Jeanette vs Joy Division. Nosoträsh vs Lush. Pop pluscuamperfecto vs shoegaze. Las canciones de Tremenda Trementina consiguen resolver la dificil ecuación ritmos lentos + luminosidad y lo hacen con nota (muy) alta. Sus dos discos son como una prolífica mina de la que sacar piedras preciosas en cada escucha. Y sí, lejos de estancarse en una fórmula que controlan a la perfección, siguen creciendo con cada paso que dan, sin miedos ni prejuicios.
Han pasado dos años desde vuestro primer trabajo y la formación ha quedado reducida a dúo, ¿qué ha pasado en este tiempo con el grupo?
En realidad, siempre hemos sido un dúo en cuanto al núcleo creativo. En el primer disco tuvimos la suerte de cruzarnos con Roberto e Iñigo que nos ayudaron a producir las canciones y éste último se quedó como parte del grupo para el directo. Ahora lleva su propio estudio, Estudios Lúnula y acaba de grabar y producir a grupos como Violeta Vil o Ama Ia. En este segundo disco hemos querido ser más autónomos y Pablo se ha encargado de la producción con la ayuda de Brian Hernández. Ahora nos hemos mudado a Barcelona por lo que hemos buscado banda allí.
Las portadas de ambos discos podrían parecer de dos grupos distintos, pero al mismo tiempo definen a la perfección vuestro espectro sonoro, ese pop salpicado de momentos más oscuros. ¿Fue intencionada, pues, esta segunda portada?
Para la parte visual del disco contamos con Adrià Cañameras para que nos hiciera unas fotos y él nos propuso a Martín Muhr para que diseñará la plantilla en sí. En un principio la idea era que la portada fuera una foto, pero Martín nos envió la propuesta de las letras y nos encantó, realmente nos pareció que había dado en el clavo.
«Sangre Pop», vuestro nuevo disco, se abre con una canción cantada a capella, una decisión muy valiente. ¿Os costó tomar la decisión? Si la idea era que actuase como puerta hipnótica al resto del disco, funciona a la perfección.
Esa canción está a capella por casualidad, la idea de producción era otra, pero viendo el resultado al grabar la voz se decidió dejarla tal cual. La carga de la letra es tal que al dejarla desnuda pretende estremecer al oyente y acompañarle con ese canto de las sirenas a que se meta en el micro mundo del disco.
Durante todo el disco (y ya ocurría en el anterior) contrasta el aspecto triste (o melancólico de las letras) con lo chispeante que, en ocasiones resulta la música o esa manera cándida de cantar. ¿Qué buscáis con ese equilibrio?
Siempre nos hemos considerado un grupo y unas personas de contrastes. Tenemos una parte más alegre o cándida que se refleja en nuestra música y una parte más oscura y melancólica que sale más a relucir en las letras. Estas emociones que parecen tan contrarias conviven en nosotros como en el resto de personas, es lo que hace al ser humano ser bello y monstruoso a la vez.
Vuestro primer disco remitía a un montón de sonoridades, pero aún así mantenía una coherencia absoluta. Ahora sigue habiendo cierta variedad (ese pop de chicas rubias de finales de los 80 de The Darling Buds, The Primitives o Transvision Vamp; Donosti Sound, indie pop, cierto pop que podría firmar Jeanette; grupos vocales de chicas de los 60,…), pero todo gira en torno a una idea pop, ¿no? ¿Habéis conseguido canalizar todas vuestras influencias en un sonido Tremenda Trementina o es pronto para hablar de ello?
Como hicimos con el anterior disco, hemos intentado que la canción respirase por sí misma, procurando hacer lo que nos parecía que podía hacerla grande, pero pensando en el concepto single, no tanto en el de disco. El hilo que hace que todo quede unido acaba siendo nosotros mismos, nuestro inconsciente, la composición, la voz. Para garantizar una coherencia sí que definimos un concepto al iniciar, el pop, en concreto sangre pop, que para nosotros significa instinto, guiarnos por lo que llevamos dentro.
¿Puede ser que por la forma de cantar, algunos arreglos o algunas melodías sonéis. en algún momento, a grupos o cantantes sudamericanos, tanto de los 80 como actuales?
Bueno, no nos parece para nada descabellada esa idea. Nos gusta la música que se hace allí y la forma que tienen de hacerla, tal vez algo más descarada. Escuchamos a Él mató a un policía motorizado, Julieta Venegas o Javiera Mena, por ejemplo, así que esas influencias están reflejadas en lo que hacemos, claro que sí.
En alguna canción hay coqueteos con la electrónica. ¿Os aventurareis en un futuro por esos caminos?
No nos gustaría limitarnos a la electrónica, nos gusta el poder jugar con ella y experimentar, pero también con otros estilos. El paraguas del pop nos es muy cómodo, ya que permite hacer muchas cosas sin que resulte incoherente lo que haces.
¿La música de Tremenda Trementina es un fiel reflejo de la música que os gusta?
Tenemos unos gustos muy heterogéneos personalmente y entre nosotros, y eso tal vez es lo que hace que nuestra música sea como es.
Los dos discos han salido en formato físico, pero ambos están disponibles para escucha libre en vuestro bandcamp, ¿una declaración de principios ambas cosas?
Es un tema complicado, seguimos creyendo en el formato físico como algo que perdura, que tiene el añadido de ser un pequeño tesoro, pero cada vez más la música se escucha en formato digital y el formato físico a penas se vende. Probablemente, dentro de unos años ya ni se fabriquen cd’s. Lo que pasa es que, sobre todo en España, empieza a ser cultura el exigir la gratituidad de la música, tanto escucharla como en verla en directo, y claro, hacerla no es gratis, ahora es difícil cubrir los gastos de grabación y edición, y los de los conciertos. Nosotros hemos tenido la grandísima suerte de contar con una discográfica que nos apoya, pero nuestro gran deseo es dejar de ser un agujero negro para pensar que tendremos un futuro y podremos seguir haciendo nuestra música con medios.