
Dirigida por Gabi Ochoa y ambientada en el verano de 1987, la película vive su estreno mundial en la 40ª Mostra de València.
Nena parte del título de la mítica canción de Miguel Bosé, pero también se refiere a la manera en que muchas personas se refieren a las mujeres en València, especialmente en épocas del pasado, pues la cinta está ambientada en 1987, en un verano especialmente convulso para una familia de clase media-alta en una urbanización junto a la playa de las que tanto abundan en la Comunitat. Su equipo, encabezado por su director, Gabi Ochoa, vive su estreno mundial en la sección Xaloc de Mostra de València–Cinema del Mediterrani, organizada por el Palau de la Música. El filme, producido por Paloma Mora para TV On Producciones, opta al Premi Dama Finestra.
“Constituye un homenaje a esas mujeres que vivieron los inicios de la democracia, pero estaban educadas en la dictadura”, asegura Ochoa, que estuvo acompañado en la presentación por la productora Paloma Mora y las intérpretes María Almudéver y la niña Lluna Aldasoro, todos ellos forman parte de un equipo íntegramente valenciano que consolida el talento audiovisual de la Comunitat.
Una historia de verano, amor y descubrimiento
Nena narra la historia de Estela, que lleva a sus hijos Marc y Empar a pasar unos días con su hermana Lola y su cuñado Eduardo. Es la primera vez que los niños se separan de sus padres, inmersos en un proceso de ruptura. A través de la mirada inocente de Marc, el espectador descubre la atracción entre su tía Lola y Elsa, una atractiva actriz que pasa el verano en la urbanización.
Con esta película, Ochoa —autor de El amor no es lo que era— vuelve a explorar las emociones humanas desde la intimidad, la memoria y la mirada infantil, con una sensibilidad profundamente mediterránea: “Se dice muchas veces que la mirada nostálgica es reaccionaria y la memoria es revolucionaria. Lo que plantea la película es un ejercicio de memoria: cómo éramos como sociedad en los 80, por ejemplo se aborda los tipos de masculinidad de aquel tiempo, cómo eran las relaciones de pareja y amistad. Por suerte hemos evolucionado”, asegura el director.
El rodaje de Nena se desarrolló durante cinco semanas en las localidades castellonenses de Sot de Ferrer, Soneja y Segorbe, así como en Benaguacil y La Cañada. La película cuenta con el apoyo del Institut Valencià de Cultura (IVC) y À Punt Mèdia. Su productora, Paloma Mora, asegura que fue un verano demasiado caluroso: “Fue un reto, porque teníamos unos recursos bastante limitados para lograr las localizaciones, el vestuario, la peluquería… de aquella época. Lo superamos gracias a la implicación del equipo artístico y técnico”.
El personaje más complejo de la trama es Lola, interpretado por María Almudéver: “Me encantó interpretarla -asegura la actriz-. Ella es una cuidadora nata. Primero le llegan unos sobrinos con problemas en casa y su hermana sufre el estigma de separarse en esa época. Aunque parece que ella es una mujer de clase media acomodada, de esa que ya no existe, con la vida aparentemente hecha; de repente, aparece un personaje que la deslumbra y le abre una puerta que ella misma pensaba que no existía”.
Tras su estreno absoluto en la Mostra de València, la película espera viajar por festivales del mundo durante los próximos meses.















