MuVIM presenta dos exposiciones que exploran la influencia del arte japonés en Occidente y la concepción estética nipona, ofreciendo un recorrido profundo por siglos de creación y filosofía visual.

El Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (MuVIM) acoge hasta el 17 de agosto una doble exposición que invita a sumergirse en la riqueza y complejidad del arte japonés y su impacto en la cultura visual occidental. A través de una cuidada selección de pinturas, esculturas, cerámicas, textiles y objetos cotidianos, estas muestras están unidas simbólicamente por un torii, el emblemático portal sagrado japonés, que separa y conecta ambas propuestas bajo el hilo conductor de la cultura nipona.

El espejo de la belleza: arte y filosofía japonesa

Una de las exposiciones se centra en el arte japonés comprendido entre los siglos XVI y XX, donde la concepción del arte como algo efímero y trascendente está profundamente influida por el sintoísmo y el budismo. La muestra presenta pinturas y esculturas de figuras emblemáticas como Kannon y los Siete Dioses de la Fortuna, junto a delicados biombos de la dama Murasaki. También incluye muñecos tradicionales del Día de las Niñas y objetos cotidianos —palillos para comer, sandalias y un cazo utilizado para la purificación ritual— que reflejan cómo la belleza impregna todos los aspectos de la vida japonesa, desde la alta cultura hasta lo popular.

En esta exposición se explora la estrecha relación entre ética y estética en la cultura japonesa, mostrando la importancia de las artes escénicas, la ceremonia del té, la poesía y la cortesía como prácticas culturales inseparables. Los siete principios estéticos de la filosofía zen, vinculados a virtudes humanas concretas, son clave para entender el concepto de wabi-sabi, que invita a aceptar y valorar la imperfección y la transitoriedad de la existencia.

Japonismos: la influencia nipona en Occidente

La otra muestra aborda el fenómeno del japonismo como un proceso histórico de intercambio cultural que ha dejado una huella profunda y duradera en las artes occidentales. La llegada masiva de las xilografías ukiyo-e tras la apertura de Japón en 1853 revolucionó la mirada de artistas europeos como Monet, Degas, Renoir o Van Gogh, quienes incorporaron elementos visuales y conceptuales del arte nipón a sus obras.

Además de la pintura, la influencia japonesa se extiende a la música occidental, con compositores como Puccini que integraron melodías inspiradas en la estética oriental, y a las artes decorativas, la moda y el diseño gráfico, anticipando movimientos como el modernismo y el arte abstracto. La exposición también examina el papel del cine en la representación de Japón, desde la estigmatización durante la Segunda Guerra Mundial hasta la consolidación del manga y el anime como fenómenos culturales globales. Iconos como Godzilla o series como Dragon Ball reflejan no solo una estética visual particular, sino también una transmisión de valores y narrativas que han trascendido fronteras.

Comisariadas por Raúl Fortes-Guerrero, investigador de la Universitat de València, y Amador Griñó, jefe de exposiciones del MuVIM, ambas exposiciones ofrecen una inmersión en la riqueza del arte y la cultura japonesa, mostrando su legado filosófico y su continua influencia en la creación artística mundial.