Hablar del suicidio sin tapujos a través de la comedia. Ese era el desafío que la actriz y dramaturga Paula Llorens tenía en mente cuando comenzó a dar forma a El abrazo de los gusanos, el espectáculo de Cactus Teatre que se podrá ver del 31 de marzo al 3 de abril en la Sala Russafa.

Sobre el escenario, dos personajes cansados de vivir, encarnados por la propia Llorens y Sergio Caballero, también director de la pieza, y obligados a colaborar para escapar de la habitación de hospital que les impide poner punto final a sus existencias.

Otro tipo de colaboración es la que les pedimos desde Verlanga para este artículo. Dado que Paula firma el texto y es el 50% de la interpretación, y Sergio el otro 50 y responsable de la dirección, se nos ocurrió que la mejor manera de conocer la obra desde dentro era que se entrevistaran entre ellos. Aceptaron el reto y este es el resultado:

Paula Llorens: ¿Qué pensaste la primera vez que leíste el texto y qué fue aquello que te atrajo para aceptar participar en el proyecto?

Sergio Caballero: Que era necesario montar la obra y sacar a esas personas de su túnel mental. Me atraparon sus personajes tan opuestos y toda la mochila que traen. Es un placer para un actor disfrutar de personajes ricos de matices y con un arco tan brutal encima de un escenario. El tema, por supuesto, tan necesario. Hablar de la salud mental, del suicidio de una manera tan clara. Con mucho humor, ternura, cruda realidad y respeto; dejando una reflexión y una luz al final del túnel al espectador.

Paula: En las primeras lecturas como director, ¿cuáles fueron las primeras ideas o imágenes que te vinieron sobre la puesta en escena?

Sergio: La fragilidad de una caja de gusanos de seda. El color blanco me invadió. Algo pulcro, inocente, aséptico pero relajante a la vez. Uterino. Como volver a nacer. Suspendido en el aire. Levitando. Personajes en el limbo. En una antesala de la vida o la muerte. La delicadeza de los finos hilos que tejen los gusanos. Esa textura suave pero fuerte a la vez. O el contraste espectacular de los colores de las alas de mariposa. Las voces en la cabeza de los protagonistas. Sus sueños y frustraciones. Y esos espacios que no cuenta el texto.

Paula: ¿Ha sido muy complicado tener a la autora en los ensayos?

Sergio: ¡Jajaja! En esta ocasión para nada. Oí una vez que es mejor trabajar con autores muertos. He tenido experiencias donde el autor/a/e quiere imponer su criterio. Su punto de vista. Y eso ya está en el texto. El director debe trasladar encima de un escenario su propio universo. Es lo que siento y pienso. Y trato de recrear y defender en cada dirección. El autor debe de ser generoso e inteligente. Y Paula lo eres y lo has sido conmigo. Has confiado en todo momento dejándome soñar.

Paula: ¿Cómo describirías al personaje de Miguel y qué es lo que más te gusta de interpretarlo?

Sergio: Me gusta todo de Miguel. Es un reto encima del escenario. Tiene mucho texto -eso no me gusta tanto (jajaja)… ¡Pero es que está tan bien escrito!-. Posee un viaje increíble donde transitar durante una hora y media. Es un torbellino al que tienes que ceder toda tu energía y fuerza. Tiene la esencia y locura de un romántico y la debilidad necesaria para empatizar con el espectador y entenderle. Y quererle. Y desear llevártelo a casa.

Paula: ¿Qué le dirías al público que se encontrará en nuestra obra para animarle a venir a verla?

Sergio: Disfrutará de una divertida y dura historia de superación. De un pistoletazo de salida para empezar de nuevo. Entrar en esta peculiar habitación de hospital les hará sentir cada instante por los que pululan sus personajes para intentar tocarse, darse fuerza entre risas y lágrimas y sentir que no están solos. Todo lo blanco se teñirá de color. Está garantizado el humor y la sensibilidad. El abrazo de los gusanos es un espectáculo sanador y necesario que te devuelve las ganas de vivir. O al menos de intentarlo.

