«Lasa y Zabala» (Pablo Malo, 2014).

Miradas en torno al conflicto vasco es el título del ciclo con el que la Mostra de València (del 22 de octubre al 1 de noviembre) invita a reflexionar «sobre cómo se ha aproximado el audiovisual a un tema que abarca ya más de cuarenta títulos, entre el documental, la ficción y la serie televisiva. Una filmografía tan amplia y variada pone de manifiesto el grado de madurez alcanzado por la sociedad española», explica Eduardo Guillot, director artístico del festival. Serán seis películas y un capítulo de la reciente serie La línea invisible las que formarán parte de la programación del certamen. Una acertada selección (por temáticas, enfoques y por recoger producciones de todas las décadas desde los años ochenta) que evita cualquier debate cansino y anecdótico sobre si falta tal o cual título. Así se podrán ver films como Operación Ogro (Gillo Pontecorvo, 1979) y Días contados (Imanol Uribe, 1994) con los que viajar al interior de un comando de la banda terrorista durante la preparación de sendos atentados; Lasa y Zabala (Pablo Malo, 2014) que enfoca hacia el bautizo de la guerra sucia del estado a través de los GAL; Mudar la piel (Ana Schulz y Cristóbal Fernández, 2018) y Negociador (Borja Cobeaga, 2015) que giran en torno a las conversaciones de paz entre el gobierno y ETA, la primera un documental que es mucho más que eso centrada en las negociaciones en los años noventa y la segunda, una cinta que mereció mejor suerte en su día (tal vez no se entendió la apuesta tragicómica del director) sobre el fracaso al principio de los dosmiles; y La muerte de Mikel (Imanol Uribe, 1983), emblemática cinta que se acerca al universo vasco a partir de la homosexualidad de un político abertzale.