Mendizabal. Foto: EvaHM.

Cuando a Mendizabal le preguntamos, hace unos años, en nuestra sección 3 en 1, por su canción, disco y concierto favoritos de todos los tiempos, respondió con el tridente Springsteen, Josh Rouse y Antonio Vega. La presencia de todos ellos es palpable en Disparo revelador (La Viejita Música, 2019) su segundo disco en solitario, así como también las de Quique González, Neil Young, Wilco o Enrique Urquijo.

Músicos que, sin embargo, no marcan el punto de partida o de destino del disco, sino que le acompañan en el trayecto. Porque en la casilla de salida estaría su anterior trabajo, Golpe de estado, y en la de llegada, las diez canciones de este Disparo revelador, que suenan en esta ocasión más pop (esos aires Smiths y los paparapás de Pequeña Irene), más mediterráneas (la producción de Xema Fuertes y Cayo Bellveser algo habrá tenido que ver) y más desnudas (hay veces que parece oírse la respiración de las mismas). Pero nadie mejor que el propio Mendizabal para hablar de su magnífico álbum, tema a tema:

1- Partida

Es una de las canciones que más trabajada llevé al estudio Río Bravo, hay una versión previa producida por Carlos Soler en el estudio Milenia, quizás por ese motivo la canción tiene una energía más pop que el resto de temas. Además, trata sobre un golpe de estado emocional, se daban todos los condicionantes para que fuera la primera canción del disco, la que sirviera de puente entre los dos trabajos.

2- La boca del lobo

Nunca imaginé que la versión inicial de esta canción iba a pegar ese cambio, pero Xema Fuertes sacó un riff con la guitarra española, muy José González, su cabeza le pedía esa rueda y al principio he de reconocer que no lo veía, era tan distinto, me costaba tanto encajar las estrofas sin modificar ni una palabra, pero acabé satisfactoriamente rendido. La versión original del tema, tal y como se la entregué a los productores, es el corte 11 del disco y sólo se encuentra en el disco físico, a guitarra y voz, grabada en mi casa.

La canción es una metáfora en la que me remonto a mis miedos infantiles para explicar que por muy graves que parezcan tus problemas, es probable que puedan ser relativizados, bien por el paso del tiempo o bien al ser comparados con los de otras personas.

3- Pequeña Irene

Es el single del disco, el traje que conseguimos fue uno de los motivos por los que decidí trabajar con estos productores, la línea de bajo de Cayo Bellveser y los arreglos en general son justo lo que buscaba.

Es una canción de ánimo y esperanza, la compuse mientras la hija de mis primos recién nacida peleaba por vivir, quería que tuviera ritmo, que transmitiera motivación. Hay un cambio en su última parte, un salto al futuro en el que la única preocupación debía ser que Irene consiguiera coger el sueño, quería que fuera una nana con ese punto de soul tan Van Morrison que creo que conseguimos.

4- Como si no tuviera importancia

Es otro de los temas, junto a La boca del lobo que más cambian desde su nacimiento, el tempo en la canción inicial era más alto y además estaba hecha con guitarra acústica. En el estudio la ralentizamos e hicimos que la base fuera un piano de pared, los coros y los arreglos de guitarra eléctrica con e-bow le dan una atmósfera muy especial.

El tema habla de lo maravilloso y a la vez arriesgado de tener una persona al lado que te conoce a la perfección, hace falta estar preparado para reconocer puntos débiles y tener capacidad de crecimiento.

5- Herederos

Resume un poco el eje central del disco y su título, trata de la valentía que hace falta para romper inercias, de la necesidad de hacer un parón para reflexionar y pegar un giro de timón si nuestra vida no es plena venciendo al miedo a los riesgos y a la incertidumbre. Quería contar con la colaboración de Manolo Tarancón en alguna canción del disco, creo que fue un acierto que fuera aquí, la temática le iba como anillo al dedo.

6- Nuestros versos

Es una ranchera camuflada, aquí no hay metáforas, habla de lo insulso de pasar por la vida sin altibajos, de la intensidad de lo inesperado, es un alegato contra la monotonía en las relaciones de pareja.

7.- Luces de verano

Es un tema que fue compuesto cuando ya estaba en el estudio, me apetecía hablar de mis veranos de adolescencia, del vértigo a esas nuevas sensaciones que muchas veces se ven adelantadas por la libertad que los pueblos y sus fiestas nos ofrecen en época estival. El pedal steel y la guitarra eléctrica de Carlos Soler entre otros arreglos, hacen que la canción me guste más con cada escucha.

8- Disparo revelador

Es el primer tema que compuse al terminar el anterior trabajo, al igual que ocurre con la canción que abre el disco ya hay un trabajo previo, incluso una versión de la canción producida por Manolo Tarancón, con la colaboración de Fabián, y videoclip de Rubén Soler. Cobran protagonismo en esta canción los violines de Virginia Iranzo y Carla Pascual y el fliscornio de Luis Alcober. La canción trata del miedo al fracaso.

9- Pasajes de regreso

No hay mejor transporte en el tiempo que el sentido del olfato, por eso, en un rincón de la memoria guardo una colección de tarros con esencias que me llevan a momentos importantes de mi pasado.

10- Buen viaje

Es la única canción instrumental de los dos discos, me gusta transmitir a través de las letras pero en este caso quería hacerlo de otra manera, nunca tuve dudas de que así lo pedía este último corte del disco. Es un homenaje al que fue mi compañero felino durante diez años.