Soy Lara Siscar, periodista y escritora. Actualmente presento informativos en TVE, escribo columnas sobre asuntos varios para Papel y artículos de libros escritos por mujeres en ZendaLibros. El pasado octubre Plaza & Janés publicó mi primera novela «La vigilante del Louvre».
Antes de eso he trabajado para productoras (muchas) y cadenas de televisión (algunas) como ayudante de producción, redactora, reportera y presentadora. Aunque lo que quería ser de pequeña era científica y bailarina. Dejé la licenciatura de farmacia en segundo y el ballet clásico a los 14 pero sigo en el camino. O al menos eso creo.
Además de licenciada en Comunicación Audiovisual por la Ramón Llull de Barcelona, soy posgrado en Crítica de cine y música pop por la URL, posgrado en Dirección de marketing por la UOC y Máster en producción y edición de contenidos en la era digital por la Universitat de València. Cambiaría todo lo que hice por haber empezado a publicar antes. Y por tener un programa de libros. Quién sabe.
Estos son mis tres sitios preferidos para comer en Valencia:
1.- Dandy Horse (C/ Antonio Suárez, 34. Mestalla)
Este local es una mezcla maravillosa entre taller de bicis, bar-cafetería y restaurante. Una cosa muy loca que se ha montado una familia con mucho arte en el que sirven comida de distintos lugares del mundo, sobre todo de procedencia mexicana, y elaboran una limonada rosa que es ejemplo de lo sorprendente y mestizo del sitio. Me llevó mi amiga Yolanda, que vive arriba. Ahora siempre que voy a Valencia quedamos allí.
2.- Nozomi Sushi Bar (C/ Pere III El Gran,11. Russafa)
En el Nozomi probaron mis padres la comida japonesa por primera vez. Hacía tiempo que les despertaba la curiosidad pero no se atrevían a ir solos así que… me los llevé a este local en el que fantaseamos estar en Tokio. Fui recordando con ellos mi único viaje a Japón (hasta la fecha, volveré) mientras nos reíamos de su habilidad para sostener la comida en vilo. Son buenos con los palillos, muy buenos.
3.- Restaurante Azahar (Paseo de Neptuno, 10. Cabanyal-Canyamelar)
Siempre que me preguntan en Madrid por un restaurante de arroces les envío al Azahar. Además del gusto de pasear por la playa de las Arenas y el puerto, los compañeros saben apreciar lo raro de poder pedir un ‘arròs roig’ de categoría y con una buena relación calidad-precio. Que a veces esto último parece que se nos olvida.