Marjal.

El debut de Marjal son solo cuatro canciones, pero todo un mundo. Uno propio. Paralelo al real y mucho más sugerente. Ellos mencionan, al presentarse, a Credence Clearwater Revival, Dr. John o Alfred Jarry, al tiempo que definen lo que hacen como apología de la Albufera y su entorno. Y en ese barrejat poliforme está su adn, donde también tiene cabida el pop lisérgicamente melódico, los pasajes caleidoscopios, los coros que harían saltar por los aires la caseta del plater de Pep Laguarda, la psicodelia bailonga, el blues robusto, el rock progresivo sin ombligo, los pasajes setenteros como inicio y no como excusa, el freakbeat trotón y las historias que hubiera escrito Blasco Ibáñez si hubiera conocido a Albert Hofmann.

Marjal son Pep Skelter (Tuppergüare, Midnight Shots/guitarra y voz), Nacho Durbán (Get the Zepp, Midnight Shots/bajo), Charlie Milf (Fake st. Band, Midnight Shots/piano) y Foll (Los Walkysons, The Meows/batería). El disco, con portada de Sebastián Alós, lo grabaron y mezclaron en Carcosa Estudios (Alboraia). Con Pep y Charlie nos adentramos en la otra dimensión de sus canciones:

Pep: En primer lugar conviene aclarar, dado que se aplica a todas las canciones, cuál es la filosofía del grupo a la hora de abordar la composición. En una época en la que abundan las demagogias y los discursos grandilocuentes con verdades incuestionables, Marjal surge entre otros motivos para recordar que todos los espacios mentales humanos son imaginarios. La marjal, supuestamente un paraje natural, es tomado por nosotros como la unidad de trabajo básico sobre la que se articularán las diferentes narrativas de las canciones, pero con un carácter manifiestamente imaginario y por tanto irreal. Para ello tomaremos localizaciones, costumbres y modos existentes con la finalidad de pasarlos por el filtro de la patafísica y convertirlos en espacios inverosímiles, pero continentes de todo el universo. Dicho esto, solo queda ejemplificarlo en cada una de las canciones.

1- All i pebre de mi

Pep: Es la canción fundacional del grupo. Está narrada por una anguila existencialista consciente de su inminente muerte. Decide dotarla de significado aceptándola e intentando elaborar el desenlace, a través de aprovechar la oportunidad de bailar incluso después de este. La metáfora de la red del monot viene a representar los encuadres invisibles que nos rodean (sociedad, valores familiares, identificaciones ciegas) y que inevitablemente ejercen una influencia inefable. Sin embargo, esta anguila es capaz de percibirlos y hacer mofa de sus grilletes invisibles. Desde un punto de vista musical, nos inspiramos en la cumbia psicodélica peruana de los primeros 70, pero filtrado con el blues tradicional de la zona de El Palmar.

Charlie: Hay que aclarar que el baile moribundo de la anguila se corresponde, en parte, con la realidad y es visible en los mercados valencianos, cuando vemos la anguila hábilmente troceada en vivo pero continúa incesante su culebreo, que representa su victoria final.

2- Les ones del Mareny

Pep: Ejemplifica una solución patafísica a las ataduras de nuestra era. El protagonista, consciente de que está comprometido hasta el cuello económicamente con su ex-pareja, decide pegar un volantazo de camino al bautizo del hijo de ambos. Se dirige en su lugar a la playa del Mareny, donde busca cobijo amniótico sumergiéndose desnudo en el azul del mar. Paradojas de la vida, ese día hace mal tiempo y la corriente lo remonta acequia arriba hasta la celebración, cobrándose su vendetta particular al personarse como un Profundo Lovecraftiano, una especie de humano-anfibio babeante cubierto de algas. La canción es un rock and roll de marcadas influencias setenteras, con un puente más lírico donde se busca la redención (lo llamamos “el Llach”), y una coda final con los solos y un acentuado carácter ominoso. Finalmente la canción termina en el riff inicial tras un arreglo inspirado en la canción de la serie Cosas de casa.

3- L’aprenent de taxidermista

Pep: Esta canción fue un ejercicio compositivo determinado por la cena previa a un ensayo. En el camino, y ya bajo los efectos del alcohol, recogimos los significados emergentes de cada conversación que habíamos estado manteniendo, para acabar dándonos cuenta de que asociados de forma laxa parecían el principio de una leyenda urbana que habíamos escuchado hacía poco: en los tiempos del boom urbanístico, en el Perelló, un desaprensivo se dedicó a vender a los turistas extranjeros una supuesta especie autóctona de mamífero disecado denominada “Moneta del Perelló”. En realidad, dicen las malas lenguas que eran gatos mutilados y pasados por los escasos conocimientos de taxidermia que tenía el sujeto. Utilizamos un riff que teníamos reservado y el resto de la canción fue sugerido por la propia letra, con un groove pantanoso y oscuro. Nos gustaría hacer especial hincapié en el grito desesperado del estribillo, donde las víctimas solicitan ayuda al oyente desde los diferentes ángulos de escucha (recomendamos auriculares para escuchar este efecto 8D).

Charlie: Tras una ardua investigación para dilucidar si había alguna pista fiable del taxidermista, podemos concluir que se trata de una leyenda urbana, nacida del abuso de estupefacientes en lo que se solía llama un piso after, es decir, una reunión de personas que han salido esa noche y prolongan su insensatez en un salón con las persianas bajadas y pidiendo turno para hablar.

4- La Muntanyeta dels Sants

Pep: Hubiera estado incompleto nuestro debut sin una mención al lugar de peregrinaje sagrado de los suecanos. Como unos cuantos entendidos conocen, geológicamente su asentamiento no tiene ningún sentido. Esto, unido a que por un extraño magnetismo telúrico han proliferado las sectas de adoración a entidades extraterrestres en la zona, nos llevó a la conclusión directa de que la única explicación lógica de su existencia es que fuera un artefacto alienígena. De este modo, inferimos que para activarlo y que funcionara como nave espacial era necesario un rito donde mediaran las hogueras, la desnudez y los cantos orgiásticos. El tema conjura toda esta secuencia. Musicalmente se inspira, durante las estrofas, sobre todo en el White Album de los Beatles. El estribillo es una amalgama/homenaje a las canciones sobre extraterrestres, el oyente avezado escuchará la octava del Starman de Bowie, una bajada inspirada en el tema principal de ET y un falsete que reproduce las notas de la famosa frase musical de Encuentros en la tercera fase (salvo la última nota para evitar denuncias). Posteriormente, la parte instrumental que representa la puesta en marcha y ascensión de la montaña, con canto coral/ritual incluido. En la coda se celebra el retorno a Casiopea de la nave, con unos cuantos suecanos elegidos que cantan en su interior celebrando la hazaña.