Su single de debut se convirtió en el primer aviso de que detrás de este holandés había algo más que un fanático por los sonidos retro y la psicodelia chispeante. La publicación de su primer álbum largo, además de hacer pleno con un título 100% explicativo como “Cabinet of Curiosities”, confirmaba todos los presagios y lo situaba en la primera división (visita al FIB incluida), en la estela de (por poner un ejemplo algo más conocido) Tame Impala. Pop barroco, The Beach Boys merendando con Syd Barret, un catálogo de instrumentos sabiamente exprimidos, música confortable capaz de hacerte viajar con una sonrisa en los labios. Eso sí, todo lo que se explaya a la hora de componer sus canciones es proporcionalmente inverso a la hora de responder (por correo electrónico) a nuestra entrevista.
Ha pasado casi un año de la publicación de «Cabinet of Curiosities». Cuando lo escuchas ahora, ¿continuas estando satisfecho del resultado final?
Sí, mi sonido ha evolucionado desde que se editó el álbum, pero me sigue gustando mucho.
Se trata de un disco con múltiples arreglos, ¿qué proceso compositivo sigues? ¿Empiezas las canciones con la guitarra y vas añadiendo instrumentos?
Cada canción es diferente. A veces empiezo con la guitarra, otras con el bajo, o con la batería. Siempre comienzo con uno o dos instrumentos y voy añadiendo el resto de arreglos después.
¿En qué momento decides que una canción está terminada y no es necesario añadirle ningún instrumento más?
Cuando no me molesta nada mientras la escucho. Tiene que tener un efecto hipnotizante.
A pesar de los distintas capas sonoras que se superponen en tus composiciones, siempre está presente una melodía pop. ¿Es intencionado?
Sí. Simplemente es lo que más me gusta.
Cuando se habla de tu musica se menciona a Syd Barret, Kevin Ayers, The Beach Boys, Love, The Zombies, … ¿echas a alguien de menos?
Por supuesto, hay un montón más. Por decir algunos, yo añadiría a Curt Boettcher, Billy Nicholls, Pearls Before Swine o Duncan Browne.
Tocas todos los instrumentos del disco (excepto las baterías). Siendo tan joven, influyó en esa pasión musical tu entorno. ¿Tus padres son músicos? ¿Habían muchos discos en tu casa?
Comencé a tocar el clarinete con 8 años por mis padres. Ellos no es que tocaran muchos instrumentos, pero pensé que debía probarlo. He descubierto muchísima música gracias a internet. Sin embargo, empecé gracias a los discos estupendos que tenía el padre de un amigo mío.
¿Qué recuerdos tienes de tu paso por el FIB de 2013?
Recuerdo que actué después de una fiesta realmente salvaje en la que el dj remezclaba canciones de Nirvana y otros grupos. El cartel me pareció un poco extraño, pero fue agradable estar allí. Además, pudimos pasar un rato en la playa y nadar, que es algo poco habitual en las giras.
¿Cuántos instrumentos tienes en casa?
Probablemente, alrededor de 50.
¿Cuál es el más extraño?
Un Optigan, un órgano óptico de principios de los 70.
Te interesa mucho la escena musical de los 60. ¿Has investigado lo que ocurrió durante esos años en Holanda?
Hubo unas cuantas grandes bandas en los años 60 en Holanda. Algunas de mis favoritas serían The Golden Earrings, Q65, The Outsiders y The Mega’s.
¿Qué futuro musical espera a Jacco Gardner?
En breve empezaré a preparar el segundo álbum. El sonido será muy similar a «Cabinet of Curiosities», pero al mismo tiempo también distinto. Tal vez un poco menos de clavecines y algo más de Optigan.