«Medea».

Sacar el cómic de las viñetas. Buscar nuevos públicos. El dibujante Fermín Solís lo ha vuelto a hacer. Primero fue el cine, ahora el teatro. La adaptación de su novela gráfica Buñuel en el laberinto de las tortugas, dirigida por Salvador Simó Busom (2018), ganó el Premio Goya y el Premio del Cine Europeo a la Mejor Película de Animación. Con Medea a la deriva el salto es escénico. Isidro Timón se encarga de la dramaturgia o la dirección. Ambos firman el texto.

«La idea surge porque había vivido ya la experiencia de la adaptación de mi novela gráfica Buñuel en el laberinto de las tortugas al cine y fue muy gratificante», explica Solís. «Medea a la deriva tenía todos los ingredientes para ser adaptada al teatro y pensé en Isidro Timón como la persona ideal para este cometido. Le enseñé la novela gráfica y sin dudarlo aceptó la propuesta». A Timón el reto le interesó desde el minuto uno. «No estamos ajenos a la mezcla de lenguajes, ni de estéticas… las buscamos y nos sorprendemos ante trabajos que nos muestran ese tipo de maridajes u otros que parecen improbables. Luego viene el acercamiento, la indagación, la búsqueda de ideas o imágenes que sirvan como punto de partida».

Encontrado ese punto de arranque se pusieron a trabajar al alimón. «Mi aportación sobre todo fue a nivel gráfico», habla Fermín Solís. «Tuve que rediseñar algunos de los dibujos que aparecían en las viñetas para que funcionasen como fondos de la obra de teatro. El guión ya estaba hecho en la novela gráfica, fue Isidro quien se encargó de convertirlo en un libreto teatral y aportar algunos monólogos que enriquecen más la obra original».

Timón buscó el equilibrio entre la fidelidad al cómic y su propia visión. «Desde el principio tuve claro que todas las palabras que Fermín Solís escribió en la novela gráfica debían estar en la pieza teatral… y también que la Medea de Eurípides debía cobrar más protagonismo sobre la escena. Una mujer sola y sin fin tiene que ahondar en los recuerdos, no le queda otra forma de engañar al tiempo. Por lo tanto, yo tenía una historia contada por Fermín, muy bien contada, y tenía que ampliar el texto para adaptarnos a los tiempos teatrales, pero también porque es inevitable que, como autor, quiera expresarme en el montaje resultante. Eso supuso buscar una estructura que se desarrolla en torno a los tres monólogos que presenta el texto y que van desde la contextualización de fábula y personaje hasta la presentación de dudas y temas para que queden sobre la escena, como regalo al público».

La actriz Amelia David se encarga de dar vida a uno de los personajes más controvertidos de la mitología griega, la inmortal Medea del título, «princesa maga de la Cólquida, esposa de Jasón, que mató a sus hijos por desamor, y tuvo que huir de Corinto, Atenas y Asia Menor, acosada por humanos y dioses, y objeto de la furia de Zeus». El montaje fue objeto, a su vez, de la furia de un virus cuando tenía previsto estrenarse en mayo de 2020. La obra hizo frente a todas las adversidades y anda ahora en plena gira por España, con alguna escapada a Portugal y con Argentina en el horizonte.

¿En qué se diferencia la obra de teatro del cómic? Responden, por turnos, sus responsables.

Fermín Solís: «Pues la verdad es que es muy fiel, diría que es más fiel esta adaptación que la que se hizo de Buñuel en el laberinto de las tortugas respecto a la novela gráfica. Las diferencias son más bien a nivel del espacio del escenario y del lenguaje del teatro. Amelia hace una Medea estupenda y hasta el manto de piel se ha logrado. Quizá la mayor diferencia son los textos que añade Isidro que, como decía anteriormente, aportan una nueva perspectiva y una visión muy actual al mito de Medea».

Isidro Timón: «Son lenguajes totalmente diferentes y, sin embargo, hemos buscado su fusión. Creo que hemos logrado una pieza teatral con una estética muy cercana al cómic. El uso de muchas viñetas de la novela gráfica, la adaptación de estas eliminando la figura de una Medea que ya mostramos sobre la escena encarnada por Amelia David, la proyección de momentos que expresan sueños y obsesiones ofreciendo un resultado casi de animación… todo nos lleva a un resultado nuevo que vive en los escenarios mientras el cómic sigue su camino de éxito y reconocimiento».

Para comprobarlo, del 5 al 8 de octubre, en la Sala Russafa.