Punto de partida muy sugerente. Dos actores frente a frente. Uno lleva la batuta: es hipnotizador aunque desde un suceso crucial, un atropello, ha perdido su don. El otro se deja mecer: el ó ella cambiará en cada función, no sabe nada de la obra que va a interpretar, ni una sola línea del texto. Solo un dato cierto: su personaje ha perdido a su hija, atropellada. Ignora que es el mentalista el que conducía el vehículo. Un Roble es una obra acerca de la pérdida, de la sugestión y del poder de la mente y de la capacidad de nuestra imaginación para crear y para creer.

La obra está que está de gira en su estreno por España, con la coproducción de Esto podría ser y Bella Batalla (que está asociada al prestigioso Teatro de la Abadía de Madrid) recala en La Rambleta del 4 al 6 de octubre. El texto ha sido escrito por Tim Crouch, uno de los autores más innovadores de la actual escena británica, para quién el teatro “es la forma más pura de arte conceptual. No necesita decorados, disfraces y accesorios, pero existe dentro de la cabeza de una audiencia «.

Dirigida por Carlos Tuñón, e interpretada por Luis Sorolla en el personaje principal, y por Maribel Bayona, Jorge Picó y Laura Romero, en los papeles cambiantes de cada una de las tres funciones, la obra se podría clasificar dentro del teatro inmersivo y experimental. Un Roble es una experiencia teatral en la que el público se convierte en el tercer actor, dejándose llevar por lo que está ocurriendo a escasos metros de él.