Foto: Alba Yruela.

Foto: Alba Yruela.

El pop guitarrero y cristalino de Beach Beach, heredero directo de la casete más famosa de la historia de la música, se expandía por cada recoveco de su segundo disco, «The sea», publicado por La Castanya el año pasado. Luz, electricidad y acción, para un álbum que eterniza el recuerdo del verano en doce canciones de melodías ricas y con cierto aroma nostálgico. Un trabajo mineralizado y supervitaminado. Preguntarles por sus discos favoritos sabíamos que iba a ser una delicia para los apasionados de la música. Y no nos equivocamos. Aquí están:

«Grand Prix» (Teenage Fanclub)

GrandPrix_verlanga

Compartir unos días con Gerard Love fue una experiencia que rozó lo místico y que difícilmente se borrará de nuestro recipiente mental. Por eso, si antes ya eramos fans de Teenage Fanclub (valga la redundancia), después de comprobar lo extraordinariamente buen tipo que era él, el grupo se elevó al top de nuestro podio imaginario. «Grand Prix» es uno de sus mejores discos y también uno de los mejores discos de pop de la historia. Todo es perfecto: no sobra ni falta nada. Para escuchar de principio a fin, con el corazón en una mano y el metrónomo en la otra.


 «Taxi» (Antònia Font)

Antonia_Font-Taxi

Para muchos mallorquines, escuchar cantar a Pau Debon es como escuchar a su propio padre. Suena tan natural y desde hace tantos años, que ya esta más interiorizado que el sonido de las olas que rodean nuestra placenta geográfica. Pero no por eso deja de ser algo brillante, ni la voz de Debon ni el resto de Antònia Font. Es un grupo único con el que, si te ha pillado de adolescente, has tenido tiempo de enamorarte, aburrirte y reconciliarte, como con los seres humanos a los que quieres. Al final, te das cuenta de que has crecido con él y que esa suerte no la tiene mucha gente. «Taxi» es uno de sus discos más volados y entretenidos. Es, de hecho, literalmente extraterrestre. Y sólo por entenderlo ya valdría la pena aprender catalán, aunque eso (como en muchos discos en inglés o en castellano) no te asegure entender una mierda.


«Juego Entrópico» (Nueva Vulcano)

Nueva_Vulcano_verlanga

Debía ser el año 2007, mientras estaba estudiando Bachillerato y tocaba con el hermano mayor de Pau, Albert. Debía ser un día que íbamos a ensayar y Albert me puso este disco en su coche y me dejó flipado. Seguramente llegué a casa, me descargué el disco en el Emule y empecé a inyectármelo vía ótica (tiempo atrás ya reconocí el pecado a Albert Guàrdia y me perdonó). 
Yo era un chaval que solo había escuchado a Els Pets, Led Zeppelin, Jimi Hendrix, Antònia Font, Quimi Portet y Los Planetas. Este nuevo descubrimiento me rompió la cabeza. ¿Cómo podían combinarse así? Una batería que lidera todas las canciones; un bajo que parece un portero-delantero que lo hace todo; una voz bailando a desgana con los guitarrazos y las mejores letras de la historia. Todo en un disco. Aún hoy alucino con estas canciones.


 «The Good Earth» (The Feelies)

The_Feelies_verlanga
Es un disco extraordinario de principio a fin. Pop delicado y simple, con voces desganadas y guitarras brillantes. Con estructuras intencionadamente repetitivas pero con muchísimos matices por descubrir a cada escucha. Aun así es un álbum lo suficientemente variado para no aburrir. Canciones como «When Company Comes» o «Let’s Go» te salvan el día.


«Tim» (The Replacements)

The_Replacements-Tim

The Replacements son una de las piedras angulares del rock contemporáneo y «Tim» es el disco que mejor lo refleja. Es uno de estos discos en los que ves que muchas de las cosas que se sacan ahora mismo son un refrito de diferentes clichés que imitan, con más pena que gloria, el espíritu de obras como esta (o como el «London Calling» de The Clash, o como el «In The City» de The Jam, o como el «Who’s Next» de The Who, o la primera época de Tom Petty and The Heartbreakers) o al menos esta fue la sensación que tuve cuando la escuché por primera vez. Todo himnos: desde «Kiss me on the bus» (la tocamos en directo durante un tiempo) hasta la arrolladora tríada final de «Left Of The Dial», «Little Mascara» y «Here Comes A Regular», pasando por «Swinging Party» o «Bastards of Young». Y por si fuera poco, el disco lo produjo Tommy Ramone. Pleno al quince.