Páginas buenas y bonitas

Fotos: Eva M. Rosúa.

Podría haber sido una moda caprichosa y pasajera, pero afortunadamente no ha ocurrido así. Y la profileración de revistas en papel sigue aumentando sin menoscabo alguno de la calidad de las mismas. Maasåi es de las últimas en llegar. Con una estupenda portada de Ricardo Cavolo (con el que también charlan en el interior) y 160 páginas en las que perderse gustosamente. El proyecto nació y creció en formato digital (y allí sigue desarrollándose) con el mismo buen gusto y contenidos que la publicación que ahora se puede tocar con las manos. «Llevábamos como un año con la revista en versión digital y el cuerpo nos pedía papel», explica su director, Alfonso Barragán. «Creemos en un buen contenido y en una edición cuidada, tanto en digital como en otros formatos así que ir al papel era algo inevitable. Maasåi Magazine lo formamos un fotógrafo (Miguel Jiménez), una ilustradora (María Hesse) y yo, un diseñador gráfico y luego unos 40 colaboradores. Siempre fue un sueño el papel así que un buen día nos liamos la manta a la cabeza».

Su manifiesto no puede ser más claro: «Nos gusta la pausa, nos gusta la información, no creemos en las reseñas, preferimos un contenido donde profundizar y, sobre todo, nos gusta dar un carácter íntimo y personal a nuestras entrevistas y reportajes, en esto creemos y trabajamos a diario para intentar mostrarlo». Y esa filosofía que se puede leer en su web la han trasladado a la edición en papel. En esta primera entrega se pueden degustar (entre otras muchas) conversaciones con la fotoperiodista Laura León, el grupo I am Dive o el director del Festival de Cine Europeo de Sevilla, José Luis Cienfuegos, siempre con la urgencia aparcada en un rincón y el placer de la palabra como hilo conductor.

Sin embargo, los textos no son los únicos protagonistas de Maasåi. La publicación cuida mucho su aspecto gráfico, no solo en cuanto a su maquetación y diseño, sino también en lo relacionado con los propios contenidos de la misma. En su número uno, las fotografías de Tolo Parra o las ilustraciones de Daniel Diosdado y María Hesse, por poner dos ejemplos, así lo atestiguan. Aspectos que junto al criterio de selección temático acaban dotando de personalidad a la revista. «Nuestro criterio se basa en nuestro lema: «La gente hace cosas muy bonitas… y muy buenas». Venimos del mundo del diseño, de la fotografía y de la ilustración. Al principio nos basamos en la gente que conocíamos pero poco a poco, conforme vas conociendo a más gente y vas trabajando con colaboradores, todo va creciendo. Es como aquello del cesto de las cerezas que tiras de una y se van enganchando más. Pero no solo decidimos nosotros, nuestros colaboradores también, ellos nos proponen contenidos y vamos decidiendo. Lo esencial es que el trabajo que hay detrás sea bueno y honesto. Nos da igual que hablemos de alguien muy consagrado como de alguien emergente».

En este primer número, parte de esos contenidos han sido rescatados de la web. «Después de algo más de un año haciendo entrevistas, nos apetecía recuperarlas y sacarlas en papel. A eso hemos añadido algunas entrevistas inéditas y un contenido más visual que nunca aparecerá en la versión digital. Para el siguiente número la idea es que sea al revés, que el 70-80% sea totalmente inédito y rescatar alguna cosita». Aunque la base de operaciones se encuentre en Sevilla, su idea es que no exista frontera geográfica alguna a la hora de escoger el menú a ofrecer. «Evidentemente hay más peso andaluz, pero por una cuestión de cercanía y de presupuesto. Cada cierto tiempo nos subimos a Madrid y hace unas semanas estuvimos en Barcelona donde hicimos una fiesta de presentación y nos trajimos varias entrevistas que pronto publicaremos. Nos gusta demostrar que hay gente haciendo las cosas muy bien en muchos sitios».

Pablo Peña, Miraflores, Irene Mala, Rebeca Khamlichi o Rafa García Forcada pertenecen a ese grupo del que habla Alfonso. Todos ellos aparecen en las páginas de este primer número de la publicación, en las que la entrevista es el género periodístico que predomina. «Le damos mucha importancia al proceso creativo. Un pintor nos contaba que un cuadro suyo no era eso que podemos ver colgado en una pared, para él un cuadro era todo lo que pasaba desde que lo imaginaba hasta que lo acababa, una vez terminado el cuadro se convertía para él en otra cosa. Muchas veces nos escribe gente que ha leído alguna entrevista para contarnos que le ha resultado muy inspirador conocer a la persona. Ayuda saber cómo han llegado, cómo trabajan, a qué le tienen miedo… Muchas veces mitificamos a la gente y pensamos que están hechos de otra pasta cuando obviamente no es así».

Con algunas de las cabeceras más interesantes de los últimos tiempos en la cabeza («Líbero, Panenka, Jot Down, Openhouse Magazine, Cereal, Kinfolk, Perdiz,… Hay muchos referentes. Se hacen cosas maravillosas en papel«) y con la intención de una periodicidad estable («La revista será semestral, eso sería lo ideal y estamos buscando financiación para ello»), Maasåi ha hecho lo más difícil, sacar un primer número en papel. Ahora que tanta saliva se gasta criticando la oferta periodística en los quioscos, estaría bien que se apoyaran iniciativas como esta. En Valencia lo tienes fácil. Basta con acudir a alguna de las dos librerías Dadá.