«Yo sigo girando / no hay nada que me lo impida» canta Fino Oyonarte en Afortunado, el autoretrato que abre su primer disco en solitario, Sueños y tormentas (Buenaventura Records). Han tenido que pasar 54 años y un infarto para que se hiciera realidad. Y será todo lo tópico que se quiera, pero la espera ha valido la pena.
Oyonarte (Los Enemigos, Clovis. Los Eterno) se ha desnudado en nueve temas en los que música (con inspirados arreglos) y letras (sencillas, que no simples) caminan paralelas formando un binomio que se complementa, con precisión milimétrica. Elliot Smith, Nick Drake, The Beatles, Bob Dylan o Lou Reed de perfil, parecen haberle servido de inspiración. Por compartir esas referencias, por el delicado gusto con el que se han vestido las canciones o por la sinceridad que transmiten sus textos, el álbum también remite a La Buena Vida (Irantzu Valencia firma la hoja promocional) y otros pasajes del Donosti Sound y herederos.
Sueños y tormentas rehabilita la palabra madurez, muchas veces denostada y aplicada para definir un lastre relacionado con la edad en alguna creación. Aquí es justo lo contrario. Luce la madurez de un músico que lejos de grandilocuencias o de flotar sobre su prestigioso pasado, muestra una humildad y lucidez tremenda a la hora de afrontar su debut y la vida. Solo necesita poco más de dos minutos y medio para explicarnos esta última en la canción Por dónde empezar, con un verso («Unos días son buenos y otros no») que desarma por su evidencia y exactitud.
Fino Oyonarte actúa este sábado, 16 de noviembre, a partir de las 20h, en Centro Excursionista. 8/10€.