Anasazi.

Anasazi.

Si hay una palabra que Ian MacKaye (exFugazi y muchas más cosas que convertirían este paréntesis en algo infinito) repite cada vez que, en una entrevista, le preguntan por Dischord Records es «idealismo». Con ella como cabecera, el sello que montó con Jeff Nelson cumplirá treinta y cinco años este mes de diciembre, siguen sin firmar contratos con los grupos y al menos cinco personas pagan sus facturas gracias a su trabajo allí. Pero ese idealismo no tiene nada que ver con el romanticismo evanescente al que muchos juran amor eterno y, por ejemplo, todo su catálogo está disponible en formato digital. Resultaría absurdo que no se hubieran adaptado a los tiempos que corren y renunciaran a las opciones que brinda internet en la difusión y distribución de discos y bandas.

Como en tantas otras cosas, cada sello es un mundo. Los hay que buscan, con todo su derecho, la rentabilidad económica sin renunciar a sus principios; los que viven felices en las aguas del amateurismo; aquellos que invierten lo que ganan en otros trabajos por el placer de publicar a sus grupos favoritos; e incluso los que optan por la autoedición, bien por convencimiento personal o por única salida. Todos ellos deberían tener muy presente la obsesión de MacKaye. Como parece que la tienen los organizadores del Ciclo Edita. Organizado por La Cúpula del Trueno y Vinilo Valencia, programarán durante el último trimestre del año, una cita mensual en La Rambleta, en la que precisamente las discográficas independientes serán las protagonistas. «El Ciclo Edita no ha sido algo repentino o trabajado en unos meses. Es un proyecto en el que llevamos trabajando desde el verano de 2014. Puede que sea el más ambicioso que hemos desarrollado desde La Cúpula del Trueno y sin embargo, conserva las señas que nos han caracterizado hasta el momento de propuesta humilde y para todos los bolsillos», explica Toni Aura, miembro de la promotora.

Mental Signals.

Mental Signals.

Cada jornada irá más allá de un showcase por parte de los grupos de cada escudería. «Nuestro objetivo en el Ciclo Edita trasciende el concierto planteado como una velada de ocio o un espectáculo. Esto es algo que venimos haciendo en nuestra programación, pero en esta ocasión lo hemos querido llevar al máximo, incorporando las mesas redondas o planteando jornadas temáticas. Definitivamente, hemos querido darle un talante más pedagógico y divulgativo. No sólo buscamos que la gente pueda ver buenos conciertos y pasárselo bien, sino que el público asistente pueda conocer los entresijos de la industria del disco, aunque sea a pequeña escala y tratar de aportar información sobre una industria tan compleja como atractiva. Hay mucha rumorología o mitología entorno a este sector. Incluso, recientemente, se habla de la sustitución de cultura, que se ve como algo añejo, por industria y turismo», matiza Aura.

¿Por qué centrar la atención en los sellos y no en las bandas como suele ser habitual? «Si nos hubiéramos centrado en las bandas caeríamos en un error habitual en la prensa y la historia del rock, convertirlo en una colección de biografías que gusta mucho a los fans, pero que es insustancial para el grueso del público. Además, hace justicia a mucha gente que trabaja detrás de las bandas y que calificaría como el intangible del rock porque sin ellos los músicos no podrían publicar, tocar en directo, grabar, … y creo que al público le resultará interesante conocer su experiencia personal e incluso en algunos casos colectiva. Considero que estas opiniones y conocimientos nos permiten exponer y situar al rock o cualquier estilo de música popular en el lugar que le corresponde y no convertirlo en una suerte de novela rosa o en un espectáculo trivial».

Boston Pizza Records y La Vida es un Mus compartirán protagonismo en la primera cita. Los primeros (hogar de delicatessen como Tercer Sol o Albufera) con las hipnóticas atmosferas medievales de Wind Atlas, las melodías oscuras herederas de los ochenta mejor digeridos de Mental Signals y el folk arrebatador de esquirlas electrónicas de +++. Los segundos con el punk de fuerte raigambre neoyorquina (no es casual ese guiño con el que abren «Beat Street», primer canción del álbum) de Anasazi, que llegan desde Brooklyn. El propio Toni Aura moderará la mesa redonda «La industria discográfica independiente», que contará con la participación de Andrea Pérez (Wind Atlas / Boston Pizza Records), el periodista Eduardo Guillot que también forma parte de Discos de Perfil y un componente del colectivo Orxata Negra que hablarán de su experiencia en La Residencia, además de alguna incorporación de última hora. Se habilitará, también, un espacio para que discográficas de todo el país monten sus stands.

+++.

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Una iniciativa que pretende reconocer el trabajo de una serie de sellos sin el cual no hubiera trascendido más allá de su bandcamp las canciones de unas cuantas bandas. Una labor que nuestro interlocutor conoce bien, pues también regenta el suyo propio, Verlag System. Voz autorizada pues para pronunciarse sobre la importancia, hoy en día, de las discográficas. «Todo depende de si eres centro o periferia. Como público si estás muy próximo al epicentro, la simple publicación de un disco te parece que es algo muy potente y sin embargo, si estás en la periferia de la onda expansiva la sensación se disipa e incluso puede resultar intrascendente. Para el grueso de la población propuestas como el Ciclo Edita o mi discográfica, Verlag System, se la trae floja. Dicho sea de paso, sin embargo no decaigo en mi empeño desde la discográfica o la promotora porque considero que a un amplio sector de este grupo de la población le trae sin cuidado por desconocimiento».

El primer paso para ello es la autocrítica, algo que no se ejerce muy a menudo en cualquier campo relacionado con la cultura que siempre suele localizar las culpas en la calle de enfrente. «Hay gente, que por ejemplo, no le gusta la electrónica y ha escuchado o presenciado un directo de Polígono Hindú Astral, Dekatron o MKM y ha alucinado. No han conocido otra música que el mainstream, que ofrece el 80-90% de los medios de comunicación a nivel global. Es parte les comprendo porque en la zona de confort se está cómodo y seguro. Su inquietud nace cuando se produce un encuentro casual con estos músicos, que les despiertan el interés. Nuestra función como discográficas es que estos encuentros casuales se produzcan, que pasen de fortuitos a ser consecuencia del trabajo. Nosotros también hemos de abandonar nuestra zona de confort para ampliar el círculo de influencia y tratar de llegar a un espectro más amplio de la población. Es un proceso recíproco. Por nuestra parte creo que en ocasiones hemos caído en una especie de sectarismo o endogamia, como si hiciéramos o publicáramos para unas cuantas personas, en vez de ampliar nuestras perspectivas». Para ello, se han aliado con Vinilo Valencia, realizan el ciclo en La Rambleta y han buscado participación más allá de lo que se supone es su campo de acción. Ahora sólo falta que la gente cruce la acera.


16 de octubre. La Rambleta. 8 / 10 €.

HORARIOS:

20.00 h: Mesa redonda “La industria discográfica independiente”.

22.00 h: Mental Signals.

22.50 h: +++.

23.40 h: Wind Atlas.

0.30 h: Anasazi.