El artista Daniel Gasol y la comisaria Patricia Sorroche en exposición en La Nau

El artista Daniel Gasol y la comisaria Patricia Sorroche en la exposición en La Nau

Una muestra que reflexiona sobre cómo legislación, ciencia y religión criminalizaron y patologizaron la sexualidad y la disidencia en la España contemporánea.

La Nau acoge la exposición Higiene pública: la sociedad como cuerpo enfermo, un proyecto del artista Daniel Gasol comisariado por Patricia Sorroche Quesada y producido por la Universitat de València. La muestra, que podrá visitarse hasta el 31 de agosto en la Sala Estudi General, forma parte del ciclo El valor de la diversidad: arte, restitución y memoria.

La exposición examina cómo la legislación, la ciencia y la religión han criminalizado la sexualidad y medicalizado a quienes no cumplían las normas del sistema capitalista. A través de la investigación de las leyes de Vagos y Maleantes (1933-1970) y de Peligrosidad Social (1970-1995), Gasol reflexiona sobre cómo estas normativas abordaron las cuestiones de género, raza y clase, disciplinando los deseos y las relaciones sexoafectivas. Su obra combina archivo, instalación, performance y documento audiovisual para explorar la patologización de las existencias disidentes.

Entre las instalaciones, destaca una galería de anatomías patológicas con bustos e informes médicos y policiales, una instalación de carpetas médicas metálicas que reproducen la idea de “vida sexual sana”, imágenes intervenidas, revistas y documentación histórica, así como instrumentos quirúrgicos de corrección sexual y expedientes de homosexualidad conservados anónimamente. La exposición se articula en cuatro secciones y, al finalizar el recorrido, el público puede consultar y manipular réplicas de los expedientes originales.

El proyecto repasa cómo, desde la Segunda República con la aprobación de la ley conocida como La Gandula, se pretendió legislar sobre los considerados comportamientos “antisociales” mediante tratamientos correctivos. Durante la dictadura franquista, la ley fue mantenida y adaptada hasta ser reemplazada en 1970 por la Ley de Peligrosidad Social, vigente hasta 1995. Ambas normas se fundamentaron en el higienismo decimonónico, utilizado para homogeneizar la sociedad y establecer modelos burgueses bajo la apariencia de salubridad y moralidad.

Las prácticas científicas como la antropometría, la craneología o la frenología se convirtieron en herramientas para clasificar a los “sujetos peligrosos” y justificar su corrección. La exposición sitúa estos mecanismos de control en el contexto español y, específicamente, en la provincia de Valencia, abordando cómo estos discursos siguen influyendo en formas contemporáneas de orden y conocimiento.