Sergio: ¿Cómo vives el proceso como autora al ofrecerme la dirección y puesta en escena? ¿Imaginaste el espectáculo de alguna manera?

Paula: Había imaginado mucho a los dos personajes mientras escribía, pero la verdad es que no había fabulado con una puesta en escena concreta. Tu dirección ha superado todas mis expectativas, ya conocía y admiraba tu trabajo como director, pero creo que con El abrazo de los gusanos has hecho magia. Has sabido plasmar y hacer crecer en lo plástico la metáfora que yo proponía en el texto.

Sergio: ¿Cómo ha sido tener al director como actor en los ensayos? ¿Cómo has llevado ese proceso? ¿Y que el director esté en todos los bolos?

Paula: Creo que el desdoblamiento actor/director ha sido más duro para ti que para mí. Porque tenías que estar dentro y fuera a la vez y esto es muy agotador. Yo en cambio pude centrarme en la creación del personaje y las situaciones a partir de las indicaciones que me ibas dando. Ese momento de creación, me parece un regalo, siempre lo vivo como algo muy placentero. Y en cuanto a que el director esté en los bolos, me parece genial, porque así no me permite que me instale ni me acomode, al tener nuevas notas e indicaciones, la obra sigue viva.

Sergio: ¿Qué es lo que más te ha costado como actriz al enfrentarte a este papel?

Paula: Clara es un personaje al que le están pasando mil cosas por dentro, sin embargo, las oculta, no las muestra. Tiene una actitud totalmente apática ante la vida y las personas que la rodean. Interpretar esta actitud sin caer en el enfado ni en ser antipática me ha parecido complicado. Y también, la tranquilidad y la quietud que caracterizan al personaje, yo soy mucho más nerviosa. Pero eso es lo divertido de esta profesión, ¿no? Interpretar personajes que aunque tengan cosas tuyas, sean a la vez muy diferentes a ti.

Sergio: ¿Cómo has experimentado el hecho de ser la autora, actriz y productora al mismo tiempo?

Paula: De las tres facetas, la que más me agota sin dudarlo es la de productora. Pero intento que esta parte, no me mate lo creativo. Y para ello me digo a mí misma, que gracias a llevar adelante la producción puedo disfrutar de ver sobre el escenario uno de mis textos e interpretarlo.

Sergio: ¿Cómo y donde surgió nuestra historia de amor?

Paula: Pues esta es una larga historia… la primera vez que te vi actuar, yo tenía 16 años, y me enamoré de ti como actor, fue en la Sala Moratín con la obra Nus, quedé prendada. Diez años después, recibo una llamada del mismísimo Sergio Caballero ofreciéndome un papel en la obra Canciones y amor con queso y siento que mis sueños se están haciendo realidad. Luego repito contigo como director en Temporada Baja. Me encanta cómo diriges, contigo puedo lanzarme al vacío porque sé que siempre me cogerás. Respiras cada segundo de la obra a mi lado. Y, por fin, nueve años después, nos volvemos a encontrar y, por fin, actuamos juntos por primera vez, nunca habíamos compartido escena. Y corroboro que actuar junto a ti es todo un lujo, porque como dice mi personaje en la obra contigo solo tienes que “jugar y estar” porque lo das todo, solo tengo que dejarme llevar.

Sergio: ¿Alguna anécdota durante el proceso de creación?

Paula: Hemos tenido muchas, pero siempre me viene a la cabeza la misma. En uno de los primeros bolos olvidé llenar de líquido una botella de Martini que sale a escena y que mi personaje le regala a Miguel, tu personaje. Al sacar la botella de la bolsa y ver que estaba vacía tuviste que improvisar. Yo no sabía si reírme ni llorar, porque la situación era patética y graciosa a partes iguales. Si a esto le sumas que el director está presente…. Ahora ya no tengo tan claro si me gusta tanto que el director esté en todos los bolos…. jajaja.