medios de comunicación, son reflejados por un montaje audiovisual que acaba convirtiéndose en un personaje más de «Y si hablaran de nosotr@s». Juan Domingo se ha encargado del diseño y realización del mismo. «El trabajo comenzó con una propuesta muy concreta y con una gran carpeta cargada de imágenes que acompañaban al proyecto que me envió Anna. A partir de ahí comencé a trabajar tratando de no perder ese espíritu inicial, pero acercándome a mi propia visión de la obra. Indicaciones he tenido todas, y en unos casos he sido más fiel a esa idea inicial y en otros he tenido una interpretación más personal, saltándome todas las indicaciones. Pero bueno… en general puedo decir que he estado muy contenido». Durante su elaboración tuvo muy claro cuales eran los referentes a tener en cuenta. «Por un lado estaba la prensa escrita. Las actrices se convierten en protagonistas de su propia noticia, y para ello tenía que conseguir convertir el escenario en una gran página de periódico. Así que muchos referentes estéticos son tanto de la prensa escrita como de la digital. A su vez también era necesario transmitir como el mundo digital se había convertido en algo casi más real que el propio mundo exterior para ellas, de ahí que otro recurso fuese el uso de todo tipo de iconos que figuran en las app, páginas web, etc. que comparten con ellas el espacio en escena».
Domingo no esconde su desafección por unos medios de comunicación que parecen haber olvidado su verdadera misión. «La prensa siempre ha tenido debilidad por tratar de escribir o decir, lo que sus lectores o espectadores quieren oír o leer. Saben que según sea la ideología de uno u otro lado, el público necesita sentirse afianzado en su forma de pensar, y saber que es poseedor del afortunado don de tener la razón. Quizás últimamente la cosa haya empeorado, y ya exista tal mezcla de presiones por tantos lados, que la prensa haya perdido definitivamente su sitio. Amiga de familias dentro de cada partido, zarandeada por los huracanados poderes económicos y deudora de préstamos con intereses más allá de lo tangible, ha terminado por presentarse como un referente poco de fiar».
Ahondar en esa relación entre emisores y receptores y la llamada era de la información era otro de los objetivo de Anna Albaladejo cuando escribió la obra. «Sospechaba que muchas veces estar sobreinformado es una especie de narcotizacion que genera una ilusión de control y seguridad sobre lo que nos pasa». Una anestesia social contra la que también se puede luchar desde encima de un escenario, aunque las condiciones cada vez sean más difíciles. «Veo un momento muy complejo, no solo para el teatro sino para la cultura en general. El sistema público está hecho trizas y esto está hundiendo a muchas compañías y creador@s».