Carlos Aguilera. Foto: Ricardo Cases.

Fragments es un proyecto de la Unió de Periodistes que pretende «poner en valor y dinamizar la práctica del periodismo gráfico en la Comunidad Valenciana». Cada año conceden una beca para que la persona seleccionada desarrolle «un ensayo fotográfico sobre la realidad contemporánea» de nuestro territorio. La misma se plasma en un libro y una exposición. El recientemente fallecido Francisco Llop fue el primero en obtenerla, la segunda se le concedió a Laura Silleras, Carlos Aguilera (Los Montesinos, Alicante, 1992) consiguió la tercera.

Educandos de Benejúzar (MuVIM, hasta el 30 de mayo) es la propuesta de Aguilera. Centrada en las fiestas de verano de los pueblos de la Vega Baja del Segura (aunque, posiblemente, extrapolable, a cualquier otra comarca), nace a raíz de que la prima del fotógrafo sale elegida reina de las fiestas de su localidad. «Me centro, sobre todo, en las actividades previas a la fiesta y que tienen lugar en cocheras particulares, almacenes y en la calle». El resultado, como él mismo explica más adelante, es un acercamiento fascinante a la cara B de esos festejos, que funciona tanto desde el punto de vista documental como sociológico. «Educandos de Benejúzar es un pasodoble compuesto, en 1980, por J. Aparicio Peiró. Es la pieza musical que más veces he tocado en mi vida», confiesa Aguilera. Y sin quererlo, o sí, define a la perfección su trabajo becado, un pasodoble fotográfico en el que es capaz de escucharse la música que va a empezar a sonar.

Para conocerle mejor, le pedimos a Carlos Aguilera que comparta con nuestros lectores su ABCD, sus referentes. El fotógrafo apaga su máquina y contesta:

A

Una frase que dijo Rafael Chirbes, en una entrevista de 2011, que me gusta mucho y que empieza por la letra «a»

«A mí siempre me ha gustado vivir como un estrábico. Con un ojo para cada lado. Me gustan mucho las ciudades pero siempre acabo viviendo en pueblos pequeños y en el campo. Y yo creo que es porque me permite apartarme un poco del lenguaje dominante que uno vive en la gran ciudad: se relaciona con gente de su clase, de su oficio, de su profesión. Y acabas viendo el mundo desde ahí. Y yo creo que estar fuera de eso te permite ver todos los lenguajes. Sentirlos todos igual de emocionantes y de ridículos. Y sentirte tú igual de emocionado y ridículo”.

B

Cara B

Educandos de Benejúzar. Foto: Carlos Aguilera.

Cuando explico mi trabajo siempre acabo recurriendo a esta expresión. Es muy simple y no estoy seguro de que sea una definición exacta de lo que hago, pero es muy útil. Mientras trabajaba en Educandos de Benejúzar, se convirtió en la forma más rápida de explicar lo que pretendía cuando preguntaba a un grupo de vecinos si podía entrar a su garaje a hacerles fotos mientras fabricaban disfraces de pitufo: “estoy haciendo un reportaje sobre la cara B de las fiestas”.

C

Cachondeo

Educandos de Benejúzar. Foto: Carlos Aguilera.

El año pasado, Ivan del Rey de la Torre me dijo una frase que se me quedo grabada: “Lo cachondo no quita lo sublime”.

En Exploradores del Abismo, de Enrique Vila-Matas (2007), hay un par de líneas de diálogo que siempre me han parecido el mejor resumen de esta falsa dicotomía:

—Lo dices riendo —señaló André, todavía entre aplausos y bromas. —Lo digo riendo porque es muy serio —reaccionó ella.

D

Directo en mi habitación <3 de Rebe

Llevo unos meses bastante enganchado a su música. Especialmente este disco que lo pongo en bucle cada dos por tres.

 

Si siguiese con la E, diría Enrique Vila-Matas, al que ya he mencionado antes. En 2017, cogí de una biblioteca de Barcelona Kassel no invita a la lógica y me lo llevé a un finde de trabajo en una feria de ornitología en Monfragüe. Para mí, fue un punto de inflexión total. Su literatura da muchas ganas de vivir.