Sonia Rayo

Soy Sonia Rayos, arquitecta, aunque hace un año compagino mi actividad a pie de obra con los talleres de arquitectura “a pie de aulas”: aulas escolares en colegios, aulas didácticas en museos y centros culturales, y hasta tenemos un aula en nuestro estudio de Ruzafa donde impartimos talleres semanalmente. Silvana Andrés y yo somos Arquilecturas, un proyecto educativo para acercar la arquitectura a los/as más pequeños/as. Está siendo muy enriquecedor para nosotras, y es muy bonito comprobar cómo evolucionan los niños y las niñas en este aprendizaje. No se trata de formar arquitectos, se trata de construir una mirada crítica desde la infancia, comprender el entorno en el que vivimos.

Mis tres lugares en Valencia para comer bien son:

1.-  Tasca Ángel (C/ De la Purísima, 1)

De los pocos que nos quedan “de toda la vida”.  Está en el centro histórico de Valencia, en la calle de la Purísima, muy cerca de la Lonja. Yo vivía en el barrio del Carmen y me encantaba parar a tomar el aperitivo cuando volvía del Mercado Central, cargada con las bolsas. Es un sitio muy pequeño, sin mesas, sólo taburetes en las barras, pero vale la pena llegar pronto y tomarse allí unas sardinas a la plancha, unos champiñones, unas navajas, un ajoarriero, y unas cañas bien tiradas.

2.- Colonianes Huerta (C/ Maestro Gozalbo,13)

Es un restaurante ubicado en el antiguo ultramarinos Tomás Huerta de la calle Maestro Gozalbo, en el Ensanche de Valencia. Recuerdo ir allí con mi madre a comprar fiambres y conservas, y ahora, de mayor, me parece maravilloso llevar allí a mis hijos a comer. Además mantiene la venta al público de productos muy bien seleccionados. Yo no había vuelto desde pequeña, y hace unos años alquilamos un piso en Conde Altea para montar el estudio y comencé a frecuentar la tienda de nuevo. La verdad es que entrábamos a ver el género porque nos atraía el ambiente del local, la iluminación, el packaging de los productos, y siempre nos llevábamos algún bote de olivada, alguna conserva casera, o algún vino. Nunca nos defraudó. Luego comenzamos a comer y cenar allí. Tienen un menú fantástico, y te sientes en un lugar donde se aprecia la gastronomía, para comer tranquilamente, sin prisas. La comida de Miriam de Andrés es sencilla y cercana. ¡Nos encanta el cocido de los jueves! Y la burrata con mojama, las croquetas, los arroces, los quesos, el tartar, las tapas tan cuidadas y su selección de vinos. Además soy súper fan de los pimientos asados de Loles Salvador, y de sus botes de tomate seco, que siempre me llevo a casa.

3.- Vertical (C/ Luis Garcia Berlanga,19)

Para una cena especial es el lugar idóneo. Se encuentra situado en el Edificio Aqua, con acceso desde el hotel, en la planta catorce, así que imaginad qué vistas tiene; desde el Cabanyal hasta la Playa de Cullera por un lado, y toda la ciudad de Valencia por el otro. La cocina es exquisita, la presentación de los platos es espectacular, y la atención al público excelente. Se nota que hay una gran familia de cocineros detrás. Me encanta la coca de aceituna negra, la caballa marinada, el pez mantequilla impregnado en remolacha, los arroces, el tartar de atún, los postres… ¡Qué hambre! Todo me parece un lujo para el paladar. Además Restaurante Vertical tiene un Sky Bar en las alturas con acceso desde el restaurante, donde puedes tomarte un buen gintonic, o una botella de champagne. El pasado verano estuve allí con amigos tomando unas copas, y acompañándolas de un delicioso postre: tierra de chocolate y espuma de galleta. Brutal.

Este artículo fue originalmente publicado en el numero doce de la newsletter Paladar que, todos los jueves, llega al correo de sus suscriptores. Para apuntarse gratuitamente ir aquí.