Foto: Josep Escuin.

«Anhel se adentra en la esencialidad animal, en la crudeza de los cuerpos, en la vulnerabilidad humana y en la belleza del deseo. Un pasaje mágico y baconiano. Un delicado ejercicio de ternura y afecto». Tres frases bastan para definir, contextualizar o transmitir las emociones del montaje que este sábado, 13 de mayo, llega a La Mutant.

Un punto de partida que pedía a gritos saber más antes de que se alzara el telón. Pistas no tanto de su argumento o de lo que fuera a ocurrir encima del escenario, sino de las sensaciones de todo el equipo y de cómo han vivido su participación en el proyecto. Cristina Gómez (Albacete, 1979), su alma mater, aceptó nuestra propuesta y nos ayudó a recopilar las experiencias de quienes han participado y colaborado en su puesta en escena.

Anhel obtuvo los premios a Mejor Espectáculo de Danza, Mejor Dirección Coreográfica (Anna Estellés y Cristina Gómez) y Mejor Bailarina (Paloma Calderón) en los Premios de las Artes Escénicas Valencianas 2022.

En La Mutant, Cristina Gómez estará acompañada en el escenario por la bailarina Ana Lola Cosín. Al terminar la pieza se proyectará el cortometraje Inland, dirigido por Gema Iglesias y la propia Gómez, quien además lo interpreta junto a Paloma Calderón.

Cristina Gómez (Idea, Dirección Artística, Danza e Interpretación, Producción)

En la producción también colabora Helena Gómez.

Para mí, Anhel ha sido una especie de accidente y a la vez, un gran regalo. Ha sido accidental porque surge de un abrazo, en un momento en el que se desaconsejaba tocarse, y porque empiezo el proyecto como un experimento, casi como un juego, con alguien que es ajeno a la danza y a las artes escénicas. Por el camino yo me accidento literal y acabo en el hospital con un pómulo hundido, sin poder estrenar, en algún punto mi compañero decide abandonar…En fin, que ha sido un viaje procesual con muchas curvas, pero a la vez como digo ha sido y es un gran regalo y un gran reto. Además, a nivel temático y estético, ha supuesto una vuelta a mis orígenes creativos, a las cosas que me interesaban cuando empecé a bailar que tenían más que ver con la deformación, enajenación y animalización del cuerpo que con bailar bonito y en cuentas.

Anna Estellés (Dramaturgia y Dirección Escénica)

Anhel es un pasaje sobre la existencia, los vínculos, la vulnerabilidad y el deseo. Es un alegato a lo salvajemente bello de la vida, desde la crudeza del ser. Es un espectáculo irreverente, pornográfico, que transita por lugares escondidos, olvidados y molestos. Anhel es mi primera colaboración con la creadora y bailarina Cristina Gómez. El adentrarme en un proyecto ajeno al mío y trabajar en la dirección, es como ser una doula en un parto. Un acompañamiento y a veces, una danza a dos. Como creadora y directora de escena, mi gran reto es sacar del creador/intérprete su máximo potencial sin llevarle a mi terreno, respetando su individualidad. Arriesgándonos juntas y a la vez explorando nuevos territorios. Colaborar con otros creadores y creadoras, es siempre una gran oportunidad para profundizar en nuevos lenguajes y aunar imaginarios, miradas, movimientos, espacios e incertidumbres…

Paloma Calderón (Danza e Interpretación)

En La Mutant será sustituida en el escenario por Ana Lola Cosín, debido a que acaba de ser madre.

Anhel es uno de los procesos de creación más interesantes en los que he participado hasta ahora, Cristina trabaja sin codificar los pasos al milímetro, ella plantea unas texturas y materiales de movimiento que se trabajan en cada ensayo y desde ahí y con ese variado, pero acotado “abanico”, en escena ambas vamos componiendo instantáneamente.

Por eso, la obra cada día se vive de modo diferente y solo funciona cuando conectas con la parte más existencialista del ser: la instintiva, la vulnerable, la salvaje, la que está en el presente y no se preocupa por el devenir… En Anhel no te puedes agarrar a los recursos que sabes que siempre te funcionan en escena, aquí la escucha ha de estar al 200% y no queda más que vivir el fracaso como una oportunidad, como algo bello e inusitado. Todo un reto como intérprete.

Carlos Molina (Iluminación y Espacio Escénico)

Encender las luces de Anhel ha sido adentrarse en distintas densidades atmosféricas en las que piel, carne y pelo son protagonistas de una cruda y a la vez, delicada ensoñación. Tomando como referencia las pinturas de Bacon, Goya, Caravaggio, el cine de Kubrick y Lynch y trabajos míticos de Pina Bausch he diseñado un espectro luminoso en el espacio que ayuda a que los cuerpos de las intérpretes aparezcan abruptamente rotos, sumando visceralidad y misterio a la propuesta coreográfica y conformando una partitura pictórica-cinematográfica acorde con el concepto original de la obra: el deseo.

Edu Comelles (Música)

No toda la música de Anhel es suya pero gran parte sí. Comelles se ha encargado de la mezcla de sonido y de seleccionar algunas aportaciones musicales que se escuchan en el montaje.

Como músico y artista sonoro, para mí Anhel es la posibilidad de entrar por primera vez en contacto con la danza contemporánea a través de mi música. Es la posibilidad de abrirme a un mundo de interpretaciones de mis composiciones a través de un lenguaje físico y con una visceralidad muy particular. A la vez es un bonito contexto para confirmar que, a pesar de la distancia académica entre disciplinas (las del arte, la música y la danza), hablamos lenguajes muy parecidos e incluso idénticos aunque unas operemos con sonidos y otras con gesto y cuerpo.