Nadie mejor que uno mismo para definir su trabajo creativo. Ratolines hacen pleno cuando en su bandcamp hablan de «melodías impecables que conforman un paisaje sonoro único, perlado de referencias pop con reminiscencias a la psicodelia y las bandas sonoras». Sin exhibicionismos vacuos, creando atmósferas en las que uno se quedaría a vivir y estimulando, con muy buen gusto, nuestros sentidos.
¿En qué momento se encuentran Ratolines?
De todos los mejores momentos, este, es el mejor momento.
Después de editar vuestro primer disco grande, habéis publicado todos vuestros trabajos en eps’ que nunca superan las 4 canciones. ¿Por qué tomasteis esa decisión de presentar los nuevos temas en dosis pequeñas?
Porque entramos en una dinámica de ensayo, composición y grabación. Entonces decidimos ir editando los temas conforme fuésemos componiendo.Supuso un reto pasar a ser productores hasta encontrar nuestro sonido y compaginarlo con otros proyectos que vamos editando en nuestro sello La Zaga.
Como consecuencia de lo anterior, el volumen de grabaciones del grupo se ha reducido notablemente. ¿Hubo algún parón en Ratolines o estuvo en peligro el grupo?
Así las canciones pueden madurar todo lo necesario antes de grabarlas. Tenemos muy claro que la canción es lo más importante y el concepto álbum pasa a ser el proceso creativo del grupo. También tuvo que ver la inestabilidad en la formación, hemos sufrido el exilio de dos guitarristas a Berlín, otros a Londres, baterías desaparecidos y otros tantos fulminados.
Resulta curioso porque aunque prevalecen las melodías psicodélicas, en vuestra música no se respira un aire revival. De hecho, aunque remiten a grupos de los 60, también lo hacen a grupos más actuales. ¿Es intencionado?
Las canciones se cuecen a fuego lento con bastantes ingredientes, algunos bastante obvios como la manera de entender las canciones de los productores de los sesenta, el sonido que se consiguió en los noventa y muchas referencias actuales, pero los que le dan la sustancia al caldo son receta propia.
El componente pop también está muy presente en vuestras composiciones, al igual que el concepto canción.
Al final se trata de componer canciones redondas, que al menos nuestros hijos las puedan escuchar dentro de diez años y no se avergüencen.
Siempre que se habla de vosotros sale a colación que vuestra música tiene aires de banda sonora. ¿Estáis de acuerdo? ¿Qué película os gustaría haber musicado?
Siempre hemos trabajado con imagen y música y se notan las influencias de John Barry, Morricone, Schiffrin… lo del aire mediterráneo y psicodélico debe ser por los tripis que nos comimos en las playas de Cullera.
¿Qué importancia ha tenido en Ratolines ganar el Proyecto Demo de 2009?
A nivel promocional ha sido muy útil, en su momento fue un despegue, pero rápidamente soltamos depósitos y atravesamos la atmósfera hacia nuestro espectro mágico. La experiencia nos ha servido para decidirnos a ser independientes en este mundillo.
¿Cómo veis la escena musical valenciana?
Siempre ha habido grupos interesantes y ahora también, pero no creemos que sea un momento especialmente brillante.