Hay heridas que no nos pertenecen, pero nos acompañan. Hay silencios que atraviesan generaciones. Y hay mujeres que deciden romperlos. El 13 de diciembre, Rambleta presenta ‘Yo solo quiero irme a Francia’, la primera obra teatral de Elisabeth Larena, protagonizada por María Galiana, una de las grandes intérpretes españolas, premiada con un Goya y dos Medallas al Mérito en las Bellas Artes. Completan el reparto Nieve de Medina, Alicia Armenteros y Ledicia Sola.

La obra traza un retrato íntimo y generacional de cuatro mujeres que buscan un lugar donde sentirse libres mientras se enfrentan a las huellas que dejaron quienes las precedieron. La historia comienza cuando Inés acude al velatorio de Pilar, una mujer a la que nunca conoció y que, inesperadamente, le ha dejado su casa en herencia. El gesto desconcierta a Leo, la nieta de la fallecida. A partir de ese encuentro, ambas se embarcan en un viaje hacia un pasado desconocido que desentierra memorias familiares silenciadas y heridas que se remontan a los últimos meses de la Guerra Civil y a la juventud de Pilar en la Sección Femenina.

Yo solo quiero irme a Francia construye así una reflexión sobre las herencias emocionales no contadas: aquellas que nadie reclama, pero que condicionan la vida de generaciones posteriores.
Elisabeth Larena debuta como directora teatral con este montaje. Conocida por sus papeles en Cuéntame cómo pasó, La que se avecina o No matarás, es también directora del galardonado documental Actores y del cortometraje A date. Explica que, durante la escritura, la acompañaron no solo la investigación necesaria para dar vida al personaje de Pilar, sino también las memorias heredadas de su propia familia: recuerdos que no vivió en primera persona, pero que laten todavía en quienes vinieron después.

“Herencias similares acompañan a los cuatro personajes de esta obra: Pilar, una anciana que solo es capaz de enfrentarse a la vida en su propio velatorio donde reúne a las mujeres de su vida; Marisol, que huye para encontrar un lugar donde liberarse de la culpa; Leo, que viaja por el mundo escapando del deseo de tener un hogar; e Inés, que, en su obsesión por indagar en el pasado, espera entenderse a sí misma. En realidad, todas buscan ese lugar que imaginan. Algunos lo llamamos libertad, otros lo llamaron Francia”, señala.

Yo solo quiero irme a Francia llega a Rambleta como una obra que une memoria, identidad y deseo desde una mirada profundamente humana y femenina, sostenida por un elenco de intérpretes de gran trayectoria.