Angela Dalinger en Oporto, su ciudad favorita.
En una fotografía de Angela Dalinger un osito marrón de peluche, con una especie de capucha plateada en su cabeza como de luchador mexicano pero en versión risa, cuelga directamente de un foco del techo quizás sobre una cama. No hay rastro humano pero alguien tuvo que colocar al oso en tal posición. Parece que el salto es inminente, que alguien lo liberará. La escena es de una intensidad e ironía tal, con una cotidianiedad extraña pero a la vez próxima, que parece mentira que un simple pedazo de pelo acrílico provoque toda esa perturbación.
Así son las ilustraciones de esta pintora alemana, de 31 años, que un buen día escapa de la multiestimulante Hamburgo para buscar refugio y soledad en un pequeño pueblito, con una densidad demográfica mucho menor que cualquiera de La Alcarria. En total nocturnidad y flanqueada por un bosque, Angela pinta unos cielos estrellados y de un azul tan intenso que cuesta creer que ese color no pueda existir. Las personas, sus relaciones, son el punto de mira de sus obras. Reflejo de todo aquello en lo que no nos paramos a pensar. Con un trazo libre, desprejuiciado, que desea manternerse lo más puro posible. La mano es guiada por el corazón en el caso de Dalinger, pero no es un dibujo automático, al contrario, cada viñeta, cada cuadro, es un mazazo a nuestras conciencias. Reflexionado. Veraz. En busca de la esencia de nuestro comportamientos. La pintora se explica a través de ellos, y nos ayuda también a conocernos. Hablamos con ella por correo electrónico.
Vives en Neetzendorf, un pueblecito al sur de Hamburgo habitado por no más de cien personas. ¿Es allí donde sacas los temas para tus ilustraciones?
No, realmente. Porque no ocurre nada en este pequeño pueblo, con excepción del lobo solitario que fue descubierto en el bosque. Mis temas los encuentro en mi imaginación y también en mis recuerdos.
¿Internet o Tumblr son otras fuentes donde encuentras inspiración?
Me resulta complicado inspirarme en otros artistas porque tengo miedo de estar robando, en cierta manera. Siempre he intentado permanecer fiel a mi propio estilo. El arte bonito puede ser bastante confuso para mí. Uso tumblr para mostrar mi obra, como una plataforma, al igual que otros utilizan flickr o twitter.
Hemos leído que vives con dos gatos, Fluffy y Paul (madre e hijo), cerca de un bosque y que te gusta dibujar/pintar de noche.
Sí, me encanta trabajar por la noche y realmente creo que soy una clase de humano que se activa de noche. Pero estoy intentando cambiar eso, porque me hace vivir como un vampiro. En invierno casi no he visto a la luz del sol, lo que puede causar algunos graves problemas de vitaminas.
Los vecinos de Angela que alimentan sus dos gatos durante sus ausencias.
¿En qué medida necesitas el aislamiento de todo lo demás para crear?
Sí, creo que sí lo necesito. Viví en Hamburgo tres años y me sentía algo así, como bloqueada. Convivir con otras personas también fue una gran distracción, así que prefiero vivir sola y poder expresar toda mi creatividad.
Se ha atribuido que tu estilo está próximo al Art Brut de finales de los 40. ¿Estás de acuerdo?
Sinceramente, no tengo ni idea sobre el movimiento Art Brut de los 40. Cuando se trata de pintura y creatividad, siempre he hecho lo que quería y sentía.
Has declarado que te gusta Egon Schiele y el arte naíf (como es el caso de los exvotos mexicanos). ¿Qué otros artistas o arte prefieres?
Brecht Vandenbroucke, Joan Cornella, Esther Pearl Watson, Mazzarella Thomas…
Autorretrato con camiseta de Werewurf
¿Recuerdas la primera vez que conseguiste un lápiz para pintar?
No lo recuerdo. Pero siempre me divierte la necesidad de comprar uno nuevo. Es algo que tiene que ver con los colores y los pinceles.
¿Cambian mucho las sensaciones mientras se pinta y al acabar un dibujo o ilustración?
Las ideas espontáneas que tengo, o lo divertido de algunas caras, aparecen nada más que empiezo a pintar. Cuando se termina una pintura, siento la necesidad de escanearlo y creo que puedo verlo desde un más punto de vista objetivo. Porque cuando lo veo en la pantalla de mi ordenador, es cuando soy supercrítica.
¿La verdadera belleza está en la irregularidad, más que en la perfección o simetría?
Sí, para mí lo es, porque los medios de comunicación están llenos de cosas aparentemente perfectas y estoy muy cansada de eso. Siempre trato de encontrar mi propio camino de la belleza en las cosas.
¿Y cuál es para ti, ese ideal de belleza?
La profundidad y la honestidad.
Merphilia
Intentas proteger tus ojos de cualquier contaminación sensorial, ¿piensas que tu mirada hacia las cosas que pasan es todavía naíf?
Si se trata de personas, a veces sí. Debería hacerlo mejor.
Las pinturas acrílicas que empleas producen una gama cromática muy identificable ¿Qué importancia tienen los colores?
No creo que tenga una manera especial de combinar colores, aunque a veces tengo la idea estúpida de que no puede haber dos personas vistiendo la misma camisa roja.
El pequeño y el gran formato tienen sus pros y contras ¿En cuál te sientes más a gusto?
Me asustan un poco los grandes formatos, porque contra más grande es una pintura, más importancia adquiere. Me encanta hacer mis pequeñas pinturas, ingenuas y banales. Pero mucha gente me dice que debería empezar a trabajar en pinturas más grandes.
