Matías Cena es chileno, tiene sólo 26 años y ya ha grabado 5 discos grandes y 4 ep’s (con distintas formaciones o en solitario). Su música mezcla con frescura y sabiduría los aromas del country rock que pueden destilar Ryan Adams, Bright Eyes o hasta Johnny Cash y apuntes folk en la línea más purista dylaniana, con referencias de su lugar de origen. En su álbum más reciente, “Casa sin fuego” ha aumentado la paleta sonora y hay rock and roll clásico, violines, introspección reediana e incluso una canción que supera los 8 minutos.
Este año publicaste «Casa sin fuego», ¿satisfecho del resultado final?
Más que el resultado, me gustó mucho el proceso de grabación del disco. La dinámica familiar entre músicos e ingenieros. El ambiente natural que nos acompañó. El resultado será dificil de medir puesto que hacerle caso a los charts y reseñas es dejar el trabajo en manos de otros y los números de ventas son para otro tipo de música, en otras esferas. El disco fue un desafío en el que volví a hacer música solo y eso es suficiente.
Es un disco en el que parece que amplias un poco tu propuesta sonora, ¿fue intencionado?
Se amplía en algunos temas al soul o a la psicodelia, pero lo importante es que los temas country son cada vez más country. Eso me emociona mucho.
¿Por qué decidiste no grabarlo con Los Fiction, que te habían acompañado en los dos álbumes anteriores?
El asunto con Los Fictions radica en mi necesidad de volver a hacer música personal. De llevar al límite mi gusto y mis ideas sin tanta intervención de terceros. Porque a pesar de que hay un productor que me ayudó a trabajar las canciones, el resultado es un manifiesto personal sobre cómo me gustan las cosas.
¿Cómo se pueden tener sólo 26 años y haber grabado ya 5 discos grandes y 4 ep’s?
Cuando tienes la inquietud por grabar y componer es imposible parar. Yo no entiendo como existen bandas que pudiendo hacerlo (porque tienen el respaldo monetario, digamos) no graban seguido. Yo no soy un buen guitarrista o pianista, tampoco canto tan bien, pero sí se hacer canciones y discos. Es mi superpoder.
¿De dónde viene tu afición por la música country-folk?
Mi afición por la música country tiene dos raíces. Mi madre escuchaba a Kansas, Eagles y John Denver cuando era niño (era muy raro porque también escuchaba mucho a Miguel Bosé). Y luego encontré el country y el folk gracias al disco solista del cantante de Bad Religion, Greg Graffin. Por ahí entré a Woody Guthrie, Dylan y Cash. Después me metí en Loretta Lynn, Hank Williams y sobre todo en Gram Parsons.
A pesar de esa tendencia hacia una música de clara raigambre norteamericana, en tus canciones se puede reconocer, también, cierta influencias o referencias locales. ¿Buscabas ese equilibrio?
No lo buscaba. Siempre quise hacerle algo norteamericano pero era natural que fuese a resultar un country con letras chilenas. No conozco los rodeos, de hecho los odio, jamás podría cantar sobre cómo me encontré una chica en el rodeo y la invité a salir. A pesar de eso, tenemos muchos puntos en común como las carreteras perdidas y siniestras, el desierto, el campesino arrraigado a una cultura totalmente independiente a la metrópolis y bueno… la metrópolis. Me parece muy lógico lo que sucede.
¿Incluyes alguna versión en tu repertorio?
A veces me gusta incluir frases de los Ramones o de The Smiths. Conectar mis bandas de la adolescencia con el country es muy divertido.
¿Cuál es el estado de la música independiente en Chile?
Hoy la escena independiente es la que mantiene viva la industria. Músicos como Javiera Mena o Gepe son los que sostienen la caída en picado de la industria mainstream y son músicos absolutamente indies (el sello Quemasucabeza es un estandarte del indie). Hoy el circuio indie es el que dicta la tendencia, el mainstream no propone nada y además maneja un público muy voluble.
¿Qué conoces de la música española?
Me gustan mucho Los Planetas, Migala, Standstill y el punk español. Nacho Vegas es un enorme referente. De hecho, durante un festival me lo encontré en un vip y olvidé cualquier tipo de diplomacia y me tiré encima de él a pedirle una foto.
¿Qué se va a encontrar la gente que se acerque el sábado al concierto?
Canciones muy íntimas, un repaso de mi discografía y sobre todo historias de calle, desierto, política y mucho desamor. Sobre todo desamor.