
La Sala L’Horta despedirá la programación del año 2025 con un estimulante montaje audiovisual para bebés y una entrañable obra de teatro para público familiar protagonizada por una niña que vive en un orfanato.
La compañía catalana L’ Autèntica, especializada en la creación de espectáculos inmersivos para la primera infancia, regresa este domingo 21 de diciembre a la Sala L’Horta con Colors, una pieza audiovisual en la que se invita al público a explorar cuáles son los sentimientos y las emociones que nos transmiten los colores. El montaje finaliza con una discoteca final en la que se invita a los niños y las niñas a ocupar el espacio escénico y bailar libremente.
Tras el éxito recabado el año pasado en el teatro de Castellar-l’Oliveral con la obra OH, UH, AH, EI! Terra·Aire·Foc·Aigua, L’ Autèntica plantea de nuevo una instalación audiovisual que prescinde de actores y actrices y cede el protagonismo a los niños y las niñas para que se embarquen en un viaje lúdico e imaginario en el que descubrirán, entre otras cosas, cuáles son los tonos cromáticos que caracterizan a los principales elementos de la naturaleza.
“La particularidad es que no hay adultos que guíen el proceso, son los niños y progenitores y/o acompañantes quienes interactúan entre sí y con el espacio, las imágenes de animación y la música, ofreciendo de este modo un descubrimiento personal, abierto y no normativo”, explican desde la compañía. Verónica Pallini es la creadora y directora de este espectáculo de 35 minutos de duración y concebido para un público de entre uno y seis años.

La niña 104, una crítica a la explotación infantil
La última propuesta del año en la Sala L’Horta es La niña 104, una obra de teatro para toda la familia (a partir de los 5 años) que tiene como telón de fondo la explotación infantil, la importancia del apoyo mutuo y el valor de la creatividad para afrontar situaciones difíciles. Se ofrecerán dos funciones el domingo 28 de diciembre, una a las 12 y otra a las 18 horas.
La compañía navarra Yarleku Teatro es la responsable de llevar a escena este espectáculo en el que la interpretación actoral se combina con el teatro de objetos y títeres para poder abordar temas delicados desde múltiples planos de ficción, con más poética y sensibilidad. La historia transcurre en un orfanato que es además una fábrica de ropa donde las internas trabajan sin parar. Al igual que otras niñas en su misma situación, la protagonista pasa los días confeccionando y cosiendo prendas, con la esperanza de encontrar una familia de adopción gracias al trabajo duro. Pero un buen día ingresa en la institución una niña con ideas diferentes.
“El orfanato es la metáfora de la creación de patrones sociales -comentan desde la compañía-. Desde el juego y la imaginación, las protagonistas de la historia ponen en duda la obligatoriedad de ajustarse a lo que se espera de ellas. La obra pone en juego la idea de perseguir un sueño, propio o compartido, fuera de los cánones preestablecidos. Nos interesa visibilizar esa posibilidad de transgresión ante el público infantil, dado que la confrontación del deseo propio con el statu quo es una característica propia del crecimiento de los niños y las niñas y por lo tanto, un proceso vital en el que pueden verse reflejados. Este espectáculo quiere sembrar la semilla de la duda y abrir así el diálogo con los adultos en torno a las injusticias que se presentan en escena, para promover un pensamiento crítico con respecto a los hábitos de consumo establecidos de forma generalizada”.









