
Treinta años no bastan para consolidar la cocina libanesa en una ciudad como Valencia, donde la marca Beirut ha sido pionera en dar a conocer el amplio recetario del otro lado del Mediterráneo entre los comensales. Por suerte, durante las próximas tres décadas quieren seguir ofreciendo sus característicos platos familiares, a la vez que educan, acompañan y acercan al público en este viaje entre culturas. Y es que detrás de este proyecto se encuentra una familia de origen libanés, compuesta por Amal y sus cuatro hijos: Rani, Ali, Mirna y Dani. Todos ellos han estado profundamente implicados en la consolidación de Beirut, que a día de hoy cuenta con tres restaurantes en diferentes zonas de la ciudad: Ruzafa, Ciudad de las Artes y las Ciencias y Mestalla. Los tres establecimientos ofrecen la misma carta, con cocina casera, elaborada al momento y servida con cercanía, destacando el trato humano del proyecto.
El restaurante acaba de celebrar su 30 aniversario por todo lo alto, con una fiesta en la que se recordaron algunos de los mejores momentos de su trayectoria. Pasado, presente y futuro de una marca, que trata de desterrar los tópicos de la cocina libanesa, para que el público se atreva a conocerla sin prejuicios. “Nos gustaría dar a conocer nuestras raíces y el legado culinario de nuestra madre, pero también de toda nuestra familia. Porque la cocina libanesa va más allá de los kebabs y la comida rápida”, explicaba Mirna Kalout, la hermana pequeña, quien ejerció de portavoz durante la velada. “Queremos educar, para que todos entiendan lo que realmente es nuestra cocina; acompañar, porque este proyecto se construye desde dentro y en familia; y profesionalizar, para comunicar que lo que hacemos es consistente, serio y de calidad”, reivindicaba ante los asistentes.
Por supuesto, también hubo espacio para el relato personal, y Kalout no se olvidó de la verdadera base: “Si hemos llegado hasta aquí es gracias a la cadena iniciada por Sabah y Amal, mis padres, aunque él ya no esté. Hoy en día, los cuatro hermanos continuamos unidos, con nuestra madre, y apostando por un proyecto que nos llena a todos”.

Una propósito familiar desde 1995
La historia de Beirut se remonta a 1995, cuando Amal Kalout y Sabah Haidar inauguraron su primer restaurante en la calle Conde Altea. La pareja, originaria del Líbano, había llegado a España en 1978 y, tras pasar por otros trabajos, dio el paso de abrir su propio negocio. Nada menos que el primer restaurante de cocina libanesa de Valencia. Como era de esperar, se enfrentaron a dificultades, como la barrera del idioma, las limitaciones económicas o el desconocimiento del comensal local sobre su recetario. Y pese a ello, se armaron de valor y continuaron avanzando con la apertura de Beirut Aragón en 1999.
Beirut es el sueño de Sabah, el padre de familia, nombre indisociable al proyecto. Él tuvo una relación complicada con sus hermanos, y no quería que esto les ocurriera a sus hijos, así que se propuso mantener a la familia unida a través de la cocina. Beirut no solo sirve comida, sino que transmite una tradición que conecta con las raíces propias. Es por ello que al hablar de la marca, también lo hacemos de familia, autenticidad y alma libanesa en el corazón del Mediterráneo. Al ser cuatro hermanos, los tres restaurantes de Beirut están gestionados de forma directa por la familia, con tal de no perder la esencia e identidad que les ha hecho populares. Y así, los cuatro trabajan unidos, como siempre quiso Sabah.
La evolución de Beirut a lo largo de tres décadas ha llevado a la familia a instalarse en algunos barrios como Abastos o El Carmen, además de probar suerte en otros municipios como l’Eliana. Finalmente, han optado por consolidarse con sus tres locales actuales, situados en la zona de Aragón, el barrio de Ruzafa y frente a la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Todos los establecimientos disponen de menús diarios y un horario amplio para comidas y cenas, ya que abren de 13 a 23 horas, y los viernes y sábados, hasta las 23.30 horas, todos los días de la semana -excepto Beirut Aragón, que cierra los lunes-. Son una opción perfecta para descubrir el recetario de la otra orilla de forma casera y accesible.

El primer evento itinerante de Valencia
El 30 aniversario de Beirut se celebró como requería la ocasión: con un evento itinerante en autobús por los tres restaurantes de Valencia. Más de 50 invitados pudieron descubrir el origen, el presente y el futuro del restaurante, así como su relato familiar, viajando en el tiempo y el espacio. A las 20 horas, Beirut Aragón se convirtió en un auténtico museo de la historia del restaurante, que en 1995 introdujo la cocina libanesa en Valencia. Las fotos y documentos de hace tres décadas fueron las protagonistas en esta primera parada del tour, guiada por Amal, la madre del proyecto. Los invitados, sumergidos en esta singular exposición, pudieron escuchar la audioguía de la progenitora, que recibieron en sus teléfonos móviles, contando en primera persona el origen y crecimiento de Beirut.
Tras probar algunas recetas de la casa, los invitados subieron al autobús para desplazarse a la segunda parada: Beirut Ciencias, donde se representaba el presente del restaurante. Aquí, llegó el momento más emotivo de la noche. Mirna Kalout, la hermana pequeña, habló en nombre de la familia, mostrando su agradecimiento ante no sólo los invitados y la prensa, sino también los clientes que les han acompañado tantos años. Como hemos visto, durante su discurso incidió en los tres pilares que sustentan el presente de Beirut: educar, acompañar y profesionalizar. Además, los asistentes pudieron degustar algunos de los platos más populares de estos restaurantes, como son el kibbeh nayeh, tartar de carne de cordero; el rakakat yubne, una combinación de quesos fundentes dentro de un crispy roll; o los mini knefeh, capas de kataifi dorado y mantecoso que envuelven un relleno de queso tierno.
Tras situarnos en el presente, los invitados subieron al bus, de nuevo, esta vez para viajar al futuro, representado en el local situado en Ruzafa. En el trayecto en autobús, las más de 50 personas rellenaron una tarjeta de deseos muy propia de estas fechas navideñas, esta vez tanto para el restaurante como para ellos mismos. Todas ellas fueron colgadas junto a uno de los ventanales a su llegada al local, donde encontraron una ambientación cálida, a base de mesas decoradas con velas. Para finalizar, el hermano mayor, Rani, tomó el micrófono y agradeció “de corazón” la compañía en una noche tan importante para todos ellos. “Vuestra presencia significa la llegada a una primera meta de un camino que iniciaron mis padres hace 30 años. Para mí, Beirut sois vosotros. El poder compartir una parte de la belleza del país de mis padres a través de nuestra mesa, sentir que os gusta, veros crecer y que sigáis a nuestro lado es, sin duda, mi mayor recompensa”, agradecía.
Con ello, se puso el broche final a una celebración a lo grande y muy emotiva por los 30 años de Beirut. La cocina libanesa tiene nombre propio y apellidos en Valencia, y lo más importante de todo, se sostiene en un propósito familiar que va de padres a hijos.














